Es la hora de la gente
Tras 9 meses de intensa actividad (presentaciones, constitución de círculos, primarias abiertas, programas participativos, campaña electoral, campaña de extensión) llega la hora del proceso constituyente, el momento de dotar de estructuras permanentes a Podemos.
Seguramente para una parte importante de la sociedad, Podemos se reduce a las apariciones mediáticas de Pablo Iglesias y algunos componentes de la promotora que acuden a las tertulias televisivas y a algunos medios digitales afines. Obviamente esto es una visión muy reducida, Podemos es mucho más. Además de Pablo y compañía, existen más de mil Círculos Podemos y miles de activistas anónimos que hemos hecho posible con nuestro esfuerzo cotidiano, muchas horas de trabajo desinteresado, cientos de miles de euros... además de una ilusión desbordante, que Podemos se convierta en una herramienta de participación ciudadana y unidad popular en manos de gente normal y corriente, y no de políticos profesionales, que son precisamente responsables de esta crisis en el sistema.
El debate está servido tras el anuncio de los distintivos borradores organizativos, que deberán ser ratificados por el conjunto de la organización en la Asamblea Ciudadana “Sí se Puede” a celebrar el próximo mes de octubre. El borrador presentado por Pablo Iglesias se ha encontrado con algunos inconvenientes nada más aterrizar, no cuenta con demasiados apoyos desde las bases de Podemos, que argumentan que carece de horizontalidad y que tiene un carácter excesivamente centralizador, que vacía los círculos de contenido y aleja de estos las decisiones en cuestiones electorales y estratégicas. Además, individualiza la representación estatal (también a nivel autonómico y municipal) en la figura del secretario/a general, al que adjudica plenos poderes ejecutivos. Este borrador fue enviado el Lunes 22 de Septiembre, y tres días más tarde todavía no ha conseguido puntos en la página de Plaza Podemos (Reddit), teniendo un 47% de votaciones a favor, al cierre de este artículo. Es curioso el poco apoyo que está recibiendo desde esta red social, teniendo en cuenta el tirón mediático que tiene el equipo que lo presenta, y siendo Pablo Iglesias el principal portavoz de Podemos. ThalosCalcidica, usuario de Plaza Podemos dice en un comentario con 61 puntos positivos “He estudiado el borrador y lamento decir que me ha decepcionado”, no es el único.
Sin embargo, otro documento que está dando mucho que hablar es el presentado por Pablo Echenique, eurodiputado de Podemos, en cuya realización han participado varios Círculos y personas de alrededor del Estado e internacionalmente aportando más de cien enmiendas. Este documento, en pocas horas, lleva alcanzados en Plaza Podemos 71 puntos y un 65% de los votos son positivos, lo cual es bastante representativo en el sentir de los usuarios, y demuestra que éstos tienen percepciones que van más encaminadas hacia la pluralidad que ofrece esta propuesta organizativa. Este borrador sintetiza y equilibra horizontalidad, representación y eficacia, otorgando una mayor autonomía a los Círculos y deposita las decisiones más relevantes de la organización en la Asamblea Ciudadana. Además comparte los liderazgos de forma colectiva en una portavocía colegiada compuesta por siete personas. Según Echenique “En nuestro borrador defendemos que todos los órganos sean colegiados y no unipersonales porque estamos convencidos de que mejora la pluralidad y enriquece las decisiones a través del debate interno”, algo imprescindible para una organización que nace y se desarrolla como parte del proceso de indignación colectiva que sufre nuestra sociedad. Un proceso que dio un claro aviso a todas las fuerzas políticas, tanto para las ya existentes y, como no podía ser de otra forma, para las que todavía estaban por nacer: “No nos representan” y “Lo llaman democracia y no lo es”. Olvidar estas lecciones de las Plazas significaría caer en los viejos errores de la política tradicional. Política que nos sugiere alzar a un líder fuerte y carismático. Un líder que guíe a la ciudadanía, pero que por otro lado la deja en un papel secundario.
Seguir en las redes sociales a los candidatos/as o elegirlos en unas primarias está muy alejado de lo que debería ser la acción consciente de la ciudadanía en política. Esta crisis, que es una estafa de las élites financieras y sus castas políticas, sólo podrá ser superada por la participación cotidiana de amplios sectores de la sociedad en la vida política, económica, social y cultural, incluyendo la toma de decisiones a nivel electoral, la elección de alianzas o la libertad de crítica a las estructuras representativas (sobrepasando y desobedeciendo éstas si así lo consideraran oportuno). Los que sufrimos las crisis diariamente y sus consecuencias (paro, desahucios, exclusión social…) sabemos que nadie nos va a regalar nada, que sin nuestro esfuerzo y apoyo mutuo tanto dentro como fuera de las instituciones será imposible revertir la situación de expolio y saqueo de las riquezas naturales y de nuestra fuerza de trabajo por parte del capitalismo neoliberal y sus secuaces.
La participación de Podemos en las municipales sería la mejor forma de preservar la “marca Podemos”, por el contrario, no permitir a los Círculos presentar candidaturas en sus propios municipios es un claro mensaje de miedo y un giro a las políticas tradicionales, a los “Guanyem” o “Ganemos” surgidos de las profundidades que poco tienen que ver con la participación ciudadana y los movimientos sociales, como la misma Ada Colau avisó: “no avalaremos a partidos que se hunden disfrazados con la marca ganemos”. Si Podemos retrocede en las próximas elecciones municipales y no concurre a éstas, el miedo puede instalarse en las conciencias de millones de personas que sintieron la ilusión de votar a Podemos el 25 de Mayo y reforzará las posiciones del bipartidismo, acercando la restauración de régimen del 78 y alejando la ruptura democrática del imaginario colectivo de nuestra sociedad. Abandonar el municipalismo es sinónimo de retirada, de fin de la ofensiva, de hasta aquí hemos llegado, de sentir que sólo se puede votar a los viejos partidos, los mismos que nos han sumergido en la emergencia social. Abandonar la iniciativa es un error y manifiesta falta de confianza en los de abajo, en la ciudadanía, en la pluralidad y retoma arcaicos paternalismos que fracasaron a lo largo de la historia.
Una de las ideas que dio la fuerza a Podemos fue recoger el “Sí se puede” de los movimientos sociales, por lo tanto la propuesta de no presentar candidaturas en las municipales da la oportunidad a los medios de comunicación de anunciar que no podemos y tratar de convencer al espectador de que somos una utopía imposible de realizar, como así hicieron los informativos de Tele 5 o Antena 3. Corremos el riesgo de que ese terrible mensaje quede registrado en el sentido común de millones de personas y que vuelvan a reconectar con la desilusión y resignación. La Plataforma de Afectados por las Hipotecas demostró poniendo en práctica, paralizando desahucios en la calle, en los despachos y juzgados que un movimiento puede en pocos meses adquirir todos los conocimientos necesarios y transformarse en una herramienta de empoderamiento. El mismo proceso de empoderamiento es el que tenemos que desarrollar en el municipalismo. Los mensajes de que no se puede van contra el ADN de la participación ciudadana y las esperanzas de transformación social que anunció el manifiesto fundacional de Podemos: “Mover ficha: convertir la indignación en cambio político”.
Para seguir avanzando necesitamos una estructura organizativa abierta y participativa, que apueste por la auto-organización, que afronte con valentía los retos electorales y que mire más allá de las instituciones construyendo espacios de Poder Popular, los Círculos. Demostremos que es la hora de la gente.