La AP-7 sigue ganando dinero a espuertas antes del fin del peaje: 146 millones de beneficios en 2018, más de 618 desde 2013
La concesión de la AP-7 que tiene la empresa Aumar (Autopistas del Mare Nostrum S.A.) es una máquina de generar dinero. Al contrario que las autopistas radiales de Madrid, que tuvieron que ser rescatadas con dinero público porque no las utilizaba nadie, los tramos de esta autopista de pago que van de Tarragona a Sagunto, de Valencia a Alicante y de Sevilla a Cádiz reportan ganancias multimillonarias todos los años. El 31 de diciembre de 2019 finalizará esta concesión que se le adjudicó en 1986 a Aumar, sociedad propiedad de la multinacional Abertis, aunque la vía es de pago desde los años 70.
En 2018, Aumar obtuvo 146.270.000 euros en beneficios por la gestión de estos tramos de la AP-7, 29 millones más que un año antes. De estas ganancias y previendo el fin de la concesión dentro de tres meses y una semana Aumar ha decidido repartir a sus socios 132 millones en dividendos en el pasado ejercicio, según las cuentas consolidadas de su matriz Abertis a las que ha tenido acceso eldiario.es.
En total, desde el año 2013 Aumar ha dado 618 millones de euros en beneficios por gestionar los tres tramos de autopista de unos 480 kilómetros. Un negocio redondo. Justo dos años antes, Aumar interpuso un contencioso-administrativo contra el Estado por la caída del tráfico debido a los itinerarios alternativos que la Administración central y la autonómica han ido programando en las dos últimas décadas, la A7 por el interior de Alicante y la CV 10.
El pasado mes de junio el Tribunal Supremo dio la razón al Estado y desestimó el recurso de la concesionaria de Abertis, que el 31 de diciembre dirá adiós a una de sus filiales más rentables.
El fin del peaje de la AP-7 dará un pequeño espaldarazo a la economía valenciana, sobre todo a las comarcas centrales, que notarán una importante reducción de costes al ahorrarse los peajes, sobre todo en los tramos Alicante-Sueca y Sagunto Tarragona. Los municipios de la Costa Blanca (las comarcas de las Marinas y la Safor) llevan años exigiendo el fin de la concesión y del pago por viajar, ya que en muchos casos es su única alternativa. La autopista por estos tramos “se ha amortizado varias veces”.
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