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Cuarta noche de incidentes en Barcelona con cargas, enfrentamientos y barricadas

Los CDR arrastran contenedores en la cuarta jornada de protestas en Barcelona.

Pol Pareja / Oriol Solé Altimira / Sònia Calvó

Por cuarta noche consecutiva, Barcelona ha sido escenario de graves incidentes y disturbios ocasionados por grupos de radicales, este jueves de ideologías contrarias, pues han participado tanto ultraderechistas como antifascistas. El enfrentamiento inicial entre estos grupos, que se ha producido después de la manifestación sin incidentes de los CDR, ha dejado paso a nuevos episodios de quemas de contenedores, lanzamiento de pirotecnia, barricadas y enfrentamientos con los Mossos d'Esquadra, que no han contado esta noche con la colaboración de la Policía Nacional y en muchos momentos se han visto desbordados en las calles de la Esquerra de l'Eixample.

Después de varias escaramuzas, poco después de la media noche varios grupos de antifascistas se han vuelto a reunir en la esquina entre paseo de Gràcia y calle València, reuniendo en torno a un millar de personas. A partir de este momento han llegado los disturbios más graves de la noche, comenzando por el lanzamiento de pirotecnia hacia las furgonetas de los antidisturbios. Los Mossos han cargado contra los manifestantes con proyectiles de foam y también han realizado la llamada técnica del carrusel, consistente en conducir a mucha velocidad para hacer retroceder a los manifestantes.

Los incidentes de orden público han comenzado tras la manifestación que este jueves han celebrado los CDR en Jardinets de Gràcia de Barcelona. La concentración ha sido concurrida -13.000 personas, según la Guardia Urbana- y se ha desarrollado con tranquilidad hasta que se ha desconvocado, momento en el que algunos grupos se han separado de la masa principal. Mientras, una marcha de extrema derecha de personas armadas con palos ha llegado desde la plaza Artós y ha tratado de agredir a independentistas. Un grupo de ultras ha agredido a un chico de 23 años.

La tensión había comenzado minutos antes, cuando el grupo de ultraderechistas se ha reunido en la plaza Artós y ha comenzado a avanzar. Al principio, iban custodiados por los Mossos, pero después los grupos se han dispersado. La agresión se ha producido después, una vez la columna había llegado a las calles del Eixample. En las imágenes se observa como la víctima y uno de los ultras forcejean, tras lo que el primero cae. Ahí, varios de los agresores patean, golpean con palos y lanzan objetos al jóven en el suelo.

Los enfrentamientos entre los radicales independentistas y los Mossos han empezado sobre las 22 h, cuando un grupo ha bajado por la calle Balmes y, al ver furgonetas de los Mossos, han tratado de incendiar unos contenedores para formar una barricada. En ese momento, otros manifestantes y la propia policía catalana han evitado que la basura prendiera fuego, y los jóvenes han huído. Momentos más tarde han ardido los primeros contenedores, en otro punto de la calle Balmes.

Mientras, los Mossos intentaban separar al grupo de ultraderechistas que buscaban el cuerpo a cuerpo con los grupos antifascistas. La manifestación ultra se había reunido en la plaza Artós, un lugar habitual de los movimientos fascistas, y una vez ha habido un grupo numerosos han comenzado a desplazarse hacia la zona donde los CDR celebraban su concentración, de ambiente festivo. La columna de ultras, que ha asegurado que iban “a cazar” ha avanzado increpando a viandantes y a la prensa, y después ha tomado Enric Granados.

La tensión y las persecuciones en distintas calles del Eixample de Barcelona se han sucedido entre ambos grupos y los Mossos d'Esquadra. En Rambla Catalunya los radicales habían montado ya varias barricadas en los dos sentidos de la calle y lanzaban objetos a los furgones de lo Mossos, que por ahora se dedicaban a perseguir a los manifestantes sin apenas bajar de los vehículos. Algunos turistas se refugiaban en bares y comercios, que han bajado las persianas.

Disturbios hasta la madrugada

Sobre las 23:30 h, los encapuchados campaban a sus anchas por las calles Balmes y Enric Granados, así como en varios tramos de la calle València, Mallorca y Provença. Todas esas calles estaban cortadas. Durante más de una hora dando vueltas por esa zona este periodista no pudo ver ni una sola furgoneta de los Mossos. Los radicales cruzaban contenedores y encendían fuegos que iban siendo apagados por los bomberos mientras muchos vecinos se quejaban desde sus balcones.

Tras dispersarse por todas esas calles, los radicales se han vuelto a reunificar en la calle València con Passeig de Gracia, y ese cruce se ha convertido desde las 0 h hasta pasadas las 2 h en el principal foco del conflicto. Las furgonetas de los Mossos, que bajaban por la calle a gran velocidad, eran duramente golpeadas por los manifestantes, que en varios momentos han lanzado cohetes de pirotecnia a los agentes de la policía.

Los Mossos han realizado varias cargas en ese cruce pero no conseguían disolver a los manifestantes, muchos de ellos perfectamente equipados con protecciones, cascos y gafas protectoras. Los encapuchados se volvían a reagrupar y emprendían ataques contra los policías, que se han visto obligados a recular por calle València.

Tras varias escaramuzas en ese tramo, la policía ha iniciado un disparo masivo de balas de foam y salvas durante más de media hora. El sonido de las escopetas retumbaba en la calle València, totalmente destrozada y llena de escombros. Sobre las 2 h, las persecuciones todavía seguían por las calles de esa zona del Eixample, en cuyos cruces había numerosos contenedores ardiendo.

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