Italia y Alemania, invitadas a conocer en una exhumación de Guadalajara el estrago de sus ejércitos en la Guerra Civil
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha invitado a los embajadores de Alemania e Italia a visitar la exhumación de una nueva fosa común, la número 4, que se va a llevar a cabo en el cementerio Guadalajara a partir de este viernes, día 1 de octubre. Concretamente, el colectivo que inició estas exhumaciones científicas explica en la comunicación enviada a los embajadores que se trata de una fosa común de personas asesinadas una vez que los ejércitos de Franco, junto con los de de Hitler y de Mussolini obtuvieron la primera gran victoria militar del fascismo en Europa.
Así la carta relata algunas de las consecuencias de la intervención de estos dos países en la guerra civil española. “De la represión franquista hay constancia del asesinato y la desaparición de al menos 114.226 personas. El régimen fascista, que las asesinó y les negó a sus familias la posibilidad de encontrar sus cadáveres y darles sepultura, se hizo con el poder gracias a las ayudas de los ejércitos de Alemania e Italia que decidieron entonces venir a territorio español a participar en el asesinato de miles de personas que se defendían de un golpe de Estado”, subraya en la misiva.
Añade de igual forma que ese apoyo fue “fundamental” para que el fascismo español “aplastara violentamente un gobierno elegido democráticamente en febrero de 1936 y se hiciera por la fuerza despiadada de las armas con lo que la ciudadanía no le entregó en las urnas”.
Considera la ARMH que la responsabilidad de los ejércitos de Hitler y Mussolini es “directa” en la construcción de esa dictadura que mantuvo a la sociedad española durante 40 años alejada de la democracia, y a quienes defendían las libertades “perseguidos, exiliados, asesinados, torturados y saqueados, acusados de rebelión por hacer defendido la democracia”.
La “amistad generosa” de Hitler y Mussolini
La misma fecha del inicio de esta exhumación, el 1 de octubre, pero del año 1938, Francisco Franco les concedió a Adolf Hitler y a Benito Mussolini el título de Gran Caballero y el Collar de la Gran Orden Imperial de las Flechas Rojas por su “amistad generosa”.
Es por eso que la Asociación subraya que en un momento en el que “nuestra sociedad está abriendo su pasado y las víctimas” y algunos colectivos reclaman justicia para los delitos del franquismo, invitan a los embajadores, como representantes de “un país que agredió ilegal y cruentamente a nuestra ciudadanía”, a visitar y conocer de manera directa “las consecuencias de esa violencia y a rendir homenaje a las familias y a los hombres que defendían la libertad”.
No es la primera vez que la ARMH invita a embajadores de ambos países a llevar a cabo un acto de reconocimiento a los hombres y mujeres que lucharon en España contra el fascismo. Lo intentó ante Angela Merkel en agosto de 2014, cuando Darío Rivas, hijo de un alcalde republicano asesinado por falangistas trató de entregarle una carta en Santiago de Compostela.
La exhumación que se lleva a cabo este viernes es la de la fosa 4 del cementerio de Guadalajara. Buscan los cuerpos de 26 hombre fusilados por el régimen franquista en unos trabajos que durarán entre 12 y 15 días. La intervención se realiza a petición de diez familias de estos hombres fusilados por las autoridades golpistas entre el 16 de marzo de 1940 y el 3 de mayo de 1940 e inhumados en esa fosa. Sus familiares han presentado una reclamación a la ARMH con el fin de conocer las circunstancias de la muerte, la localización y recuperación de sus restos.
Teniendo en cuenta la experiencia de la ARMH en la recuperación y estudio de restos humanos existentes en el subsuelo, esta excavación se desarrollará de una manera más minuciosa. Se suma además la dificultad existente en los procesos de excavación de deposiciones colectivas de individuos que están en contacto entre sí. Asimismo, el comportamiento de estos depósitos conlleva que, debido a los posibles procesos de descomposición por del paso del tiempo, el volumen interior de la fosa se haya podido reducir.
Por otra parte, el principal objetivo en que se enmarca este trabajo es la propia identificación de los cuerpos rescatados tras la exhumación. Esta finalidad es compleja para este caso, como lo demostraron las exhumaciones de las fosas 1, 2 y 3. Las dificultades estriban principalmente en dos aspectos: por una parte, la existencia de superposición de los individuos y, por otra, el estado de conservación de estos. Tras la localización y delimitación de los enterramientos y la inmediata fase de recuperación física de los restos humanos, se realiza el estudio de estos a través de análisis específicos de laboratorio.
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