El parque temático Puy du Fou Toledo no usará el agua del río Tajo
“No usaremos agua del Tajo” para el parque temático sobre la historia de España, Puy du Fou que tendrá sede en Toledo, según ha dado a conocer este jueves Nicolas de Villiers, presidente del grupo francés que capitanea el proyecto y que tiene previsto abrir al público el primero de los espectáculos -que será nocturno- del futuro parque en la primavera de 2019 y cuya entrada general, que estará a la venta previsiblemente en otoño de este año, costará 25 euros.
Es una de las incógnitas que hoy ha querido despejar el empresario en torno a este parque, que todavía no tiene nombre, y del que se han dado a conocer los últimos avances y el calendario de plazos, de forma muy general, hasta el año 2028.
El 8 de enero, Puy du Fou entregó a la Consejería de Fomento de Castilla-La Mancha el documento con toda la información necesaria para que pueda ser declarado como ‘Proyecto de Singular Interés’, sobre el que también se tendrá que pronunciar el Ayuntamiento de Toledo. Ya el pasado mes de agosto, el futuro parque obtuvo la Declaración de Interés Regional por parte del Consejo de Gobierno y, si todos los plazos se cumplen, las obras comenzarán en el verano de este año 2018.
Mientras tanto, Puy du Fou deberá tener listos los permisos correspondientes para el acceso por carretera al futuro complejo de ocio que se realizará directamente al parking, según ha confirmado Erwan de la Villéon, consejero delegado de Puy du Fou España, a través de un enlace desde la CM-40, cuya ejecución y coste correrá a cargo de la empresa francesa. También deberá tener resuelta la cuestión del agua potable, necesaria para abastecer las instalaciones y dar de beber a usuarios y también a los animales del parque.
La inversión y los puestos de trabajo
La inversión en el parque llegará a los 204 millones de euros en cinco fases de construcción. En el periodo 2018-2019 se invertirán 60 millones de euros, que pasarán a ser 82 millones entre 2019 y 2021, otros 15 millones de euros entre 2021 y 2023, 24,5 millones entre 2023 y 2025 y 22,5 millones de euros hasta 2028.
“Estas inversiones van a traer beneficios al parque pero también a Toledo y a toda Castilla-La Mancha”, sostienen sus promotores, que añaden que el “impacto económico global va a ir creciendo” en las distintas fases para llegar en 2021 a 234 millones de beneficios estimados que se convertirán en 324 millones en 2028.
En cuanto al creación de empleo, los espectáculos requerirán “muchos actores” así como la preservación de un entorno natural que se quiere “enriquecer”. En 2019 se estima que habrá 89 empleos a tiempo completo, además de los que se crearán por el “efecto arrastre” del parque temático. En 2021, se llegará a los 689 empleos a tiempo completo además de casi 2.000 indirectos. En 2028, se espera la creación de 3.329 empleos en la zona.
Los espectáculos y los edificios (no habrá hoteles)
Poco se sabe todavía de los espectáculos que ofrecerá el parque. Están en proceso de diseño en colaboración, entre otros profesionales, con la Real Academia de Ciencias Históricas de Toledo. El primer espectáculo nocturno, comentaba De Villiers, en la primavera de 2019. Podrán verlo 4.000 personas a la vez, habrá 49 representaciones el primer año, con 150 actores y una duración por sesión de 75 minutos.
Además de los espectáculos que realizarán en una “típica fortaleza toledana”, el parque contará con la reproducción de tres pueblos que “concentrarán la riqueza arquitectónica de Toledo”, en distintas épocas. Uno con referencias medievales al que se llegará nada más salir del parking “para ir entrando en atmósfera”, además de un campamento morisco y un “pueblo de artesanos”. Entre espectáculo y espectáculo, la idea es que las familias que visiten en parque puedan pasear en su zona natural, degustar la gastronomía española en los restaurantes o “comprar souvenirs”.
Lo que de momento no tendrá el parque temático son hoteles en su interior. El presidente desvelaba su interés en colaborar con hosteleros locales. “Nos apoyaremos en los de Toledo que pueden ser socios colaboradores para acoger visitantes”.
El parque, según De Villiers, “se ha concebido para permanecer en el tiempo y desarrollarse” y prevé que en 2023, 2025 y 2028 se pongan en marcha tres nuevos espectáculos diurnos. “Es un concepto de parque único al mundo que solo existe en Francia”. Un parque familiar para todas las edades “que se dirige al imaginario colectivo muy arraigado en la tradición histórica” que mezcla “lo espectacular con las emociones” y en la que tiene mucho peso la naturaleza.
