Las inversiones de El Prat, al detalle: un 5,6% durante esta legislatura y el grueso de la ampliación a partir de 2025
Aena ha dado un paso importante en la camino hacia la ampliación del Aeropuerto de El Prat este viernes, cuando ha presentado su planes ante el Comité de Coordinación Aeroportuaria de Catalunya. Este es uno de los últimos requisitos antes de enviar el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) al Consejo de Ministros, que prevé dar luz verde al proyecto a finales de este mes. A la espera de su aprobación, el borrador del documento especifica en detalle las inversiones que el Ministerio de Transportes tiene previsto hacer en todos los aeropuertos del Estado y, en concreto, en el Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, uno de los puntos más polémicos debido a la afectación de zonas naturales protegidas.
De entrada, el DORA cuantifica la inversión total en la base aérea barcelonesa en 1.704 millones de euros en total hasta 2030. Sin embargo, como este tipo de planes son quinquenales, los que desgrana en detalle son los primeros 364,96 millones, que serán aportados a lo largo de cinco años, entre 2022 y 2026. Según figura en el anexo del documento, que aún está abierta a revisión aunque en fase preliminar, esa cifra se inyectaría en El Prat de forma escalonada, comenzando el próximo año con 51,73 millones y, en 2023, con otros 43,40.
Según los números manejados por Aena, por tanto, durante la legislatura presente se invertiría un 5,6% de la cifra de 1.700 millones pactada en global con el Govern. Durante estos dos primeros años, los fondos además irían destinados por un lado, a todos los preparativos técnicos de la ampliación y por el otro, a introducir mejoras en las actuales instalaciones. Por ejemplo, hay una previsión de 17,9 millones el primer año y 8,7 el segundo en seguridad de personas e instalaciones y otros 25,8 entre los dos años en inversiones de apoyo y reposición.
El grueso de las obras tardaría en iniciarse y comenzaría en 2024 con la ampliación de la actual Terminal 1 y la construcción de una terminal satélite, la conocida como TS1. Para estos aspectos hay 18,9 millones provisionados de los 61,8 que se invertirán en total ese año. A partir de entonces el presupuesto se dispara, ya que en 2025 comenzaría la fase de ampliación de la pista propiamente dicha. Esta extensión del campo de vuelos se llevaría 42,5 y 39,9 millones en los últimos dos años del plan, que acaba en 2026.
En total el DORA prevé cinco inversiones principales en próximos cinco años. La más importante la construcción y ampliación de terminales, con un presupuesto de 108,4 millones, seguida muy de cerca por el alargamiento de la pista, que se lleva 92 millones. Por debajo en la escala las inversiones de apoyo y la mejora de la seguridad copan 46,4 y 45,8 millones respectivamente. A la sostenibilidad medioambiental se le dedican finalmente 25 millones en total.
Choque dentro de la Generalitat
Desde que se conoció la intención de Aena de ampliar la pista de El Prat más cercana al mar, que es a su vez la más corta, sus argumentos han sido que es necesaria para que el número de pasajeros pueda seguir creciendo, por un lado, y para que la infraestructura se convierta en un hub internacional. En 2019 se alcanzó la cifra de 53 millones de viajeros y el operador aeroportuario se muestra convencido que tras la epidemia el volumen de usuarios se recuperará y seguirá creciendo.
No obstante, los escollos que debe superar Aena para que la ampliación sea una realidad pasan sobre todo por Bruselas y puede que también –de nuevo– por la Generalitat. Con el Ejecutivo catalán, el Gobierno alcanzó un acuerdo sobre la ampliación del Prat. El president Pere Aragonès matizó, sin embargo, que apostaban por hacer crecer la infraestructura siempre que no se afectase la laguna protegida de la Ricarda.
Ahora se ha abierto un choque interno en el si de la Generalitat. Mientras Aragonès, de ERC, entiende que el DORA –con su confirmación de afectación de las lagunas– va más allá de lo acordado con el Gobierno, desde Vicepresidencia, el equipo de Jordi Puigneró –de Junts– cree que el documento “no se contradice” con lo pactado.
Aragonès se ha mostrado contundente en un mensaje en Twitter: “Exigimos explicaciones y la rectificación de un DORA que daña la zona protegida de la Ricarda. Cada paso que se tiene que incluir el compromiso de consenso”, ha manifestado. El president daba a entender así que el acuerdo con el Gobierno no incluía tan al detalle el carácter de la ampliación, aunque desde Aena siempre han dado por hecho, y así lo han transmitido a los ayuntamientos en numerosas reuniones, que afectar la laguna es inevitable y que su plan es buscar compensaciones en otros terrenos.
Sea como sea, la ampliación deberá pasar también por Bruselas, donde la Comisión Europea se tendrá que pronunciar sobre su autorización, puesto que los espacios Red Natura 2000 están regulados de esta institución. “Si se ve afectado un hábitat o una especie prioritarios, como parece ser el caso de este proyecto, es necesario un dictamen de la Comisión”, valoraba recientemente en una carta el comisario de Medio Ambiente Virginijus Sinkevičius.
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