Castilla y León recibe más población del resto de España de la que pierde por primera vez en 20 años tras la pandemia
Los cincuenta días que duró el confinamiento estricto de 2020 tras el estallido de la pandemia dieron mucho qué pensar a miles de españoles: el ritmo y estilo de vida, el encarecimiento de los precios de la vivienda y el alquiler y la posibilidad de teletrabajar han aupado algunos municipios de Castilla y León. Por primera vez en veinte años, esta Comunidad recibe más población del resto de España de la que exporta, según la estadística de variaciones residenciales elaborada por el INE.
Desde 1998 (primer año en que se realizó esta encuesta), Castilla y León siempre perdía más población de la que recibía. En los últimos años, la población procedente del extranjero había conseguido que el saldo fuera positivo, pero miles seguían marchándose de la Comunidad. En 2020, esto cambia, puesto que por primera vez el saldo de población (altas menos bajas en el padrón) de otras comunidades es positivo: 5.774 personas más han venido a Castilla y León de las que se han ido a otras comunidades. También es positivo el saldo migratorio con respecto al extranjero: 6.434 personas más se han desplazado a Castilla y León desde otro país que los que la Comunidad ha enviado.
El INE analiza las variaciones residenciales anuales, que no es lo mismo que el número de personas que se cambian de municipio porque un ciudadano puede cambiar su residencia más de una vez en un año.
Las ciudades que más gente procedente de otras comunidades ha recibido son Valladolid (2.475), Salamanca (1.746), Burgos (1.534), León (1.369), Ávila (833), Segovia (789) y Ponferrada (717). Sin embargo, en todas ellas esto ha sido insuficiente: más personas se han marchado a otra comunidad autónoma o a otra ciudad en todos los casos.
Las grandes beneficiadas por estas migraciones han sido los pequeños municipios que rodean la Comunidad de Madrid: El Espinar ha recibido 380 habitantes más de los que se han marchado (Segovia); El Tiemblo, 254; y La Adrada, 223 (Ávila). Está todavía por ver si estos cambios de domicilio se mantienen o si estos municipios volverán a perder población. También ha recibido gente de otras comunidades autónomas (presumiblemente, Euskadi) el Valle de Mena: 356 personas se mudaron desde otra autonomía a este municipio burgalés, del que se marcharon otros 144 hacia otras autonomías.
Otros municipios a varios kilómetros de las grandes capitales también han tenido un saldo migratorio positivo, como Villamayor en Salamanca o Aldeamayor de San Martín.
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