Lola Johnson culpa a Camps y Fabra del pufo con la adjudicataria de la Fórmula 1
La exconsellera de Cultura y Deportes y exportavoz del Consell, Lola Johnson, ha declarado este miércoles durante cerca de cuatro horas en el juzgado de Valencia que investiga el pufo de la Fórmula 1 en Valencia. Johnson, una mujer de gran peso en varios gobiernos del PP en la Generalitat, ha descargado en Francisco Camps y Alberto Fabra toda la responsabilidad de las relaciones con Valmor, la empresa a la que se adjudicó a dedo la gestión del gran premio de Europa y que fue adquirida por el gobierno valenciano. Su rescate costó un euro y la asunción de sus 34 millones de deuda.
La Fiscalía Anticorrupción imputa a Camps, Jorge Martínez 'Aspar', socio de Valmor, y Johnson, los delitos de prevaricación administrativa y malversación de caudales públicos. La exconsellera ha declarado a petición propia y, según sus palabras a la salida del juzgado, ha contestado todas las preguntas, incluídas las de la acusación pública. De acuerdo con El Mundo, ha quitado importancia a su papel en el asunto descargando toda la responsabilidad en los dos expresidentes, Camps y Fabra, y otros altos cargos con jerarquía sobre ella, casos de los exvicepresidentes José Císcar y Paula Sánchez de León.
Johnson, que recientemente declaró en la comisión de investigación parlamentaria sobre el accidente de metro en Valencia, ha negado frontalmente la tesis de que el pufo de Valmor fue responsabilidad suya. Dos de los asuntos investigados por la Anticorrupción -el contrato con Valmor y el aval que la Generalitat extendió a esa empresa- serían, según su declaración, imputables a Camps, responsable de las negociaciones. El rescate de Valmor, a Fabra. El ahora senador no está imputado en el asunto.
Los socios de Valmor -José Luis Olivas, expresidente de Bancaja, y Fernando Roig, dueño del Villarreal- y los altos cargos del Consell que han testificado en el asunto -exsecretario autonómico de Turismo y Proyectos Temáticos- han coincidido en destacar el sinsentido económico de la operación y la responsabilidad de la cúpula del PP valenciano en el asunto. Camps prometió que la Fórmula 1 no costaría ni un duro al erario público. Al final, necesitó de más de 300 millones. Aún se deben 100 solo por las obras del circuito.