Colas de dos horas de franceses para comprar tabaco en La Jonquera: “Hay tanta gente como en agosto”
Dos horas y media ha tenido que esperar Anne, una mujer de 74 años, para comprarse cuatro cartones de Marlboro. Ha hecho cola junto a cientos de franceses que, desde este lunes, han acudido en masa a la localidad fronteriza de El Pertús para comprar sobre todo tabaco y alcohol en la parte del núcleo urbano que pertenece a España, al término municipal de La Jonquera. Tales han sido las aglomeraciones desde el lunes, cuando Francia permitió a sus ciudadanos desplazarse a 100 kilómetros, que la Gendarmerie ha optado por escalonar los accesos al pueblo.
“Es normal que haya tanta gente, ¡es que te ahorras tanto dinero!”, comenta Anne al salir de uno de los tres grandes estancos que estaban abiertos. Esta mujer suele conducir cada dos meses desde su localidad, Opoul, a 45 kilómetros de la frontera, para comprar los cuatro cartones que por ley se pueden pasar por la frontera. “A mi edad, el coronavirus ya no me da miedo”, apostilla ya proveída de sus cuatro cartones.
Si un paquete en España cuesta cerca de cinco euros y, en Francia, alrededor de diez, el ahorro es de 200 euros por cada compra. “Esto compensa todo el tiempo y la gasolina”, añade Benoit, de 50 años, que viene desde Perpignan.
La particularidad de El Pertús, un municipio de escasos 500 habitantes justo en la frontera con España, es que una parte de su núcleo urbano pertenece a territorio español, al municipio de la Jonquera. Tanto la acera occidental como la calzada son francesas, pero la acera oriental no. De ahí que estos dos días la Policía Nacional presente en el municipio ordenara las colas de franceses en la calzada, aunque luego les permitiese acceder a los comercios españoles.
“No se si tiene mucho sentido”, comentaba un agente este martes por la mañana, habida cuenta de que oficialmente las fronteras entre España y Francia están cerradas desde que se decretó el estado de alarma. Además a partir de este viernes, los desplazamientos fronterizos solo se estarán autorizados para ir a centros sanitarios, comprar comida, fármacos o bienes de primera necesidad, y tendrá que usarse siempre mascarilla.
Pasadas las 10 horas de este martes, había una cincuentena de personas esperando para comprar tabaco. En su mayoría estaban a menos de un metro unos de otros, sin garantizar las distancias de seguridad, y muchos de ellos sin mascarilla. A primera hora, las filas eran de más de 300 personas, según los comerciantes locales. Por este motivo, la Administración francesa ha optado por restringir los accesos a media mañana con un control en el pueblo de Le Boulou y permitir la entrada de 150 personas cada cierto tiempo, según han informado a este diario fuentes de la policía francesa.
“No me extraña que hayan decidido filtrar a la gente, esto ha sido un caos, sobre todo el lunes”, sostiene Cristian, un empleado del supermercado Frontera. Durante el estado de alarma siguió en su puesto en otro establecimiento de la cadena en La Jonquera, pero le pidieron que subiese a El Pertús para “echar una mano” ante el alud de compradores. “Las imágenes de ayer eran como si fuese un día de agosto, cuando no se cabe en el pueblo”, asegura.
No todos los establecimientos están abiertos estos días y hay quien se ha tenido que marchar sin haber comprado todo lo que quería. Era el caso de Louise, de 63 años, que apuraba esta mañana un cigarro mientras esperaba a que su hija volviese del estanco. Ella la había acompañado para comprar “algo de ropa y cosméticos”, también más baratos en el lado español que en el francés, pero no estaba al tanto de las fases de desconfinamiento españolas. Esta zona, provincia de Girona, todavía está en fase 0, con lo que pueden abrir estancos y supermercados, pero no los demás comercios.
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