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Sobre este blog

La igualdad de género, el feminismo y la lucha contra cualquier forma de violencia machista conforman algunos de nuestros principales focos informativos. Por ello en este espacio recopilamos las noticias y novedades en torno al Día Internacional de las Mujeres que se conmemora el próximo 8 de marzo.

“Defender que hombres y mujeres no somos iguales es inconstitucional y está costando vidas”

Isabel Mastrodoménico

Carmen Bachiller

Isabel Mastrodoménico es feminista desde que sintió “que en el mundo no se repartían por igual los derechos y los deberes”. Esta colombiana afincada en España que dirige la Agencia Comunicación y Género, forma parte del Comité de Mujeres Líderes de las Américas de la Organización de Estados Americanos (OEA) y es una firme defensora de los derechos humanos.

Charlamos con ella coincidiendo con la puesta en marcha en Castilla-La Mancha de la tercera edición de la campaña ‘Sin un Sí, ¡es No!’, campaña para visibilizar la violación en cita, uno de los tipos de violencia machista quizá más desconocidos, que organiza el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha.

“Me parece que es muy necesaria”, comenta porque, desde su punto de vista “el concepto de violación siempre ha estado lleno de conclusiones erróneas. Se nos había enseñado que un señor desconocido nos abordaba en un lugar desconocido y nos violentaba para violarnos y se iba. Este tipo de iniciativas ponen sobre la mesa la necesidad de hablar de la violación en todos los espacios: en una cita, en tu casa -incluso tu marido- o en las relaciones con familiares, sobre todo en edades más cercanas”.

“Me pareció acertada porque hablaba de tabúes. ¿Qué ocurría cuando en una cita pasaba algo que tú no querías? Y cómo se te culpabilizaba porque no era un señor desconocido que te había agredido en la calle”, lamenta.

Mastrodoménico no cree, sin embargo, que las mujeres hayan superado el miedo o la vergüenza de contar una agresión o una violación. “No, lo que pasa es que ya se habla del tema. Aunque hay todavía mucha gente a la que le cuesta entenderlo, se habla”. Lamenta que “todavía haya gente que pregunte: ¿Pero, qué hacías ahí? o ¿por qué accediste a salir con él? Y hasta te preguntan cómo ibas vestida”.

Lo que sí se ha superado, dice, es el hecho de que no se nombrara el problema. “En el imaginario colectivo no existía, pero a día de hoy se habla de ello. A veces te encuentras con gente que hace ese tipo de comentarios, que se dan cuenta y puede que no se corrijan pero que piensan: ¡uf, pero qué he dicho!”.

Cree que falta mucho trabajo. “Se requiere un proceso de educación muy largo y también de concienciación aunque con las nuevas generaciones tenemos un trabajo más fácil de hacer porque no lo han vivido como si fuesen situaciones normales”.

Los jóvenes y la violencia machista

¿Los más jóvenes son entonces conscientes de este tipo de violencia?, le preguntamos, ante un fenómeno del que muchos hablan: la “normalización” de la violencia entre los más jóvenes.

“Tendríamos que sentarnos y analizar qué está generando esa regresión. En una reciente conversación con una fiscal contra la violencia de género en Valencia, ella señalaba un aspecto interesante: esa regresión se está dando en unas edades que dejaron de recibir ‘Educación para la Ciudadanía’. Ya han pasado ocho años desde que se sacase de las aulas

También alude a un informe sobre violencia de género de 2015. “Todo el mundo se llevaba las manos a la cabeza. ¿Cómo era posible que los suecos, con lo avanzados que están, y son el país con más violencia. ¡No, no lo es! Es el país que más denuncia porque las mujeres están más concienciadas”, sostiene.

“Si ahora hablamos de repunte es porque las adolescentes españolas son conscientes de lo que está pasando y dicen ¡basta! Se atreven a denunciar. En nuestra generación no se identificaba la situación como violencia de género”. Sostiene que, ante todo, es necesaria la cultura de la prevención.

En este punto es inevitable hablar de casos de agresión sexual en grupo como el tristemente protagonizado por ‘la manada’. “¿Cuántas veces se habrá producido sin que se haya denunciado?”, se pregunta. “Y no es una moda, ha existido siempre, pero no se contaba” y por eso cree que “hay que visibilizar las barbaridades que se han cometido contra nosotras a lo largo de la historia”.

Tampoco es fácil a veces discernir dónde está el límite entre el consentimiento o la agresión. “Hay que ofrecer educación afectivo-sexual. El problema es que nos quedamos en una educación sexual que era muy biológica y que explicaba cómo es el cuerpo o cómo prevenir un embarazo o una enfermedad de transmisión sexual. Hay que enseñar el respeto al espacio personal del otro o de la otra”. Como docente, Isabel Mastrodoménico concibe las aulas como “espacio clave” para conseguirlo pero “si luego llegan a su casa y se ven la serie de turno llena de estereotipos que refuerzan otros conceptos…” Y sobre todo, empezar a trabajar en edades tempranas y no “desde los 11 o 12 años”. De hecho apuesta por que la perspectiva de género sea algo “transversal”, incluso en los estudios universitarios.

