La Consejería de Sanidad de Castilla y León rectifica y cita a sus trabajadores mayores de 60 años en el centro de vacunación masiva de Valladolid

La Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León ha rectificado su decisión inicial de vacunar a su personal de los Servicios centrales en la propia sede y los ha citado para el próximo sábado en el centro de vacunación masiva de Valladolid, el Centro Cultural Miguel Delibes, que es donde hace cola el resto de la población diana. En concreto, a través de un mail, la Consejería informa a los trabajadores de más de 60 años que deben ir al Delibes este sábado mientras que la inmunización de los que son menores de esa edad queda, por el momento, suspendida.

“Buenos días, en relación con la planificación de la vacunación Covid-19 al personal de la Consejería de Sanidad y Gerencia Regional de Salud se informa de lo siguiente: 1º El personal nacido en los años 1961, 1960, 1959, 1958, 1957, 1956 y 1955  interesado en vacunarse deberá acudir el sábado día 17 de abril al Centro Cultural Miguel Delibes, Avda. Real Valladolid Nº2, en horario de 13 a 14 horas. IMPORTANTE: acudir con tarjeta sanitaria o tarjeta mutualista o DNI. Además hay que presentar en el momento de la vacunación la tarjeta identificativa como trabajador de Sacyl/Consejería de Sanidad. Tras la vacunación será necesario esperar 15 minutos en observación, en el lugar habilitado para ello. 2º En cuanto al resto del personal, en estos momentos se pospone la vacunación de las personas menores de 60 años, que será organizada cuando sea posible en función de la disponibilidad de vacunas”, dice el correo electrónico que han mandado al personal de la Consejería y Gerencia y al que ha tenido acceso elDiario.es.

La Consejería iba a vacunar 1.000 trabajadores el pasado miércoles, pero la cita se desconvocó porque antes de que empezase el proceso “por razones técnicas”, según avisaron por correo electrónico. Poco después, se anularon también las vacunaciones masivas en el Miguel Delibes. El motivo de la Consejería era que la Agencia Europea del Medicamento iba a hacer cambios en el tramo de edad recomendado para la AstraZeneca. Esa decisión, que según el Gobierno central no es competencia de las comunidades autónomas, generó gran alarma. Hasta ese momento, el compuesto desarrollado por la Universidad de Oxford era el que se iba a inocular a los trabajadores de la Consejería, y se estaba poniendo de manera masiva a población general de entre 55 y 65 años desde hacía una semana, y a docentes de todas las edades desde hace dos.

Hasta la suspensión, el personal de la Consejería que se iba a beneficiar de la misma vacuna pero en condiciones más cómodas, sin largas colas en la calle y sin moverse de su centro de trabajo, eran personas de entre 25 y los 65 años, y con tareas no vinculadas a la primera línea de atención a enfermos: bedeles, secretarias, arquitectos, economistas, iban a recibir el compuesto de AstraZéneca.

La consejera aseguró la pasada semana que la cita de sus trabajadores no tuvo nada que ver con la suspensión de la vacunación. “Absolutamente nada, de la misma manera que no jugó ningún papel cuando inmovilizamos un lote determinado también de AstraZeneca porque había una duda de que producía efectos secundarios”, señaló.

Justificó entonces la vacunación “centralizada”, mientras personas de 89 años tienen que hacer cola en la calle en provincias como Salamanca, “porque se intenta hacer el número mayor de vacunaciones en el mínimo tiempo posible”. Añadió también que se iba a hacer en la Consejería “con medios propios”, mediante médicos y enfermeras que trabajan allí y que ayudan “en su horario laboral” para no detraer “ningún recurso de otros sitios donde se está haciendo vacunación”.