Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Alberto Fabra: un alma en pena en el Palau

Alberto Fabra, durante la sesión del debate

Toni Cuquerella

València —

Alberto Fabra ya ha llegado al extremo de la nada, hasta el punto que ya nadie le combate, nadie lucha ni le pide nada a un alma en pena. Ni sus compañeros de partido en las Corts, ni los líderes del PP valenciano, ni en Madrid, ni la mismísima oposición le tiene en cuenta, ni la sociedad civil. Una de las descripciones que más se ha dado del Debate de Política General celebrado en las Corts ha sido el de un debate “de fin de ciclo”, del PP y por supuesto de Fabra que cada vez tiene más aspecto de enterrador.

Pero el President de la Generalitat quería ponerle ganas, con dos pilares fundamentales como eran la rebaja de impuestos (el tramo autonómico del IRPF) y la promesa de 200.000 puestos de trabajo, además de decenas de propuestas que iban desde el agua hasta la regeneración democrática, pasando por la dependencia.

Pero no hay entusiasmo en el PP, los aplausos eran pocos y desganados entre los compañeros de partido durante la intervención de Fabra. Mucha promesa pero “ni un gra de forment”, ¿cómo se va a pagar todo?. Mucha propuesta, mucha promesa, mientras no hay noticia de llegada de dinero a través de una mejora de la financiación, y además se va a recortar la recaudación con la rebaja del IRPF. Además esos 200.000 puestos de trabajo prometidos hasta 2016 que se sacó de la chistera Fabra no era un truco nuevo, se lo vieron ya a Esteban González Pons cuando prometió 3.500.000 de empleos si gobernaba Mariano Rajoy, de momento los números son rojos.

Los barones valencianos también le obvian, cada uno va a lo suyo, igual que los líderes del PP en Madrid. Mientras Rita Barberá charla durante horas con el Presidente del Gobierno en Moncloa y se regocija en las habladurías que ha generado el encuentro, Fabra todavía está con el tique en la mano en la sala de espera para que el ministro de Hacienda le reciba. Por otro lado la autoridad del President dentro del PP está cuestionada: la alcaldesa de Alicante todavía no ha dimitido pese a la doble imputación, y Alfonso Rus y Dolores de Cospedal menosprecian las 'líneas rojas' de lucha contra la corrupción y colocan el límite en la condena.

La oposición ya no se ensaña con la víctima moribunda, o les da pereza insistir en los argumentos que han socavado electoralmente al PP. Corrupción, recortes, falta de atención en Madrid... es lo de siempre. El único momento en el que despertaron de su sopor fue cuando llegaron a aplaudir entre risas la propuesta de Fabra de eliminar los aforamientos y ampliar el periodo de sesiones, propuestas generadas desde la oposición y que el President acepta con tal de que se aprueben las suyas que benefician al PP, como las de reducir los diputados y elección directa de diputados comarcales. Pero por ahí no pasan. La oposición ya está más en una fase de vigilarse entre ellos.

Los empresarios también han demostrado hastío. El presidente de Cierval, José Vicente González, tampoco compró la moto a Fabra, son una novia desengañada. Saben que con Fabra no han conseguido nada, no les ha recibido el ministro pese a las promesas del President, y no se creen ahora los cantos de sirena. “¡Y dos huevos duros!” le faltó espetar González a Fabra durante su listado de promesas, el jefe de los empresarios pone el dedo en la llaga: se propone una política expansiva, pero nada de cómo se va a pagar, coherencia y sentido común es lo que echó en falta.

Y en definitiva los valencianos en general muestran pesimismo sobre la Figura de Fabra, no confían en él. Así lo dice una encuesta de la misma Generalita en la que se reconocía que el 83% de los ciudadanos afirmaban que el President le producía o poca o ninguna confianza.

El President es casi un alma errante en el Palau, pero el PP no va a querer dar ya la batalla por perdida, así que la elección del candidato será quien determine su planteamiento. ¿Intentamos una solución a la desesperada con Rita Barberá? ¿Lo probamos con Rus? ¿García Margallo? ¿ponemos a alguna joven promesa como María José Catalá o Isabel Bonig para que inicien nueva etapa? ¿O se agradecen a Alberto Fabra los servicios prestados?

Etiquetas
stats