Seis preguntas para explicar la crisis de los huevos contaminados que preocupa a Europa

Alerta alimentaria en Holanda por huevos contaminados con un pesticida tóxico

Jordi Sabaté

Es mucho más que una noticia de verano, se trata de un escándalo que va creciendo día a día y que puede ser mayúsculo si se detecta finalmente que las carnes de ave también están contaminadas por el mismo producto que los huevos. Pero más allá de la salud pública, el asunto suscita muchas preguntas sin que por el momento se tengan respuestas claras.

Por un lado no se comprende cómo un producto que generalmente se usa en veterinaria doméstica pudo acabar en granjas industriales, si no es con afán de lucro criminal, ya que no se recomienda para el trato de animales que forman parte de la cadena alimentaria humana, como es el caso de gallinas y pollos. Por el otro, resulta sospechoso el retraso de las autoridades de los distintos países afectados inicialmente, en especial Holanda y Bélgica, en informar de la detección del compuesto en las partidas de huevos.

En concreto Bélgica detectó la presencia de fipronil en varias partidas de huevos para el consumo provenientes de granjas en su territorio a principios de junio, pero no informó a los demás países hasta el 20 de julio. Katrien Stragier, una portavoz de la Agencia Belga para la Seguridad de la Cadena Alimentaria justificó el retraso alegando que se inició una investigación por fraude y se decretó secreto de sumario.

Y en una situación similar se encuentra Holanda, que reaccionó tarde, no detectando la contaminación masiva de los huevos de sus granjas hasta hace una semana. Holanda tiene cerca de 50 millones gallinas ponedoras que producen huevos para numerosos países de Europa, siendo uno de los principales productores de la UE.

A continuación te aclaramos las dudas que puedas tener sobre esta crisis alimentaria con seis preguntas.

1. ¿Dónde y cuando comenzó la crisis?

Comenzó en las granjas de Holanda y Bélgica, ambos países importantes exportadores de huevos al resto de socios europeos, así como productores para consumo propio. En junio la Agencia Belga para la Seguridad de la Cadena Alimentaria detectó la presencia de un compuesto llamado finpropil en huevos de varias granjas belgas, pero tapó el tema temporalmente bajo una investigación por fraude, no informando a los países posibles receptores de sus exportaciones.

Finalmente, ante la magnitud de la contaminación, se informó a Bruselas, que ahora estudia expedientar tanto a Bélgica como a Holanda por no haber informado. Aparentemente, Holanda detectó solo hace una semana la presencia masiva de huevos contaminados procedentes de sus granjas. Bruselas quiere abrir una investigación para que Holanda explique cómo no detectó en sus rigurosos controles el fipronil con antelación. Sobre todo teniendo en cuenta que el principal comprador de huevos holandeses es Alemania, un país con más de ochenta millones de personas.

2. ¿Qué es el fipronil?

El fipronil es un compuesto biocida de amplio espectro de la familia del fenilpirazol, que actúa sobre el sistema nervioso de los insectos sobreexcitándolo. Se usa en numerosas aplicaciones como pesticida y bajo diferentes normbres comerciales. Por ejemplo bajo el nombre de Termidor se usa en varios países contra hormigas y cucarachas, aunque no en la UE.

En España, quienes compartan sus vidas con perros y gatos lo conocerán por estár presente en Frontline, un producto que se usa contra pulgas, garrapatas y piojos. Pero por el peligro de que llegue al tracto digestivo humano, y de ahí a otros órganos, no está permitido su uso como desparasitante en animales que vayan a ser destinados, ellos o sus productos, al consumo humano.

3. ¿Cómo pudo llegar a los huevos?

Se cree que contra la normativa, el fipronil ha sido usado en granjas de Holanda y Bélgica como tratamiento contra el ácaro rojo, un parásito de las gallinas. Del plumaje de estas, habría pasado al huevo, y de su cáscara porosa posiblemente al interior.

Se sospecha que su uso se debió a que es un tratamiento más barato que otros y se teme que sea una práctica delictiva generalizada en la que estén implicadas la compañía holandesa Chick Friends, así como su proveedor belga Poultry-Vision. Adicionalmente, hace dos días, la fiscalía alemana cerró varias granjas del estado de Baja-Sajonia por detectar fipronil en sus huevos.

4. ¿Es peligroso comerlos?

El fipronil puede ser tóxico en cantidades altas: La OMS lo clasifica como “pesticida moderadamente peligroso”, pero su efecto acumulativo en un consumo alto puede llegar a afectar a los sistemas hepático, renal y la glándula tiroides. Como efectos menores produce vértigos, náuseas o vómitos.

En este sentido, la principal preocupación ahora es que el fipronil no haya contaminado carnes de ave, porque la contaminación con este compuesto sería mucho mayor que con el consumo de huevos. Preventivamente las autoridades de los países afectados han recomendado no consumir huevos de los que no se conozca la procedencia.

5. ¿Cuántos países hay afectados?

Por el momento son siete los países donde se ha detectado partidas de huevos con fipronil: Holanda, Bélgica, Alemania, Suecia, Suiza, Francia y Reino Unido. En los cuatro últimos la detección de partidas contaminadas es mucho menor que en los tres primeros. Varias cadenas de supermercados alemanes han retirado de la venta los huevos holandeses y belgas.

6. ¿Hay peligro en España?

Según los datos del Centro Internacional de Comercio, España importó en 2016 algo más de 4.500 toneladas de huevos desde Holanda; en esa cantidad, se incluyen todos los huevos de ave con o sin cáscara, yemas de huevo, frescos, secos, conservados, cocidos en agua o vapor. Sin conocer lo datos de 2017, la posibilidad de que haya partidas contaminadas en circulación en España es real. Por el momento, el Gobierno vasco ha inmovilizado una partida de 20.000 huevos contaminados.

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