El cardenal Cañizares recrimina “la traición y el abandono” que sufrió Rita Barberá
El cardenal arzobispo de València Antonio Cañizares dedicó en la misa celebrada en la Catedral de la ciudad en honor a Rita Barberá una reprimenda generalizada a la sociedad y a la calse política por la situación de la ex alcaldesa en el momento de su muerte, así como una oda a sus 24 años de gobierno en la capital.
“Ninguno es inmune al sufrimiento que atravesó nuestra hermana”, manifestó Cañizares, quien lamentaba “cuánto sufrimiento provoca la traición y el abandono; el rencor, la envidia, los celos o la rabia”. El cardenal advirtió que “así no podemos seguir” por lo que ve como “caminos ciegos sin misericordia”. Por ello, ha pedido “que la muerte de Rita Barberá dé sus frutos, una vez perdonados sus pecados” mediante “cambios urgentes en la sociedad”.
También aseguró que la exalcaldesa “ha vencido todo odio” y reclamó que “sea llevada al juicio de Dios, el único verdadero y justo” y “se enfrente a la tribuna divina que no juzga como los hombres”. “Estamos cansados y agobiados de este mundo que condena a las personas”, manifestó, para insistir en su discurso en el “gran reto de la sociedad española” de “no banalizar la muerte, y más aún de quienes deben ser un ejemplo como los cargos públicos”.
Cañizares alabó la gestión de Barberá como Alcaldesa afirmando que “Rita Barberá fue una gran servidora de todos” y que “sus obras fueron para los valencianos: Se desvivió por ellos”, por lo que ha recordado especialmente su “servicio, entrega y búsqueda del amor para el pueblo”.
Por todo ello, el cardenal ha lamentado una muerte “inesperada” que cree que deja una ciudadanía “desconcertada y abatida” y ha rogado “esperanza por su alma”. Un “Valencia no sería la que es sino fuera por ella” concluyó con la misa.