Si hay un superpoder en manos de los directores y cargos periodísticos de un medio es el de fabricar noticias, conjurándolas literalmente con su voluntad. En efecto, la magia que transforma un sucedido común en una noticia no es más que la palabra de un responsable que decide que esa historia debe ser contada; al colocarla en las páginas del medio está diciendo que lo ocurrido merece atención, debe ser conocido por la sociedad y tiene entidad suficiente para ello. Es un poder casi mágico y tan potente que los teóricos piensan que esta capacidad de determinar la agenda, es decir, de decidir de qué se habla y de qué no, es una de las armas más potentes en el arsenal del periodismo. Y por la misma razón el silencio, la decisión de no tomar como noticias determinadas situaciones, es una forma particularmente retorcida de censura y control social, puesto que al decidir que de algo no se habla se decide nada menos que su condena a la inexistencia en la mente de la sociedad. Como ya escribió Kafka el arma más terrible de las sirenas no es su canto, sino su silencio.
Pero si este poder parece omnímodo y aterrador en un periódico serio nunca es caprichoso: la determinación de si algo se convierte en noticia o no depende de muchos factores que son conocidos y comprendidos por los periodistas. Existen reglas y criterios que se emplean, con mayor o menor acierto pero de modo sistemático y profesional, a la hora de tomar esa decisión. Entran en juego la distancia y la importancia, los medios de que dispone el periódico, la novedad y el contexto. Esto último de gran importancia, pues puede suceder que un mismo hecho sea o no noticia dependiendo de dónde, cuándo o con quién se produjo. Y así una multa de tráfico no afecta igual a un paisano que al Director General de Tráfico, ni un problema con hacienda a un abogado de a pie que a un diputado. Puede suceder que una declaración de una figura pública sea o no noticia dependiendo de otras cosas que hayan pasado ese mismo día; es práctica habitual de los gabinetes de prensa inundar de malas noticias empresariales los medios cuando hay una catástrofe, para procurar que se diluya su impacto. E incluso puede ocurrir que la misma persona y el mismo tipo de hecho sea o no noticia en función de otras circunstancias del momento como cambios en su estátus o variaciones, supongamos, de encuestas electorales; lo que carece de importancia en un partido sin opciones de gobierno puede ser clave si su previsión electoral es buena. Si el medio no juega a manipular los criterios profesionales son claros, aunque su aplicación no siempre puede reducirse a una simple ecuación; hay un cierto componente de arte, y por tanto muchas veces los resultados son opinables, o discutibles.
El tema surge a raíz del vídeo con unos comentarios del profesor de ciencias políticas e impulsor de la plataforma electoral Podemos Pablo Iglesias, que ha despertado en algunos lectores temores e incluso indignación sobre un posible tratamiento desigual a este grupo político.
Así Fernando Suárez Jiménez, de Madrid, dice:
“Soy socio, me parece que hacéis una labor excelente e imprescindible y hasta ahora os tengo un gran respeto. Por eso os solicito una explicación sobre el artículo de referencia, que considero totalmente capcioso, injustificado y que da la impresión de buscar unos fines que, al menos, no son los que esperaba de vuestro medio. Tengo varias preguntas: - ¿Por qué eso es noticia ahora y cuál es la noticia? Es una charla de noviembre. ¿Vais a buscar todas las salidas de tono de los representantes de movimientos políticos de unos meses a esta parte? No me parece noticia pero si es el objetivo decidlo y así no dais pie a ”pensar mal“. - ¿Cuál es el objetivo del artículo? Por favor, sed sinceros, como socio quiero saber si eldiario se va a posicionar entre las opciones políticas de izquierdas y va a tratar de favorecer alguna. Creo que es nuestro derecho (al menos el de l@s soci@s) el tener clara la línea del periódico en este sentido. Si la línea es tratar de no posicionarse creo que le debéis dar tanta o más difusión al segundo artículo de referencia, que es la respuesta al video. De verdad, como socio estoy bastante decepcionado tanto con el contenido (aunque esto puede ser justificable) como con la forma de la ”noticia“. Espero podáis dar una explicación para poder seguir creyendo en este proyecto con la misma pasión y convicción con la que lo hacía antes. Muchas gracias.”al segundo artículo de referencia
Desde Torreperogil, Jaén, José Rosales Torres comenta:
“Yo había considerado a Eldiario.es una referencia periodística en la honestidad y el buen hacer, me parece increíble leer esto aquí... En el vídeo se escucha un relato de unas circunstancias que no pueden entenderse sin ver el resto del vídeo, el que al final habéis colgado, pero que (como bien sabéis) la gente no verá al ser más corto y tener el fragmento de 48 segundos delante. Y encima sin firmar. No es de recibo. ¿Cómo puede excusarse eldiario.es? Sacar de contexto unas declaraciones de una figura pública para desprestigiarla.... ¿Este amarillismo será la tónica de este diario de aquí en adelante?”
Javier Zmniejszenie desde Olsztyn, Polonia, añade su queja:
“¿Qué noticia se supone que es un fragmento de pocos segundos sacado de un argumento de unos pocos minutos sacado de una presentación de un libro que dura más de una hora y que se celebró en noviembre de 2013? ¿Tiene que ver el hecho de que Pablo Iglesias no hubiese encabezado el proyecto Podemos para no sacar esa ”noticia“ entonces pero sí ahora, visto su éxito? ¿”Periodismo ante todo“?”
