Fèlix Millet pide el indulto y no entrar en prisión por “nula peligrosidad criminal” y “estrictos motivos de humanidad”
Giro en el caso Palau. El expresidente del Palau de la Música Fèlix Millet ha solicitado el indulto y suspender su entrada en prisión tras ser condenado a 9 años y 8 meses de prisión por saquear los fondos y ayudar a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) a cobrar comisiones de Ferrovial a través del auditorio.
En su escrito ante la Audiencia de Barcelona, al que ha tenido acceso eldiario.es, la defensa de Millet alega que tanto la petición de indulto como la de evitar su entrada en la cárcel se fundamentan en “estrictos motivos de humanidad” al estar aquejado el condenado de “una enfermedad muy grave con pedimientos incurables”.
La Audiencia de Barcelona ha dado al expresidente del Palau hasta el 25 de junio para entrar en prisión. Mientras no se resuelve su petición de indulto –algo que podría alargarse unos ocho meses, según la defensa–, Millet ha pedido a los jueces suspender su entrada en prisión. Ahora la Audiencia ha pedido a la Fiscalía y el resto de partes que se posicionen en cinco días sobre la petición de Millet.
Según expone la defensa, Millet padece una enfermedad degenerativa “grave e irreversible” así como una ceguera “sobrevenida” del 98% en un ojo y del 70% en el ojo que han llevado a la administración a declararle una invalidez del 92%. “Depende absolutamente de terceras personas para realizar las más elementales funciones de la vida diaria”, continúa la defensa, que indica que el exmandamás del Palau “debe ser asistido y auxiliado en todo y vive confinado en su domicilio en silla de ruedas”.
Además de la “inanidad vital” de Millet fruto de su enfermedad, la defensa argumenta para pedir el indulto y evitar la entrada en prisión la “nula peligrosidad criminal” del condenado a casi 10 años de cárcel por malversación, apropiación indebida, falsedad contable y en documento mercantil, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y delito contra la Hacienda Pública por el expolio que perpetró en el Palau de 23 millones de euros, de los cuales 6,6 fueron comisiones ilegales que Ferrovial vehículo a través del auditorio hacia Convergència.
La imposibilidad de reincidencia, alega la defensa, se basa no solo en que los hechos por los que ha sido condenado Millet sucedieron entre 1999 y 2009, carece de antecedentes penales y causas pendientes, sino en especial por sus “acusadas limitaciones físicas” y su “avanzada edad”, que lo mantienen “alejado” de cualquier actividad, también la delictiva.
“El ingreso en prisión de quien no puede valerse por sí mismo atenta directamente a la dignidad de la persona y a al derecho a la vida”, abunda la defensa, que considera que la estancia en prisión de Millet “solo puede empeorar los efectos de las diversa enfermedades que padece, ya de por sí devastadoras y extremadamente limitativas en su vida cotidiana”.
Avanza la defensa que además Millet ha consignado al juzgado 5,6 millones para devolver el dinero saqueado del Palau y que tiene todo su patrimonio embargado para responder de su condena. “Fèlix Millet Tusell es capaz de llevar una vida sin delito y no tiene otra aspiración que poder vivir los años que le quedan en paz”, concluye el escrito.
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