El efecto 'Gambito de dama': las Corts Valencianes aprueban incorporar el ajedrez en todas las etapas educativas

La defensa de ajedrez es una de las escasas cuestiones que genera consenso en las Corts Valencianes. La comisión de Educación aprobó este martes una proposición no de ley para incorporar la enseñanza del ajedrez en todas las etapas educativas como herramienta para desarrollar otros aprendizajes.

La propuesta, planteada por Unides Podem, consiguió los votos de todo el arco parlamentario. La representante de Unides Podem en la comisión, Naiara Davó, se refería a la propuesta como “la PNL Gambito de dama”, por la popular serie de Netflix que toma el nombre de una jugada de ajedrez. Davó defiende incorporar la práctica como método de innovación en las diferentes etapas educativas, “como herramienta para la igualdad y contra el acoso escolar”, en todos los centros de enseñanza -incluyendo la universitaria- a través de los programas Jocs Esportius y Esport a l’escola, de la Conselleria de Educación. En concreto, se trata de impulsar prácticas extraescolares y voluntarias como complemento a otras fórmulas de aprendizaje.

En paralelo, el Parlamento autonómico insta al Consell a impulsar proyectos estratégicos sobre el mundo del ajedrez, con una marca propia, como generadora de acontecimientos, estudios, congresos y publicaciones que apoyen su faceta educativa y repercutan positivamente en el sector cultural, turístico y deportivo.

“Creemos interesante y necesaria la incorporación del estudio y la práctica del ajedrez en las diferentes etapas educativas, porque es el juego perfecto: abre la mente, trabaja el razonamiento deductivo, la memoria, la iniciativa, desarrollando la inteligencia y favoreciendo la adquisición de otras competencias. Su práctica mejora sorprendentemente la comprensión lectora, una actividad fundamental que implica el éxito de las otras materias académicas y cotidianas de la vida diaria, sobre todo en matemáticas”, indica la propuesta.

La parlamentaria insiste en que “el ajedrez puede utilizarse como juego educativo para alcanzar los objetivos pretendidos con el proceso de aprendizaje y como vehículo para el aprendizaje de otras materias”. Y añade: “Encontramos beneficios relacionados con la inteligencia emocional, ya que puede mejorar la concentración, paciencia y persistencia, y puede ayudar a desarrollar el sentido de la creatividad o la intuición e incluso convertirse en un aliado para superar problemáticas de comportamiento y de salud, favoreciendo la igualdad y la inclusión”, con independencia de la edad del alumnado.