La Guardia Civil otorga una participación “destacada” en el 1-O al asesor del Govern que se reunió con Assange
La investigación al Govern cesado, a la Mesa del Parlament y a las entidades independentistas por el 1-O podría alcanzar a los asesores informales que ha tenido el Ejecutivo catalán la pasada legislatura. Las pesquisas efectuadas por la Guardia Civil en el marco de la causa del juzgado de instrucción 13 de Barcelona han constatado la participación “destacada” en el “proceso de organización del referéndum” de dos de los consejeros áulicos de Carles Puigdemont, el exconseller del Govern tripartit Xavier Vendrell (ERC) y el empresario y editor Oriol Soler, conocido por la revelación que hizo el diario El País de su reunión con el fundador de Wikileaks, Julian Assange.
Los agentes han llegado a esta conclusión tras analizar las conversaciones telefónicas de Soler con Josep Maria Jové, el exsecretario general de Vicepresidencia en cuyo domicilio se incautaron del documento 'Enfocats' y la libreta 'Moleskine' que, más allá de su eventual carácter incriminatorio, han mostrado el patio trasero de la política catalana.
En una conversación del pasado 7 de agosto a primera hora de la mañana, Soler le pide a Jové salir de una reunión y “encontrar un segundo para hablar” porque “necesita saber dos cosas, que va cinco minutos y se lo explica”. El motivo de tanta prisa es que Soler asegura que a las 11:30 tiene una reunión “para hablar de lo que hablamos el otro día” con Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, los líderes de la ANC y Òmnium, y antes del encuentro le tiene que “preguntar una cosa” a Jové.
En otra conversación del mismo día Jové, que tenía el teléfono pinchado desde antes del verano, habla con el por entonces conseller de Salud, Toni Comín. Cuando Comín saca a colación el nombre de Oriol Soler, Jové, quizás consciente de que su teléfono está intervenido, le recrimina: “Venga, dí más nombres”.
Comín continúa insistiendo y le pregunta a Jové si había hablado “eso” con Soler y si le parece bien hacerlo, a lo que Jové responde que Soler “no es la persona que debe decidir el deadline”. Todo ello, según la Guardia Civil, configuran indicios de que Soler habría colaborado como “coordinador e impulsor” del 1-O.
En el caso de Vendrell, empresario militante de ERC y exconseller de Gobernación entre 2006 y 2013, la Guardia Civil explica en su informe que llamó a Jové el mismo 7 de agosto y que hablaron “en un lenguaje entrecortado, con mucha precaución de no dar información sobre lo que están hablando”. A la Guardia Civil también le llama la atención que Jové indique a Vendrell que pase por el departamento de Economía a recoger “eso”, a principios de septiembre.
Asimismo, Vendrell se reunió el pasado 15 de septiembre con uno de los imputados en la causa, el exdirector general de Patrimonio Francesc Sutrias, y Antón Reventós, el propietario de la empresa Unipost, cuatro días antes de que en una de sus oficinas la Guardia Civil se incautara de miles de sobres con las notificaciones destinadas a los miembros de las mesas del 1-O.
Tanto Soler como Vendrell forman parte del llamado 'Estado Mayor' del proceso soberanista, el espacio informal de reuniones entre representantes del Govern, partidos políticos y entidades independentistas en el que se valoraba el estado de la cuestión independentista. Los indicios apuntan a que el 'Estado Mayor' corresponde al 'comité estratégico' descrito en el document 'Enfocats', un powerpoint sin membrete ni sello oficial alguno pero al que el Tribunal Supremo, la Fiscalía y la Guardia Civil otorgan un papel muy relevante en la investigación por rebelión.
Precisamente este lunes el Tribunal Supremo pidió a la Guardia Civil que identificara “representantes independientes de prestigio social”, así como a los demás integrantes del 'comité estratégico'. El papel de los asesores informales del Govern en la organización del 1-O provocó una crisis en el Ejecutivo de Puigdemont antes del verano. Puigdemont cesó al titular de Empresa, Jordi Baiget, después de que este lamentara que las decisiones políticas del Govern no se tomaban en las reuniones semanales del president y los consellers, en alusión al 'Estado mayor'.