¿Qué cuidados necesita una piel con acné?
El acné es un problema frecuente y, aunque puede afectar a adultos, es especialmente común entre los adolescentes: ocho de cada diez jóvenes lo sufre en algún momento de su vida. Este trastorno de la piel suele aparecer sobre todo en zonas como la cara y, en menor grado, en la parte superior de la espalda y los hombros. Se trata de un problema que se visibiliza en la dermis pero que, en muchos casos, puede llegar a afectar también a la autoestima.
¿Por qué aparece el acné?
“El acné aparece sobre una piel grasa”, afirma la doctora Paz Cerdá Escar, especialista en Dermatología. El aumento de los niveles de andrógenos, hormonas masculinas que suben a partir de la adolescencia, tanto en hombres como en mujeres, puede desencadenar un proceso de mayor producción de sebo, lo que explicaría que el acné se produzca sobre todo a partir de la adolescencia.
Aunque se trata de un problema hormonal común sobre todo en esta época de la vida de los jóvenes (suele afectar a un 80% de los jóvenes de entre 12 y 20 años), cualquier persona en cualquier momento de su vida puede tener acné, bien porque se somete a un tratamiento con corticoides o porque está en un periodo de cambios hormonales, como la menopausia o el embarazo.
También puede ocurrir que algunos brotes de acné en una piel grasa estén provocados por algunos fármacos como “antiepilépticos, los corticoides y por el uso de cosméticos que no son adecuados, como jabones, cremas o maquillajes”, puntualiza la experta.
Cómo se manifiesta el acné
El acné suele aparecer en forma de lesiones cutáneas de distinto tipo, como comedones –que es la más frecuente en los pacientes jóvenes–, pápulas, pústulas y nódulos. Estas lesiones pueden ser inflamatorias, pero no es siempre necesario que sea así. En el primer caso, suelen aparecer granos rojos y dolorosos que pueden dejar cicatrices huecas. También pueden aparecer puntos negros, quistes y puntos blancos provocados por el exceso de sebo y el cierre del canal capilar, que retienen el sebo en la glándula sebácea.
Rutina de higiene, clave para tratar el acné
Para lidiar con el acné, a cualquier edad, es importante consultar con un dermatólogo que nos ayude a cuidar de nuestra piel y que nos dé las pautas necesarias para tratarlo de la forma más adecuada. “El acné es una enfermedad dermatológica que tiene que tratar un dermatólogo”, recalca Cerdá.
Se trata de una patología cutánea que necesita que le demos unos cuidados concretos. De acuerdo con la Guía para pacientes con acné, de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), a la hora de tratar el acné hay unas medidas generales que se fundamentan en pasos claves como:
- Limpieza: aquí los expertos advierten que una limpieza excesiva puede agravar el acné. Por tanto, es importante encontrar un equilibrio y hacerlo dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche. Este proceso puede hacerse con agua y limpiadores syndet, es decir, limpiadores sin detergentes, siempre sin manipular las lesiones. Para Cerdá, la limpieza “tiene que ser con un jabón específico del acné, secar y aplicar un tónico, que en ocasiones son astringentes si hay mucha grasa, que frene la inflamación”.
- Alimentación: aunque no existe evidencia científica de que lo que comemos tenga que ver con la aparición del acné, sí es cierto que algunos alimentos como “los lácteos sin desnatar, todos los embutidos y las grasas en general potencian la inflamación de la piel”, afirma Cerdá, que matiza que “la alimentación no es la causa del acné pero sí lo empeora si hay una tendencia genética a tenerlo”.
¿Me puedo maquillar si tengo acné?
Sí podemos hacerlo, aunque debemos ser muy rigurosos con la higiene para evitar que queden restos de maquillaje, sobre todo durante la noche. Es importante elegir aquellos cosméticos especiales para pieles con acné, que no obstruyan el poro para evitar así la sobreinfección y la aparición de comedones, la lesión más frecuente en los pacientes jóvenes que se manifiesta en forma de pequeñas lesiones.
¿Qué ocurre con el afeitado? En este caso, es aconsejable ablandar la barba con agua tibia y jabón y, con una cuchilla o maquinilla, afeitar con suavidad y solo cuando sea necesario, no a diario. “En ocasiones, tras el afeitado, puede ser necesario aplicar unas lociones específicas, a veces con antibióticos tópicos”, matiza Cerdá.
Usar siempre productos específicos
En todos los casos, el tratamiento del acné pasa por usar productos específicos como fórmulas fluidas libres de grasas, saneantes, matificantes (que producen un efecto inmediato), ceramidas o manteca de karité para proteger la barrera cutánea, calmantes, seborreguladores y productos aptos para pieles sensibles.
Para tratar el acné la primera opción suelen ser los “tratamientos tópicos como el peróxido de benzoilo, retinoides y antibióticos diversos”, explica Cerdá. El tratamiento oral suele consistir en la administración de antibióticos y retinoides. En este paso Cerdá desmiente la falsa creencia que existe de que los tratamientos contra el acné “resequen o irriten o sean malos para la piel; las irritaciones muchas veces están provocadas por tratamientos para conseguir un peeling de la piel”.
En relación a cuándo es necesario empezar el tratamiento, la dermatóloga afirma que “se ha visto que no hace falta tener un acné grave para aplicar estos tratamientos, ya que si actuamos pronto de forma integral es mejor, porque actuar desde el principio hará que queden menos marcas”. La experta aclara que siempre “hay que estar pendiente de una piel grasa con tendencia a tener acné” ya que pueden aparecer brotes en cualquier momento, por varios motivos como el uso de cremas grasas, maquillajes grasos o por influencia hormonal.
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