El Govern hace suya la posición de JxCat y reclama un relator si se establece una mesa de diálogo con el Gobierno
La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha asegurado este martes que en una eventual negociación entre los gobiernos español y catalán debería incorporarse la figura del “relator” que se contempló en diciembre de 2018 en el marco de la declaración de Pedralbes. Esta figura arbitral es una condición que hasta ahora había exigido JxCat para facilitar la investidura, pero no así ERC, que hasta el momento había evitado referirse a posibles intermediarios en su lista de exigencias al PSOE.
La postura del Govern sobre el relator viene a aumentar la presión sobre las negociaciones que ERC y el PSOE tienen previsto iniciar este jueves. Los republicanos exigen que Pedro Sánchez se comprometa con mesa de negociación entre gobiernos, con un calendario preestablecido y en la que se puedan tratar todos los temas, para facilitar su investidura. Sin embargo, en ERC están abiertos a debatir la composición de esta mesa y no consideran que el árbitro que hizo abortar los contactos en 2018 deba ser ahora una línea roja.
Pero, por boca de su consellera, el Ejecutivo catalán ha adoptado este martes una postura diferente. Budó sí ha considerado que el relator es exigible, por estar previsto en Pedralbes, y además ha añadido que, a su parecer, en una mesa de negociación entre partidos deberían participar tanto Pedro Sánchez como Quim Torra. “No tendría sentido un diálogo entre gobiernos donde no estén sus máximos responsables”, ha apuntado la consellera, añadiendo un nuevo requisito al diálogo que no había sido establecido desde la parte de ERC.
Las diferencias entre el Ejecutivo que preside Torra y la formación republicana, que está liderando el peso de las conversaciones con el PSOE para desatascar la investidura, han quedado patentes en la rueda de prensa tras la reunión del Ejecutivo de este martes. El relator y la participación de los presidentes son las principales, pero también la portavoz del Govern ha venido a matizar la opinión de sus socios cuando ha dado a entender que es poco posible que Sánchez y Torra se vean antes de la investidura, una opción que para ERC sería deseable.
“Es a Sánchez a quien le corresponde devolver las llamadas del president Torra”, ha asegurado la consellera, que ha recordado que desde el Palau se ha tratado de contactar en multitud de momentos con la Moncloa, todos ellos sin éxito. A falta de encuentro entre presidentes, el Govern considera que Sánchez debería de hacer un “gesto” para reconocer a Torra, algo que ERC también ha dejado caer en los últimos días, aunque no como línea roja.
Budó ha admitido que en la reunión del Govern no se han tratado sobre las diferentes condiciones que exigen cada partido para facilitar la investidura, ni tampoco sobre qué posición mantendría el Ejecutivo catalán ante una eventual negociación posterior. La portavoz se ciñe a las condiciones acordadas en Pedralbes como “punto de partida” para el diálogo, si bien ha destacado que la sentencia contra los líderes independentistas han cambiado el escenario, por lo que algunas cuestiones deben “desarrollarse”.
Con todo, desde el Govern sí entienden que el diálogo en unas condiciones “similares” a las de Pedralbes volverían a ser aceptables. En la reunión entre gobiernos celebrada en diciembre del 2018 en Barcelona, los ejecutivos consideraron que la negociación debía vehicularse mediante una mesa de partidos y la comisión bilateral contemplada por el Estatut.
En paralelo a las reuniones y exigencias para la investidura entre los grupos parlamentarios del Congreso, el Govern ha anunciado este martes que tiene previsto reactivar la mesa de partidos catalanes para una fecha cercana, poder ser la próxima semana. A este foro, que quedó suspendido durante el tiempo de campaña electoral, volverán a ser invitadas todas las formaciones, pese a que Ciudadanos, PP y la CUP han rechazado acudir en las dos anteriores convocatorias.