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La precaria Sanidad pública de Castilla y León que tapa el plan antiabortista de Vox

El centro de salud de Cantalejo (Segovia), en una imagen de archivo.

Alba Camazón / Javier Ayuso Santamaría

20 de enero de 2023 22:55 h

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El acceso al aborto no es sencillo en Castilla y León. Las mujeres que quieren interrumpir su embarazo y vivan en Ávila, Palencia, Segovia, Soria y Zamora deben desplazarse a otra provincia para ejercer su derecho, pero estas no son las únicas pacientes que tienen que recorrer kilómetros para tener acceso a una Sanidad Pública que atienda sus necesidades. Las probabilidades de sobrevivir a un cáncer o no también dependen de dónde vivas. El Bierzo (León), Palencia, Ávila y Soria siguen sin radioterapia mientras esperan unidades satélites y conciertos con la privada, como el de Segovia, que trabaja con la Red Recoletas.

Mientras se debate sobre la nota de prensa (y no instrucción) de Sanidad relativa al latido fetal y a las ecografías 4D, los pacientes de las tres provincias y la comarca del Bierzo recorren kilómetros en una ambulancia para recibir un tratamiento de pocos minutos. Castilla y León es la segunda con mayor tasa de nuevos diagnósticos de cáncer en 2021: 751 nuevos enfermos por cada 100.000 habitantes, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Y no es el único problema que tiene la Sanidad en la Comunidad: las listas de espera, la falta de fidelización del insuficiente personal sanitario y la intermitente atención rural son solo algunos de ellos.

“Tenemos problemas crónicos que con la pandemia se han agravado. No hay solo una cosa, es un compendio de parámetros que van a ir a peor”, expresa el presidente del Colegio de Enfermería de León, José Luis Blanco. No se fideliza a los profesionales, que cada vez están más envejecidos. Uno de cada diez médicos sigue trabajando pasados los 65 años y los jóvenes no se quedan en la Comunidad.

De 150 nuevos colegiados en León, Blanco asegura que solo se han quedado veinte. “No es solo que en el País Vasco los sueldos sean más altos. Les recibe el jefe de unidad, hay turnos para mejorar la conciliación y los contratos son de alta duración. Aquí te sueltan y hoy estás de mañana, otro día de tarde y otro de noche. Y a los dos meses te echan”, explica.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, protestaba en una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por el requerimiento aprobado para declarar incompetente al Gobierno autonómico. En la misiva, reprochaba que el Ministerio no se dedicase a paliar el déficit de médicos que hay en Atención Primaria, aunque esta no es la única especialización en la que Castilla y León tiene problemas.

Falta de sanitarios y consultorios cerrados

Con el concurso de traslados, 32 enfermeras del Hospital de León se marchan a Atención Primaria y todavía no saben cómo se van a cubrir las plazas. Hay muchos problemas para cubrir las bajas, vacaciones y los consultorios se cierran. Como ha pasado en Cisneros, un pueblo de Palencia de unos 400 habitantes que ha estado sin atención médica durante un mes. La alcaldesa del municipio, Rosa María Aldea, explica que se cerró el consultorio por las bajas y vacaciones de los facultativos.

Los pacientes de este pueblo, muy envejecido, debían acudir al centro de Villada para las urgencias, pero tampoco disponían del tan aclamado transporte a la demanda. “Habría que ver si una persona de 90 años puede montar en uno de los autobuses y que le traiga y le lleve diez kilómetros”, plantea Aldea, que considera “parches” a todo lo que no sea una atención presencial en el propio Cisneros.

Antes de la pandemia, tenían consulta médica cinco días a la semana, una periodicidad que se ha reducido hasta tres. La regidora de este municipio reprocha que Sanidad haya implantado el plan Aliste que proponía Ciudadanos y que el Partido Popular rechazaba.

Las listas de espera quirúrgicas bajan pero con ‘trampa’

La lista de espera quirúrgica en diciembre de 2022 muestra una clara bajada del tiempo promedio para acceder a una intervención: de 144 días a 123 en el último trimestre de 2022. ¿Por qué? Por el efecto embudo derivado de lo tensionada que está la Sanidad. Desde que el médico de Atención Primaria pide una cita hospitalaria hasta que esta se produce pasan 95 días de media. En 2021, eran 77 días.

El acceso a la Sanidad es desigual en las provincias. Por ejemplo, si vives en Segovia deberás esperar 181 días para un TAC, pero solo 17 en el Clínico de Valladolid. Para la primera cita en el hospital, un soriano debe esperar 181 días de media, el doble que en toda la Comunidad.

Para las ecografías —no las de ginecología, que van por otro lado— el tiempo de espera es de 87 días, doce más que hace un año. Las mamografías han pasado de los 54 días de espera hasta 62 días: dos meses para poder realizarte una mamografía. Este 2022 se han comprado nuevas resonancias magnéticas, lo que ha provocado una reducción en los tiempos de espera, que por fin han bajado de los cien días. También se ha reducido en cinco días la espera media para realizarte un TAC.

El alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, mostraba su preocupación en una carta remitida al consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez. En la misiva, recordaba al consejero 'popular' que en Ávila hay 2.000 pacientes esperando una consulta de Traumatología y 1.200 para Ginecología. “Las listas de espera quirúrgicas no son algo de lo que haya que sacar pecho”, reprocha.

Abortar por motivos clínicos tampoco es sencillo

Y volvemos al aborto. En cinco de las nueve provincias de Castilla y León no se realizan abortos de ningún tipo, y solo hay dos hospitales públicos que sí atiendan a las mujeres que quieren interrumpir su embarazo: el HUBU y el de Miranda de Ebro, ambos en Burgos. “El sistema público te echa y la mujer se siente más estigmatizada”, lamenta Cristina Romero, de A Contracor, que no duda en hablar de “maltrato institucional”. Esta asociación quiere dar visibilidad y apoyar a las pérdidas gestacionales por interrupción legal o voluntaria del embarazo, que ocurren por motivos médicos, personales o sociales.

Las necesidades, tanto de pacientes como sanitarios, parecen muy diferentes a las que, desde los despachos y el Consejo de Gobierno, hacen creer a la ciudadanía. Como si las medidas ideológicas importadas de Hungría, dicho por el vicepresidente de la Junta fuesen el bálsamo de Fierabrás contra todos los males que aquejan a la Comunidad.

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