Carta al rector Esteban Morcillo sobre el cierre de RTVV
Estimado Rector, la Universitat de Valencia en sus estatutos deja bien clara su determinación de ponerse al servicio del desarrollo intelectual y material de la ciudadanía valenciana y que sus actividades universitarias no han de ser mediatizadas por ningún tipo de poder social, social, político, económico o religioso.Partiendo de una amplio consenso, tanto en la comunidad académica como en la opinión pública, que considera a la calidad y densidad de los medios de comunicación como un indicador esencial sobre la calidad de un sistema social y sobre su profundidad democrática. Así sabemos que los medios de comunicación de referencia conforman la elección, la visión y la discusión sobre cuáles son los problemas o las oportunidades relevantes de una determinada comunidad, así como contribuyen a la construcción del universo simbólico de la misma. Pero también en la sociedad del S. XXI, los medios constituyen el vehículo central en la adquisición de información y conocimiento que devienen en ingredientes necesarios de la inteligencia social.
Desde esta perspectiva, la reciente noticia sobre la futura desaparición de RTVV, a pesar de que también existe un amplio consenso de que no cumplía adecuadamente con sus responsabilidades en la provisión de bienes públicos, supone una desesperanzadora noticia. La sociedad valenciana, está cada vez más harta y saturada del elevado grado de incompetencia, corrupción e irresponsabilidad que han mostrado los actores relevantes en nuestros sistema de poder político, económico y social. Y todo ello sin eludir la corresponsabilidad del propio sistema de conocimiento –las universidades- en el ejercicio a veces servil y subordinado al poder político y económico, sin asumir su voz necesariamente crítica y otras veces simplemente ensimismados en el reparto de las miserables migajas de las recompensas intrauniversitarias.
Así que considero que es el momento de cada cuál actúe dando respuesta a sus responsabilidades y en este sentido para el sistema de conocimiento –las universidades- debe resultar inaceptable resignarse a la inexistencia/pérdida de un sistema de comunicación propio que de verdad cumpla las funciones que enriquecen a una comunidad, es decir a) que provea información de calidad y plural que permita a la ciudadanía posicionarse de acuerdo con su estructura de valores en los distintos debates sociales y posibilite una mayor calidad democrática. b) que transmita difunda valores compartidos, que normalice el uso del valenciano y que articulen un mayor grado de cohesión social, c) que permita el acceso y la visibilidad de discursos, grupos, expresiones, territorios y manifestaciones no centrales d) y que finalmente sirva de elemento tractor y difusor de una necesaria industria audiovisual y que genere impactos sobre el resto de los sectores culturales y creativos, promoviendo su innovación.
Estimado Rector, si se diera el caso del cierre de RTVV, las universidades valencianas en conjunto y la Universitat de Valencia, como referencia, no pueden eludir su responsabilidad y deben articular una televisión y radio que desde las universidades tuviera la ambiciosa voluntad de convertirse en un servicio generalista orientado a toda de la sociedad valenciana, y que ofertara todo ese conjunto de bienes públicos. Las universidades tienen el conocimiento, las infraestructuras, el capital relacional y simbólico, la legitimidad, la capacidad y los medios técnicos, los estudiantes y profesores de todas los grados relacionados con la comunicación, el periodismo, la cultura, las actividades creativas, etc.. y posiblemente podría contar con la colaboración de esos centenares de profesionales de la propia RTVV, que ahora parece que durante algunos meses y hasta su injustificado despido cobraran por un trabajo que no van a realizar. Y además los universitarios son también el principal componentes en la generación de contenidos y en la demanda de los mismos
Es el momento de hacer pedagogía con la evidencia sobre qué es y qué puede ser una televisión de servicio público.
Estimado señor rector, reúnase con sus colegas de las universidades públicas valencianas y aquellas privadas que quieran y determinen, cuanto antes, cómo y de qué forma van a usufructuar, legítimamente, ese espacio mediático, que es propiedad de la sociedad valenciana, y que si no, será irremisiblemente invadido por las dinámicas del mercado o de intereses espurios poco sensibles a la satisfacción de las necesidades de la ciudadanía o a los requerimientos de la lógica esencial de la democracia.
Es el momento para las universidades de no escurrir el bulto, de ganarse el respeto y la aquiescencia de la ciudadanía y de lanzar señales claras que nos dignifiquen y nos vayan sacudiendo ese lodo turbio y pegajoso que nos cala desde hace lustros.