Detrás de las cámaras del mejor episodio de Juego de Tronos
Ya ha sido calificado como el mejor capítulo de la historia de la televisión junto a Ozymandias, de Breaking Bad. No es casualidad que coincida con el noveno de la temporada, un número que lleva implícito una alta dosis de expectativas y paros cardíacos. La batalla de los bastardos no solo ha cumplido con ambas, sino que ha establecido un nuevo récord de violencia descarnada y espectacularidad técnica.
Los usuarios de la página IMDb así lo han valorado, tras reponerse del shock anafiláctico, con sus notas sobresalientes y las alabanzas en la web. La media de 10 no ha bajado tras las emisiones internacionales del episodio, que en estos momentos han votado más de 53.000 personas. Quizá sea porque el público esperaba un enfrentamiento mayestático como el de Casa Austera desde el inicio. O simplemente porque necesitaba ver cómo alguien -quien fuese- impartía saña y justicia a la dictadura Bolton.
Recuperar Invernalia requería bastante más que un combate cuerpo a cuerpo entre los dos bastardos más irrompibles del Norte. Sobre todo cuando la temporada ha puesto más artillería técnica en cada fotograma que muchas de las producciones de Hollywood. Hace tiempo que el presupuesto de la serie y los resultados no son equiparables al resto de proyectos para la televisión, y eso tiene tantas ventajas como riesgos. Pero el equipo de la HBO ha demostrado que se puede permitir apuntar alto y no jugarse el pellejo. Ahora, con la tranquilidad que otorgan los millones de recaudación, han publicado los entresijos de la batalla que pasará a los anales de la pequeña pantalla.
Al más puro estilo material extra de los dvd, Anatomy of a scene desgrana las coreografías de caballos, el uso del croma y las interminables escenas de lucha que extenúan al mismísimo Jon Snow. Las bondades de la tecnología son tal y como las imaginamos, pero no para Camilla Naprous, la maestra de equitación que coordinó en primera persona a más de ochenta animales. “Teníamos que recrear la colisión entre los caballos, pero sin que ninguno de ellos o sus jinetes resultasen heridos. Esto es algo que no se había hecho nunca así”, dicen en el vídeo.
Los showrunners de la serie, David Benioff y D.B Weiss, se chocaron contra un muro a la hora de encontrar patrones en el cine. Así que recurrieron a los libros de historia y a la pericia bélica de Alejandro Magno para inspirarse. “Volvimos a la Batalla de Cannas, donde los romanos quedaron atrapados en un círculo por Aníbal y fueron aniquilados”, revelan sobre la estrategia plagiada al ejército de Cartago.
La otra referencia que tomaron fue la Guerra Civil Americana, donde la masacre fue tal que supuso una obstrucción para continuar con la lucha. “La idea era que se sintiese el caos de las flechas, la gente siendo asesinada y arrollada por los caballos. De hecho, muchos de los combatientes hábiles que sobreviven es porque tienen suerte”, agregan en el making of.
La mano del director Miguel Sapochnik será siempre recordada como la que obró la magia en esta sexta temporada, sin necesidad de elementos fantásticos ni diálogos epatantes. Sus diez minutos en escena han logrado lo que muchos querrían para el taquillazo del año, y eso es lo que se describe en mayúsculas como magia del cine (aunque sea a pequeña escala).