Acabar el nuevo estadio del Valencia CF costaría ahora 160 millones de euros, un 33% más de lo previsto
El Valencia CF ya cuenta con una estimación actualizada del coste real de finalización del nuevo estadio con el último proyecto que presentó al Ayuntamiento, teniendo en cuenta el incremento del precio de los materiales causado principalmente por la invasión rusa de Ucrania.
Como ejemplo, el presupuesto global de ejecución del pabellón Roig Arena de València se incrementó hasta los 280 millones de euros, un 27% más de lo previsto inicialmente.
Según ha averiguado elDiario.es, en el caso del coliseo de la avenida de las Cortes Valencianas cuyas obras llevan 14 años paradas, el club calcula que necesitará 160 millones de euros para finalizarlas, lo que supone un 33% más de los 120 millones que hasta ahora tenía presupuestados.
Esto complica significativamente las posibilidades financiación con arreglo a lo que prevén las fichas urbanísticas que están en trámites de aprobación, en concreto, en trámite de respuestas de alegaciones, paso previo a su aprobación en el pleno municipal.
Estas fichas urbanísticas consensuadas el pasado mes de enero entre el Ayuntamiento, entonces dirigido por el alcalde Joan Ribó y por la vicealcaldesa y responsable se Urbanismo, Sandra Gómez, y el Valencia CF, se incorporarán al convenio que ahora negocia el nuevo equipo de Gobierno del PP, con María José Catalá a la cabeza, con el club que dirige desde Singapur su máximo accionista, Peter Lim.
Y es que, en virtud de las mencionadas fichas, el club se compromete a abonar al Ayuntamiento la cuantía del polideportivo de Benicalap, cuyas obras ejecutará de forma directa el Consistorio. Una vez ingrese la cuantía, la administración liberará los 41.700 metros cuadrados de suelo terciario (oficinas, restauración o comercio) que el club tiene concedidos en dos torres junto al nuevo estadio para que pueda venderlo y obtener recursos. En este sentido, existen negociaciones avanzadas con Atitlan, que se quedaría ese activo por unos 35 millones de euros.
Además, y este sería el principal escollo, no podrá vender el suelo terciario del que dispone en el viejo Mestalla, principalmente 15.000 metros cuadrados que pasan de estar en el subsuelo a estar a superficie y otra parcela de 14.000 metros, ni tampoco los 75.900 metros cuadrados de residencial, hasta que finalice el nuevo estadio en las condiciones acordadas.
Este aspecto complica la operación siempre y cuando el Ayuntamiento exija avales económicos por el 100% de los 160 millones que cuesta finalizar el estadio, algo que durante esta semana han puesto como condición tanto Compromís como el PSPV, en las reuniones que han mantenido con el concejal de Grandes Proyectos del PP, José Marí Olano, para bordar el nuevo convenio.
De esta forma, el club podría garantizar los 80 millones del fondo de CVC, los 35 de Atitlan si finalmente de concentra la venta de las parcelas, además de otros 30 millones correspondientes a las líneas de crédito que en principio habrían ofrecido Caixabank (15 millones) y Rights and Media Funding Limited (15 millones). En total 145 millones, a los que podrían sumarse la cuantía por la venta del edificio de oficinas del club en la plaza del Valencia CF, que en cualquier caso difícilmente alcanzarían los 15 millones restantes para llegar a los 160 millones necesarios.
Aún así, todo queda a expensas de las condiciones que finalmente establezca el convenio que, según comentó Olano, será en esencia prácticamente el mismo que dejaron sobre la mesa del club Compromís y el PSPV. Ambos partidos exigieron al PP que se mantengan todas las exigencias y garantías incluidas en el borrador de aquel documento. El PSPV, además, exigió al club la incorporación del consejero independiente y que el club retirara los recursos judiciales contra la caducidad de la actuación territorial estratégica (ATE).
Tras la negativa de Vox a apoyar cualquier pacto con Lim, el PP necesita el apoyo como mínimo de uno de los dos partidos de izquierdas para la aprobación del convenio en el pleno.
De momento, el Valencia CF habría trasladado al Ayuntamiento su disposición a abonar los 9,8 millones del coste total de las obras del polideportivo de Benicalap, cuando hasta ahora se plantaban en 8,1 millones, uno de los aspectos que hizo que se bloqueara un posible acuerdo con el anterior equipo de Gobierno. En cuanto al aforo del nuevo estadio, se mantendría la propuesta de los 66.000 espectadores ampliables a 70.000, cuando al menos la que fuera vicealcaldesa y actual portavoz socialista, Sandra Gómez, siempre se había mostrado tajante en que el estadio debía tener capacidad para 70.000 espectadores de inicio.
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