Favoritos para el Nobel: Murakami, Thiong'o, Alexievich y Modiano
El año pasado fue la delicada cuentista canadiense Alice Munro; el anterior, el virtuoso chino Mo Yan. Le siguen, hacia atrás, el sueco Tomas Tranströmer, el peruano Mario Vargas Llosa y la alemana Herta Müller. Siempre nominado, nunca elegido, el premio más prestigioso del mundo de las letras se le escapa a Haruki Murakami, quien permanece sin embargo liderando las listas de favoritos un año más. Este año hay 210 nominados. El ganador recibirá 8 millones de coronas suecas (casi un millón de euros) de manos del rey sueco el 10 de diciembre en Estocolmo.
Al menos estas son las cuentas de la casa de apuestas Ladbrokes (las otras dos son Unibet y Paddy Power) que le mantiene como favorito para recibir el próximo jueves el reconocimiento de la Real Academia Sueca en Estocolmo. Le sigue Ngugi wa Thiong'o, el novelista, ensayista, dramaturgo, periodista, editor, profesor y activista keniata, ha escalado al segundo puesto de la lista desde muy abajo en las últimas dos semanas. Es precisamente su perfil activista lo que le ha catapultado como favorito, en un premio que en los últimos años ha mutado del legado literario al compromiso con valores más humanitarios.
Una vida más que literaria
Ngugi saltó a la fama en el África oriental cuando se representó su primera obra, The Black Hermit, en el teatro Nacional de Kampala como parte de los festejos por la independencia de Uganda en 1962. Después de la publicación de una novela sobre la vida en la Kenya neocolonial (Pétalos de sangre) y la dura obra teatral Ngaahika Ndeenda (Me casaré cuando yo quiera), los hombres del dictador Daniel arap Moi le enviaron sin cargos a la prisión de máxima seguridad de Kamiti a finales de 1977.
Fue allí donde decidió dejar de escribir en inglés y volver a su idioma materno para escribir Caitaani mutharaba-Ini (El diablo en la cruzEl diablo en la cruz) en un rollo de papel higiénico. Mientras estaba en Inglaterra promocionando la novela, se enteró de que Moi había dado orden de matarlo en cuanto se bajara del avión. Desde entonces, Ngugi ha vivido en el exilio, combinando su trabajo académico con el activismo contra los regímenes totalitarios y las fuerzas corruptas de la postcolonización.
Es un duro contrincante pero no está solo. En ascenso meteórico, Patrick Modiano era el domingo “la apuesta más popular” en su categoría. El francés, que a diferencia de Ngugi ha sido traducido largamente al castellano por Anagrama, ya tiene el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y Goncourt. También ha pegado fuerte en las apuestas la periodista y escritora bielorrusa Svetlana Alexievich, que el año pasado recogió el Premio de la Paz que otorgan los libreros alemanes en la Feria de Fráncfort. El poeta sirio Adonis se mantiene en los cinco primeras posiciones, donde lleva ya al menos un lustro.
No son todos los que están
Desde que Alfred Nobel creara los premios para evitar que todo el mundo le recordara como el inventor de la dinamita, las apuestas en un contexto en el que los nominados son secretos se han convertido en una tortilla de estadísticas, rumores y pura especulación. Landbroke, una de las casas de apuestas más antiguas del Reino Unido, se ganó su fama cuando predijo a Orhan Pamuk como el ganador en 2006, pero no ha vuelto a acertar desde entonces. Mientras tanto, favoritos probables como Milan Kundera, Claudio Margris, Cormac McCarthy o el propio Philip Roth, han ido descendiendo puestos.
“Prestamos atención a los grandes autores que no han ganado el premio anteriormente y que tienen nuevos trabajos en el mercado - le explicaba el portavoz de Landbrokes Alex Donohue a Business Week el año pasado. Malas noticias para Roth, que anunció su retirada del mundo literario. ”Philip Roth es ahora mismo la peor apuesta de nuestra lista“ -le dijo al Guardian hace dos días. -”Muchas de las apuestas que se han hecho a su favor se han hecho desde casas de apuestas en el Reino Unido, en lugar de nuestra web o nuestra aplicación para móviles que es lo habitual“. El impacto mediático de las apuestas y su tamaño real es completamente desproporcionado: al final se juegan entre 10.000 y 20.000 libras en total.
A juzgar por los premiados anteriores, la edad también juega un papel importante. A Jonathan Franzen se le ha pasado el arroz; si el año pasado jugaba con un poco halagueño 100 a 1, este año ha desaparecido de la lista. Javier Marías -aún el único español en la lista- queda emparedado entre Salman Rushdie y Cormac McCarthy. Nuestro favorito, Thomas Pynchon, se mantiene por debajo de Milan Kundera pero por encima de Bob Dylan.