Torra se plantea dimitir si no logra aprobar los presupuestos
El president de la Generalitat, Quim Torra, se plantea dar carpetazo a la legislatura si no logra aprobar los presupuestos del 2019. “Los gobiernos acostumbran a dimitir si sus presupuestos no son aprobados y me parece que esto es un mandato democrático de autoexigencia”, ha afirmado Torra en una entrevista con la Agència Catalana de Notícies (ACN). Las elecciones anticipadas en Catalunya vuelven a ser una posibilidad, habida cuenta de la debilidad parlamentaria del Govern.
El Ejecutivo de Torra cuenta a día de hoy con 66 diputados, la suma de ERC y JxCat, para aprobar las cuentas. Tras la crisis de hace unas semanas, los independentistas deben decidir cómo sustituyen a Carles Puigdemont y los cinco diputados presos que están suspendidos y a Toni Comín, que lo estará una vez el Supremo confirme su procesamiento por rebelión. De poder contar con los 66 votos, les faltarían dos para la mayoría absoluta necesaria para validar las cuentas, aunque también podrían buscar la abstención de algún grupo de la oposición.
Ninguna de estas dos opciones es plausible a día de hoy. La CUP anunció su paso a la oposición después de permitir la investidura de Torra y la distancia con los otros dos partidos independentistas de los anticapitalistas se ha agrandado en esta legislatura. “Con la CUP comenzaremos las negociaciones, y que tengamos suerte”, se ha limitado a expresar el president, que pese a esta falta de optimismo no ha dudado en situar a los cuatro diputados de la CUP somo su “socio preferente” para aprobar las cuentas y los otros proyectos.
“Negociaremos los presupuestos con la CUP y con el resto de grupos, pero siempre hemos dicho que este proyecto es de 70 diputados independentistas y nos gustaría que los presupuestos se sacaran adelante con la CUP”, ha aseverado Torra. El Ejecutivo también mantendrá conversaciones con los 'comuns' y el PSC como recambios de los anticapitalistas para aprobar las cuentas.
Cabe recordar que tras tumbar la CUP los primeros presupuestos de Carles Puigdemont, el por entonces president convocó una cuestión de confianza, que superó tras acordar con los anticapitalistas la convocatoria del 1-O a cambio de su apoyo a las siguientes cuentas. Según el Estatut, Torra sólo podrá discolver el Parlament y convocar elecciones anticipadas a partir del próximo 28 de octubre, cuando se cumpla un año de la última disolución de la Cámara catalana ordenada por el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en virtud del 155.
Además de recuperar la potestad exclusiva del president de la Generalitat para convocar elecciones, Torra prevé que en otoño el juicio contra los dirigentes independentistas sea “una farsa” ya que, a su juicio, “se desarrollará sin ninguna garantía de justicia”.