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La 'Operación Ronda de Noche' entra en nueva fase con retirada del barniz del 'Rembrandt'
La Haya, 12 nov (EFE).- La 'Operación Ronda de Noche', que mantiene desde 2019 a un equipo de expertos internacionales dentro de una vidriera que protege y visibiliza el cuadro más mítico de Rembrandt en el Rijksmuseum, entra en una nueva fase, la de restauración, que comienza este martes con la retirada del viejo barniz, a ojos del público de la pinacoteca.
El Rijksmuseum de Ámsterdam comenzó la 'Operación Ronda de Noche' en 2019, un proyecto entregado a investigar y restaurar este cuadro del siglo XVII, lo que también se convirtió en una atracción turística en sí misma al realizarse en una especie de 'quirófano' preservado por una cristalera, dentro de la que trabajan decenas de expertos.
Tras cinco años de investigación y un reentelado reciente de la pintura, un equipo de ocho conservadores ha comenzado hoy a eliminar la capa de barniz viejo que cubría el lienzo, lo que se hace con una precisión microscópica, y permitirá preservar para futuras generaciones esta obra de Rembrandt (1606-1669).
“El inicio de la fase de restauración está lleno de expectativa: eliminar el barniz revelará la historia llena de eventos de 'La Ronda de Noche', y será una experiencia realmente única para el público poder seguir el proceso tan de cerca”, señaló Taco Dibbits, director del Rijksmuseum.
Los expertos del museo están usando un tipo especial de papel tisú para eliminar las capas de barniz aplicadas a la pintura durante su restauración en 1975-1976.
“Colocan el tisú, preparado con un solvente, sobre la superficie de 'La Ronda de Noche' por un corto tiempo. El barniz se disuelve y es absorbido por el tisú”, explica la pinacotena.
Y luego, añade, “con ayuda de un microscopio, eliminan cuidadosamente los restos de barnices más antiguos con hisopos de algodón. Este momento es la culminación de años de investigación científica, aplicando esta técnica en otras pinturas y realizando pruebas en 'La Ronda de Noche'”.
Los frutos de la operación
La pintura, de 337 kilos y cuatro siglos de vida, también conocida como 'La Guardia Nocturna', mide 379,5 centímetros de alto por 453,5 de ancho. En 2020, el museo presentó la fotografía más detallada jamás hecha de este cuadro, una imagen de 44,8 gigapíxeles.
Ese nivel de detalle permite ver con nitidez pinceladas y partículas de pigmento del lienzo, haciendo posible que los científicos detecten cualquier proceso de desgaste sin necesidad de tener el original delante.
En 2021, el museo presentó una reconstrucción de la versión original del cuadro, que incluye las partes ausentes gracias a la inteligencia artificial.
Rembrandt terminó la pieza en 1642 y esta se colgó en un salón del Kloveniersdoelen, el cuartel general de la guardia cívica, pero cuando los funcionarios quisieron trasladar el cuadro en 1715 y no encajaba por la puerta del ayuntamiento, optaron por agarrar unas tijeras y cortar pedazos por los lados.
Nada se sabe del paradero de aquellos trozos.
En diciembre de 2021 la investigación dio su primer fruto: la detección de un boceto oculto detrás de las capas de pintura, la génesis de la obra.
El maestro barroco había esbozado y buscado la composición ideal durante tiempo antes de plasmar sobre ese lienzo a la compañía de arcabuceros del capitán Frans Banninck Cocq y el teniente Willem van Ruytenburch.
Durante dos años y medio, el cuadro había sido mapeado meticulosamente usando fotografía de alta resolución, escaneo de fluorescencia de rayos X, espectroscopia de imágenes de reflexión y análisis informático altamente avanzado.
Ese boceto descubierto coincide con el “enfoque espontáneo” de Rembrandt para componer directamente sobre el lienzo.
Los desgastes
La investigación reveló desgastes preocupantes en parte como resultado de los tratamientos y eliminación de barniz a los que se sometió al cuadro desde el XVII.
Ese deterioro se refleja en la ropa del capitán Cocq o en el rostro de Jan van der Heede, el guardia a su izquierda con traje rojo, pero también se ven hilos de la tela y hay algún rasguño alrededor de su nariz.
La gran víctima del desgaste es el perro situado en la parte inferior derecha de la pintura: al principio se suponía que la neblina blanca sobre el animal era resultado de la formación de cristales en la pintura, pero la realidad es que dio lugar a una mayor exposición del boceto de color claro recién descubierto.
Además, hay deformaciones que se desarrollaron a principios de este siglo cuando la pintura se colgó en el ala Philips para la remodelación del edificio principal del museo: quizás sean resultado de excesivas fluctuaciones climáticas en la galería, pero pueden abordarse y remediarse sin peligro para la pintura.
Imane Rachidi
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