Por su parte Alberto Matarán Ruiz, de Granada, escribe lo siguiente:
“Hace algún tiempo que sigo vuestro medio ... incluso estaba planteándome hacerme socio... Sin embargo, desde que nació la iniciativa Podemos estoy profundamente decepcionado, tanto por los dos ataques directos y descontextualizados (uno sobre un documento de Izquierda Anticapitalista y otro con una parte de un vídeo), como sobre todo por la desinformación al respecto de esta iniciativa. ¿Alguien me puede explicar por qué no es noticia que Podemos haya recogido más de 100.000 apoyos en días? ¿Cómo puede ser que no sea noticia que Podemos tenga el doble de ”Me gusta“ en Facebook que IU en ese breve lapso de tiempo?”
Consultado al respecto el director de eldiario.es, Ignacio Escolar, responde:
“No creo que haya muchos medios que hayan dado al proyecto de Podemos, que encabeza el politólogo y tertuliano Pablo Iglesias, una cobertura más rigurosa y amplia que la nuestra. En eldiario.es hemos publicado varias noticias sobre esta propuesta, hemos entrevistado a uno de sus principales impulsores –Juan Carlos Monedero– y al propio Pablo Iglesias, y hemos retransmitido en vídeo el debate que mantuvo esta semana con Alberto Garzón, entre otras piezas. Además de información, también hemos publicado análisis y opinión sobre Podemos en nuestros blogs, con artículos de Javier Gallego, Víctor Alonso Rocafort, Ignacio Jurado o Pablo Echenique-Robba. Desde eldiario.es, hemos prestado atención a esta candidatura porque creemos que tiene interés para nuestros lectores: por eso hemos querido informar sobre Podemos con independencia y honestidad, con el mismo rasero que aplicamos a todos los demás partidos. Es habitual que nuestro criterio periodístico disguste a los políticos –la lista de quejas y llamadas telefónicas de jefes de prensa que recibimos es interminable–, pero nuestro compromiso es con los lectores, no con ellos.eldiario.eshemos publicadoesta propuestahemos entrevistado a uno de sus principales impulsores –Juan Carlos Monedero–hemos retransmitido en vídeo el debate que mantuvo esta semana con Alberto GarzónJavier GallegoVíctor Alonso RocafortIgnacio JuradoPablo Echenique-Robbaeldiario.es
Bajo ese criterio, si Esperanza Aguirre, Alfredo Pérez Rubalcaba, Rosa Díez, Inés Sabanés o Alberto Garzón hubiesen contado en una charla en público que se rompieron el hueso de una mano peleando a puñetazos contra “un grupo de lúmpenes, gentuza, de clase mucho más baja que la nuestra”, lo habríamos publicado, exactamente igual que hicimos en esta ocasión.
A posteriori, creo que hay algo en lo que sí cometimos un error. Además del vídeo completo de la charla, donde quedaba claro el contexto de las declaraciones, usamos indebidamente el vídeo de Youtube que circulaba por las redes sociales, una edición ajena a esta redacción, que recogía el momento exacto de esas frases, pero incluía unos subtítulos innecesarios e incluso despectivos. Pido disculpas a los lectores por ese error menor, pero me reafirmo en la mayor. Creo que esas declaraciones eran noticia, como demuestra la polémica que han provocado en las redes sociales, o que el propio Pablo Iglesias se haya disculpado por ellas en su blog.
Personalmente, creo que Pablo Iglesias se equivocó, como le puede pasar a cualquiera que hable regularmente en público, pero eso no quita para que ese error fuese noticioso en un momento en el que se presenta como candidato a las europeas. Una noticia menor, que –a diferencia de otros artículos sobre Podemos– no ocupó ese día un lugar destacado en nuestra portada, pero noticia al fin y al cabo.
No somos ni queremos ser un periódico de partido, ni del PP ni del PSOE ni de UPyD ni de IU ni de Equo ni del Partido X. Tampoco vamos a ser el periódico oficial de Podemos y por eso vamos a aplicar con ellos el mismo rasero profesional, según nuestros criterios periodísticos. En el ejercicio de nuestro trabajo, nos podemos equivocar; el interés informativo es un concepto con ciertas dosis de subjetividad y publicar un diario pasa por arriesgarse a meter la pata todos los días. Pero nuestra intención es tratar a Podemos y a Pablo Iglesias exactamente igual que a los demás. Ni mejor ni peor.“
Es lícito pedirle a un medio transparencia respecto a sus simpatías políticas, sobre todo en el mercado español, tan maleado a este respecto. Mucho más tratándose de un medio joven que todavía no tiene suficiente pasado como para hacer innecesarias las dudas. Y sin duda es positivo mantener la presión sobre los taumaturgos que convierten los sucedidos en noticias con su mera voluntad para que el poder no se les suba a la cabeza. Pero para acusar de parcialidad hay que valorar si los criterios objetivos que determinan la existencia de la noticia se cumplen en este caso. Sin ninguna duda la noticia no sería tal de haber seguido Pablo Iglesias limitándose a dar clases, o si su nueva iniciativa política no hubiese generado interés social colocando por tanto los focos de la prensa sobre su persona, sus opiniones y sus actividades pasadas. La preocupación de los lectores está justificada, pero a la hora de juzgar el contexto importa.