L'Albufera para nadie
El uso público y el disfrute ordenado, la enseñanza y el estudio de los valores ambientales y culturales son funciones prioritarias en L’Albufera. Lo dice la ley de espacios naturales y lo confirman las directrices de gestión del parque natural. Sin embargo, la realidad es otra. Por lo pronto, la elaboración de un Plan de Uso Público lleva una década parada, el único mirador de la laguna está cerrado hace un año, y el horario del único observatorio en condiciones de todo el parque, el del Racó de l’Olla, no cubre las necesidades de los usuarios, especialmente los fines de semana.
En un documento presentado hace unos días en la Dirección General de Medio Natural, quince asociaciones, ONG y empresas que trabajan en L’Albufera manifiestan su preocupación ante una situación que es impropia del tercer humedal más importante de la península Ibérica. Según un comunicado, la falta de equipamientos limita el disfrute del entorno y la posibilidad de llevar a cabo actividades de educación y divulgación, impide situar este espacio entre los destinos preferidos de los turistas de naturaleza y dificulta cualquier intento de dinamización de la economía local en este sentido.
Frente a esto, las entidades insisten en la necesidad de reconocer la observación de las aves y el turismo de naturaleza como un proceso participativo de la sociedad en el cuidado y la conservación de sus paisajes. Y reclaman que se aborde decididamente el citado Plan de Uso Público del parque natural —a la vez que el Plan Sectorial de Turismo de Naturaleza y Biodiversidad 2014-2020 que supuestamente está impulsando la Generalitat Valenciana— y que se resuelva urgente y efectivamente su carencia de equipamientos.
El documento está firmado por SEO/BirdLife, Acció Ecologista-Agró, la Fundació Assut, la Sociedad Valenciana de Ornitología, la Asociación Valenciana de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible, la Asociación Ambiens, la Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza y la Asociación de Guías de Birding de la Comunidad Valenciana, así como por media docena de empresas de turismo de naturaleza que operan o tratan de operar en el parque natural de L’Albufera.