València reduce la contaminación con un decrecimiento forzado por la crisis del coronavirus: “Ha sido brutal la mejoría”
La excepcional situación que vive España con la crisis del coronavirus ha tenido, al igual que en China e Italia, una consecuencia colateral que se ha convertido en una metáfora del decrecimiento: la contaminación ha bajado. En el gigante asiático, tal como informó este diario, las emisiones de CO2 se han reducido un 25%. Sólo en Shanghái, la capital económica china con 24 millones de habitantes, el tráfico rodado llegó a caer un 40%. En Italia, los niveles de contaminación también han bajado en paralelo a la mejora de la calidad del aire, según la Agencia Espacial Europea.
En València, especialmente este pasado domingo, muchos vecinos se sorprendieron al escuchar nítidamente a los pájaros a falta de tráfico rodado. En contraste con un año normal de Fallas, cuando la contaminación y la saturación lumínica y acústica abundan, València permanece confinada y con mucho menos tráfico que cualquier lunes laborable del año. Las estaciones de contaminación atmosférica de la ciudad registraron este pasado domingo una calidad aceptable o excelente.
La física Helena Prima, coordinadora de Ecologistas en Acción en València, sostiene que “tenemos la atmósfera más limpia en años”. La investigadora ha comparado la materia particulada (partículas en la atmósfera de menos de 10 micras) en la ciudad entre el domingo 8 y el domingo 15 de marzo.
Así, el tráfico en València se redujo este pasado domingo, con la ciudad prácticamente desértica, y los niveles de NO2 han descendido un 66,4%. “Comparando dos domingo consecutivos, se ha reducido más de la mitad el dióxido de nitrógeno en la calidad del aire”, asegura Prima en conversación telefónica con eldiario.es.
La primera fuente de contaminación en la capital del Turia, explica la investigadora, es el tráfico rodado, al carecer de grandes industrias dentro de la urbe. “La reducción del tráfico reduce los niveles de contaminación”, añade. La comparativa de los próximos días (laborables pero en pleno confinamiento masivo de la población) propiciará una radiografía más exacta de la reducción de la contaminación. “Me imagino que a lo largo de la semana se verá mucho más claro, entre semana puede ser más fuerte la bajada”, explica la coordinadora de Ecologistas en Acción en València.
Los datos provienen de los medidores oficiales de contaminación de la Generalitat aunque la investigadora recuerda que València tiene “mala diagnosis de la contaminación” al haber pocos medidores y mal situados (están muy separados de las grandes avenidas y de los grandes anillos por donde pasa el grueso del tráfico de vehículos).
El ingeniero químico José Manuel Felisi, coordinador de la plataforma 'València per l'aire', coincide en que “ha sido brutal la mejoría en el momento en que quitas coches, es impresionante cómo ha cambiado la calidad del aire en positivo”. Felisi advierte de que la comparación entre días es una “aberración técnica” pero en este caso los domingos 8 y 15 de marzo han tenido componentes meteorológicos calcados. “La tendencia es muy llamativa aunque puedan haber sesgos”, apostilla Felisi.
Los científicos, como cualquier hijo de vecino durante el estado de alerta, sufren y lamentan la crisis del coronavirus pero también aprovechan para continuar investigando. “Vamos a estudiar cómo evoluciona la calidad del aire porque ya a simple vista, cuando te alejas de la ciudad, se ve que no tiene boina de contaminación”, explica el coordinador de la plataforma 'València per l'aire', quien cuenta con la colaboración del también ingeniero químico Tomás Garrido.
Ambos trabajan para incorporar contenidos a la web Mesura, especializada en calidad ambiental. “La tendencia es que el coche es el principal elemento de emisión”, concluye Felisi.
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