Todos los datos de coronavirus del 2020: Castilla-La Mancha cerró el año con un repunte de 1.000 contagios diarios

Los últimos datos del coronavirus en Castilla-La Mancha llegan este 4 de enero y reflejan una última subida que ya se podía intuir tras conocer la evolución ascendente de la última semana de diciembre. Esta tendencia ascendente se corresonde con la del resto del país, y la celebración de las fiestas navideñas. Cabe recordar que la región mantuvo las medidas propuestas al principio de las festividades navideñas, y decidió no endurecerlas para Nochevieja.

El primer caso en Castilla-La Mancha se comunicó el 1 de marzo, un hombre en Guadalajara que finalmente falleció tras varias semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos. Este caso trajo, además, los primeros contagiados menores en la región, en la localidad de Marchamalo, a los tres días de conocerse, el 4 de marzo. El gráfico permite ver la rápida evolución del virus, que llegó al centenar de casos en la región en apenas dos semanas. El primer fallecimiento se registró después que las primeras dos altas de la enfermedad. El 9 de marzo se daban por recuperados los primeros pacientes, mientras que una mujer en Albacete de 80 años fallecía el 12 de marzo.

Las últimas semanas de marzo y abril fueron las más complicadas: el 21 de marzo, el número de muertes registradas por coronavirus superaba el centenar de casos, pero apenas una semana después desde la Junta de Comunidades comunicaban que había habido más altas que muertes. El 28 de marzo, fueron 26 los pacientes que se extubaron en el mismo día. Hubo que esperar hasta julio para el primer fin de semana sin fallecimientos por coronavirus.

Los datos de altas en la región se comunicaron de distintas maneras en las primeras semanas de la crisis sanitaria y finalmente, dejaron de comunicarse. También hubo distintos cambios a la hora de comunicar los casos, y en mayo se comunicaron los casos sólo por PCR, sin tener en cuenta ya los contabilizados por test rápido. A partir de julio, los casos de los fines de semana se comunicaban de manera acumulada los lunes y a finales de año también se ofrecían de manera acumulada los datos de días festivos.

Estos picos hacen que los datos de la segunda ola parezcan más llamativos en el gráfico, como ocurre el día 26 de octubre, día en el que se registró el número más alto de contagios, con un total de 2773 casos nuevos, confirmados por PCR. Sólo en la provincia de Toledo, se registró ese fin de semana un total de 1.266 casos. El número de hospitalizados se acercaba a los 700, 397 de los cuales estaban también en Toledo. Sólo faltan los datos de los días 22 de marzo y del 28 de diciembre.

Las defunciones en la región, mientras tanto, se pueden visualizar así

Por otro lado, las registradas por el Instituto Nacional de Estadística, se ven así:

El coronavirus ha sido la causa identificada del 30% de las defunciones totales registradas en Castilla-La Mancha de marzo a mayo, según el avance publicado por el Instituto Nacional de Estadística, señalando que de las 10.216 defunciones en esos meses, 3.288 se debieron a la COVID-19 como causa identificada (32,18%) y otras 1.609, sospechosas de haberse producido por la enfermedad. La región registró en ese período la tasa bruta más elevada de fallecidos por la enfermedad, cada 100.000 habitantes.

Datos de este tipo se han conocido a lo largo de la pandemia. Por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia señaló que el 70% de las defunciones del mes de abril estaban relacionadas o se debían al coronavirus. Los datos se ofrecieron, explicaron desde el Tribunal, con el objetivo de “garantizar el correcto funcionamiento de los Registros Civiles de la región como servicio esencial judicial establecido durante el estado de alarma”, y también en ejercicio de las funciones inspectoras que corresponden a la Presidencia sobre los Registros Civiles. Han sido todos los Registros Civiles y “buena parte” de las Agrupaciones y Juzgados de Paz las que han entregado los datos.

El expediente se abrió tras constatar el incremento “sustancial” de licencias de enterramiento y defunciones en marzo, lo que provocaba “dificultades” en la gestión de los trámites para la inhumación de los cuerpos.