El presidente de Enresa cree que el emplazamiento del cementerio nuclear en Villar de Cañas no era el mejor
El presidente de Enresa, José Luis Navarro, se ha referido al almacén temporal centralizado (ATC), una de las posibilidades de almacenamiento del combustible gastado en las centrales nucleares que analiza el borrador del VI Plan General de Residuos Radiactivos y cree que el municipio de Villar de Cañas (Cuenca) no era el mejor para instalarlo después de haber sido seleccionado allá por 2011.
Navarro ha dicho que para el cementerio nuclear hubiera sido mejor escoger otro emplazamiento cercano a un entorno nuclear, donde la población es más favorable y su tramitación, más fácil.
Navarro ha comparecido este martes ante la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso para informar sobre el protocolo para el cierre ordenado de las centrales nucleares, un proceso que, ha dicho, se llevó a cabo de manera “ordenada, prudente y coherente con el desarrollo de las energías renovables y los planes de almacenamiento” de residuos radiactivos.
Ninguna comunidad quiere el cementerio nuclear
Ha sido preguntado por los grupos parlamentarios sobre si el destino de los residuos nucleares será finalmente un solo ATC o siete ATD (Almacenes Temporales Descentralizados) instalados junto a las centrales nucleares. Y en este aspecto el diputado del PP José Alberto Herrero cree que hay una “necesidad urgente de impulsar la construcción y la entrada en funcionamiento” del cementerio nuclear de Villar de Cañas. Defiende esta instalación “por motivos de seguridad” y porque, según ha dicho, es imprescindible para “desmantelar pronto” las centrales de Garoña y de Zorita. Aunque de hecho, la planta 'José Cabrera' en Almonacid de Zorita (Guadalajara) está a punto ya de concluir su desmontaje.
Según ha confirmado Navarro, ninguna comunidad autónoma ha manifestado interés por albergar el cementerio nuclear y ha comentado que sin consenso una instalación de este tipo “estaría condenada al fracaso”. Ha matizado que se trata de una “opinión personal” para añadir que en las alegaciones al borrador del nuevo plan general de residuos nucleares “ninguna de las 17 comunidades autónomas quiere tener el ATC”.
Hasta 2035 la energía nuclear será “imprescindible” en España
Navarro, ha valorado el papel “imprescindible” que ha jugado y que jugará en los próximos años hasta 2035 la energía nuclear en España pero considera que el debate respecto a su futuro no tiene nada que ver con cuestiones técnicas o de seguridad sino solo económico, y duda que esta energía sea interesante a nivel de rentabilidad para las empresas a largo plazo y en un proceso de transición energética.
“Es la economía de lo que estamos hablando”, decía durante su comparecencia, donde ha mostrado su “absoluta confianza” tanto entre quienes las operan y el Consejo de Seguridad Nuclear por lo que ha insistido la cuestión no es ni de viabilidad técnica ni de seguridad, sino de economía, “de si es rentable” para quien tiene que invertir en ellas.
También ha recordado que el calendario de cierre del parque nuclear español fue adoptado por acuerdo entre Enresa y las empresas propietarias de centrales y “ninguna” de ellas ha protestado o lo ha incumplido a posterioridad. “Aquel milagro o conjunción astral veo muy difícil que se vuelva a poder repetir, ha valorado sobre las negociaciones para alcanzarlo.
Preguntado sobre si ha recibido alguna información sobre la posibilidad de que alguna empresa quiera repensar el citado calendario de cierre, que en la práctica extiende hasta los 45,7 años la vida útil de las centrales nucleares, ha manifestado que “ninguna ha mostrado su voluntad de cambiar el protocolo, ni directa ni indirectamente”.
“No nos lo han dicho, yo no puedo decir que no lo estén pensando, pero no nos lo han dicho. A lo mejor en el futuro lo hacen, pero hasta hoy no lo han hecho”, ha apostillado.
Ha recalcado que su papel al frente de Enresa no consiste en “fijar posiciones políticas” sobre la conveniencia o no de la energía nuclear, sino en “cumplir los planes” acordados con las empresas propietarias de las centrales, de las que ha dicho que “ve muy difícil” que se pusieran de acuerdo para establecer un nuevo calendario de cierre que sustituya al de marzo de 2019.
En cuanto a la carga fiscal que según los portavoces de Vox y del PP estarían pesando sobre las empresas explotadoras de las centrales nucleares, Navarro ha dudado de que estas instalaciones resulten más rentables en el momento de su cierre, incluso en el hipotético caso de que desaparecieran los impuestos vigentes.
“Actualmente no existe nadie interesado en invertir en nuevas centrales nucleares en España” ha afirmado el presidente de Enresa.
Personalmente ha dicho que no está “ni a favor ni en contra de la energía nuclear”, pero está convencido de que “ha desempeñado y seguirá desempeñando un papel fundamental como energía de transición” hacia las renovables.
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