Después, apunta, “necesitamos una comunicación que sea responsable. En la publicidad, en las películas…No quedarnos solo en los medios de comunicación sino a través de contenidos que consuman. Y Youtube es una de las plataformas que más se consume en la edad adolescente y no tiene ningún control”.

De hecho, advierte que las redes sociales “son una herramienta muy importante que, además, tienen un proceso de transformación constante. Nunca paran y nunca han parado de cambiar” y recuerda cómo, hace años, se ponían en marcha campañas contra la violencia de género “sin contar con Tuenti”, la red por excelencia de los adolescentes españoles hace unos diez o doce años. “Ahora no pasa y sí se está teniendo en cuenta a Instagram”, dice, aunque lamente el “escaso control de Twitter sobre la edad de sus usuarios y tampoco tienen una política responsable respecto a los contenidos de igualdad de género o contra la violencia machista”.

Implicar y aprovechar lo que puedan aportar distintas generaciones

“Estamos en un momento histórico, con cuatro generaciones de mujeres feministas, tomando conciencia y formándose para organizarse. Eso es un elemento muy potente para recibir y para aportar”. La clave está en cómo hacerlo, con las diferencias, no solo entre generaciones, sino entre el medio urbano y el rural. “Hay que trabajar en todos los espacios, sin crear brechas. Nos une el simple hecho de ser mujeres”.

Recuerda la experiencia con “una de las más grandes filósofas teóricas de este país”, Amelia Valcárcel, al entrar en las redes sociales, terreno de las generaciones más jóvenes. “Aquello fue la sensación pero llevó un trabajo enseñarle cómo funcionaba Facebook y que después se lanzara a Twitter. Es algo que hemos hecho también con mujeres de a pie y la alfabetización digital debe trabajarse desde una perspectiva de empoderamiento claro”.

Legislar de otra manera

Para Isabel Mastrodoménico otra de las claves para avanzar es una legislación diferente. Cree necesario reformar el Código Penal. “Necesita un cambio radical porque el problema de la Justicia española es de interpretación, cuando en casos como el de ‘la manada’ un juez ve placer. ¡No sé dónde!”

Pero además, sostiene que “hay que cumplir la Ley de Igualdad y la de Violencia de Género. Son leyes muy buenas que, como todas, necesitan reevaluarse con el paso del tiempo pero cuyo problema es que no se han cumplido ni se han dotado de recursos”.

Con el nuevo Gobierno central se muestra optimista pero también realista porque “en dos años poco se puede hacer”. En todo caso, afirma que si hay algo que dejó patente el 8M es que “cada día somos más y no estamos dispuestas a seguir viviendo en esta situación”.

Lamenta la “respuesta de las posiciones más recalcitrantes que siguen manteniendo que mujeres y hombres no somos iguales, y que se defienden desde púlpitos e incluso aulas de clase o los mítines políticos”. En su opinión, sostener esa postura es “inconstitucional” y “se está alentando a los más acérrimos machistas a defender unos privilegios que nos están costando desigualdades y en muchos casos, la vida”.

Mastrodoménico acaba de publicar el libro ‘Las feministas queremos’. A comienzos del verano lo presentó en Toledo y quizá lo haga en otros puntos de Castilla-La Mancha. ¿Y qué cree que queremos ahora en general las mujeres?, preguntamos.

“Mi mirada es global, soy latinoamericana y vengo con la visión de América Latina y América en general. Por mi trabajo he podido conocer a muchas mujeres que están en proyectos sociales en el mundo árabe e India. Hablamos de realidades diversas pero la situación de las mujeres en el mundo entero es de hartazgo” y eso, apostilla, “tendrían que tenerlo en cuenta señores como Pablo Casado, Trump o Putin”.

Resalta el hecho de que las nuevas tecnologías “estén formando parte de toda esta movilización”. En su opinión, han sido “fundamentales” para articular el mensaje de forma global. “Hemos salido, hemos llenado las calles y hemos conseguido cambios legislativos, con una articulación teórica”.

Ahora cree que es el momento de “canalizar todo ese hartazgo y la mejor manera es la formación”, no solo en el ámbito universitario sino en el más local y de asociaciones. “Hay que saber de qué estamos hablando, cuáles son las desigualdades que estamos visibilizando y los costes que han tenido para nosotras y para la sociedad en general”.

Por eso aboga por luchar contra la desigualdad en tres pasos: la indignación, la formación y la organización “porque cuando tienes formación empiezas a ver la necesidad”. Ella lo hace desde el feminismo del que dice “lo bueno que tiene es que suma, suma y suma. Esto es imparable”.

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La igualdad de género, el feminismo y la lucha contra cualquier forma de violencia machista conforman algunos de nuestros principales focos informativos. Por ello en este espacio recopilamos las noticias y novedades en torno al Día Internacional de las Mujeres que se conmemora el próximo 8 de marzo.

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