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Alumnado extranjero, pobre, de la periferia y en colegios con menos gasto público: así es la segregación en los centros educativos de València

Ruta segura de València, en el barrio de Russafa.

Lucas Marco

Valencia —

Alumnos extranjeros pobres, en colegios de la periferia de la ciudad, con menor inversión de gasto público respecto a la educación concertada y con déficit de plazas escolares. Esta es la radiografía del alumnado que sufre segregación escolar en la ciudad de València. 

Las conclusiones de la investigación sobre el mapa escolar de València, encargada por el Ayuntamiento a un grupo de sociólogos de la Universitat de València, son demoledoras: “Se ha consolidado la estructura dual de la red escolar valenciana procedente del franquismo, en la que los centros escolares de prestigio se encuentran en los barrios de nivel socioeconómico alto y los centros escolares desprestigiados se ubican en los barrios de condición más desfavorecida”.  

En la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), la proporción de la oferta pública ha disminuido del 49,69% en 1996 a un 42,31% en 2016 mientras que en la educación infantil de segundo ciclo la oferta pública ha caído del 56,06% al 30,46% en el mismo periodo. “La administración educativa no ha apostado por el incremento de la oferta educativa de titularidad pública en el sistema escolar valenciano durante los últimos 25 años”, concluye el estudio.   

La evolución histórica de la ciudad y la implantación de centros educativos ha conformado una clara dualidad entre los barrios del centro de la capital, donde abundan colegios concertados y población de mayor nivel socioeconómico y los de la periferia con centros escolares públicos “construidos para satisfacer la demanda de una masiva población inmigrante que llegó a la cuidad en los años 60 y 70 del siglo XX procedente de otras provincias del Estado español”. 

Esta dualidad contrasta con el crecimiento demográfico tres veces mayor en los distritos de la periferia que en los distritos del centro de la ciudad. La oferta escolar, por contra, se ha incrementado más en los distritos centrales que en los distritos de la periferia, “aumentando aún más los desequilibrios preexistentes de la red escolar de la ciudad de València”, señala el estudio.  

Los distritos centrales tuvieron una sobreoferta de plazas escolares en todas las etapas educativas durante el curso escolar 2016-2017. Estas zonas cuentan con una oferta un 25,83% mayor que las necesidades educativas de su población mientras que el déficit total de plazas escolares en los distritos periféricos de València es del 12,46%.

Esta sobreoferta en el centro de la ciudad a costa de una dotación insuficiente en la periferia de la ciudad “genera tensiones y desajustes en el proceso de escolarización, incentiva movimientos del alumnado entro los diferentes distritos y centros educativos de la ciudad y alimenta dinámicas de segregación escolar”, apunta el informe de la investigación dirigida por el profesor de Sociología de la Universitat de València José Manuel Rodríguez Victoriano

La evolución del gasto público en educación tampoco ha favorecido a los colegios públicos. Los recortes presupuestarios a consecuencia de la crisis económica “sólo tuvieron un leve reflejo en la parte destinada a conciertos educativos”. El gasto público destinado a la educación concertada ha crecido del 13,3% en 2007 hasta el 15% en 2017 (en el conjunto de España el porcentaje aumenta del 10,7% al 12,5%).

El estudio define claramente el concepto de segregación escolar: “fenómeno mediante el cual determinados colectivos sociales de características homogéneas se concentran en determinados centros escolares, de forma que la homogeneidad de la composición social de las escuelas no refleja la heterogeneidad de la realidad social de los territorios donde están ubicados”. Para medir este fenómeno los autores del estudio utilizan el índice de Gorard que mide, en este caso, la relación entre la distribución de la población de origen extranjero y la distribución del total de la población y en el que cero equivale a ausencia de segregación y uno la segregación máxima.   

En el conjunto del sistema escolar de València, el índice de Gorard alcanza un 0,43, por lo que los autores del estudio concluyen que existe una alta segregación escolar del alumnado extranjero. En los dos distritos con mejor condición socioeconómica de la ciudad, el Pla del Real y Eixample, existe una segregación escolar muy alta, con índices de 0,60 y 0,56, respectivamente.

En la escuela pública el índice es bajo en la mayoría de distritos (0,29 para el conjunto de la ciudad) mientras que la segregación del alumnado extranjero es alta en la escuela concertada, “tanto en los centros de carácter religioso como laico”. “Nuestras escuelas no parecen estar funcionando como mecanismos de integración para el alumnado foráneo, que se ve concentrado, y en algunos casos aislado, en colegios muy determinados de la ciudad”, advierte el informe.  

Las escuelas valencianas se han convertido en un “medio muy potente de reproducción de las desigualdades” con un costo importante para el conjunto de la sociedad. Así, la segregación escolar “limita el rendimiento académico de todo el alumnado” e incrementa el abandono escolar temprano de los colectivos sociales más desfavorecidos. Además, advierte el informe, la segregación escolar tiene “efectos devastadores para la convivencia y la cohesión de nuestra sociedad porque limita la equidad del sistema, disminuye las posibilidades de ascenso social y dificulta al comprensión multicultural”. 

  PROPUESTA_DE_PLAN_CONTRA_LA_SEGREGACIÓN by eldiario.es on Scribd

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