Confían en el éxito que se basa en la “legitimidad histórica” de Toledo como “ciudad emblemática del patrimonio español”, además de su “legitimidad geográfica, en la zona centro y muy cerca de Madrid” y el hecho de que cada año la visiten unos tres millones de turistas.
“Esperamos celebrar en dos años el matrimonio con Toledo”, decía De Villiers, quien ha puesto fecha para la apertura total del parque en la primavera de 2021 con un espacio de ocio de 30 hectáreas que abrirá entre mayo y octubre. Ese año, el espectáculo de noche se ampliará a 6.000 plazas, 115 representaciones y habrá cuatro espectáculos más- tres en interior y uno exterior- con capacidad entre 2.000-4.000 espectadores por tribuna de espectáculo que se realizará entre dos y cinco veces al día, con una duración de 30 minutos cada uno. Si en 2019 se esperan 120.000 visitantes, ya en 2028 se confía en llegar a los 1,8 millones.
Asesoramiento de “especialistas locales”
El parque dispone de 159 hectáreas y se encuentra a ocho minutos del Casco Histórico de Toledo y a 55 kilómetros de Madrid, al borde de la CM 40. Para desarrollar el proyecto se está trabajando, según Erwan de la Villéon con un “equipo con especialistas locales”. En concreto, en el ámbito jurídico reciben asesoramiento del bufete toledano Sánchez Garrido, en el plano arquitectónico colaboran con Corroto Arquitectura, en cuanto a la ingeniería se recibe apoyo tanto de la toledana Ibernegi como de Elecnor, en medio ambiente cuentan con el apoyo de Esacon, un estudio agroambiental con sede en Toledo y en los aspectos relacionados con la hidrología se apoyan en Esther Guerrero Usano.
Lo que aún no ha concretado Puy du Fou es el apoyo que podrían recibir de inversores locales. Nicolas de Villiers ha explicado que hoy mismo se han concluido las negociaciones con inversores privados -los habrá españoles y franceses- y se trabaja con el Banco Europeo de Inversiones para lograr parte del préstamos necesario hasta llegar a los 204 millones de euros que necesitan.
“Gestión responsable de los recursos”
“No se puede pretender hacer un parque natural sin respetar la naturaleza”, señalaba de Villiers. Puy du Fou se considera una empresa “ecológica” por varios motivos. Por un lado porque consideran el recurso del agua como “estratégico y vital” y apostarán por la “gestión responsable” de un bien que, saben, es escaso. “Estamos muy sensibilizados con la cuestión del agua en la región. Nos posicionamos como actor activo de su preservación”, sostiene De Villiers. Las estimaciones de gasto de agua se cifran para 2019 en 40.000 m3 anuales, que equivaldría a algo más de cinco hectáreas de un campo de alfalfa.
En el año 2021, se necesitarán 120.000 m3 de agua al año, el equivalente a unas 21 hectáreas de árboles frutales. La intención es poner en marcha una estación depuradora interna “de gran tamaño” además de que “todo el agua usada en las instalaciones desde el primer año será reciclada y reutilizada para irrigación”.
Además, apostarán por la “valorización” de los residuos que genere el parque a través del reciclaje y además porque “todos los materiales e instalaciones de acogida de turistas”, decía el presidente de la empresa, están concebidas para ahorrar energía.
Los responsables del parque han insistido en el mensaje del respeto al medio ambiente. Menos del 6% de los terrenos del parque estarán ocupados por edificios, se plantarán más de 10.000 árboles y, según el presidente, “es muy importante para nosotros que esté rodeado de zona verde para la conservación de la fauna y la flora”. Anuncia que apoyarán programas de conservación de especies amenazadas, que el objetivo es preservar “en primer lugar” la fauna local para después reintroducir otras especies como el águila real o los buitres. “Los animales son nuestros amigos, son actores importantes en nuestros espectáculos y son miembros de honor de nuestro equipo”.
Y junto al mensaje más ‘ecologista’, otro sobre la “humildad” con la que llega esta empresa a Castilla-La Mancha. “Venimos aquí como poetas que quieren poner en escena la historia de España para celebrar el alma del pueblo español. Con la humildad de los franceses que no siempre han tratado bien a los españoles y es el momento de que se hagan perdonar ”.