Detenidos en Melilla dos policías nacionales por mantener relaciones sexuales con un menor extranjero
Agentes de la Policía local de Melilla detuvieron la semana pasada a dos policías nacionales por las relaciones sexuales que habría tenido al menos uno de ellos con un menor marroquí no acompañado -aquellos que migran solos a España y son tutelados por el Estado-, informaron a eldiario.es fuentes policiales.
Un menor marroquí -todavía no está claro si el que aparece en las imágenes- tendría fotografías en su teléfono móvil practicando sexo oral con uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Los arrestos habrían sido consecuencia de una denuncia de los menores, que reaccionaron así cuando fueron identificados por la Policía local. Y penas de prisión de dos a seis años en los casos en que “los actos consistan en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías”.
Otras fuentes locales hablan de dinero y regalos por parte de los policías nacionales a cambio de las relaciones sexuales. Los agentes han pasado a disposición judicial y han quedado en libertad con cargos. A los dos se les ha apartado del servicio. Uno de los policías estuvo implicado, sin llegar a estar imputado, en un asunto similar, aseguran las citadas fuentes.
El Código Penal establece penas de uno a tres años de prisión para aquellos que “interviniendo engaño o abusando de una posición reconocida de confianza, autoridad o influencia sobre la víctima, realice actos de carácter sexual con persona mayor de dieciséis años y menor de dieciocho”. En que “los actos consistan en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías” las penas de prisión pueden alcanzar de dos a seis años.
Los menores extranjeros no acompañados (MENAS) son los niños que migran solos hasta España, a los que el Estado tiene la obligación de tutelar y responsabilizarse de su integración en España, al igual que a cualquier otro niño en desamparo. La Administración asume su tutela, que en España queda bajo competencia de las comunidades y ciudades autónomas, y por tanto se responsabiliza del bienestar de los menores.
Al tratarse de una ciudad fronteriza con Marruecos, Melilla acoge a cientos de menores no acompañados, la mayoría de origen marroquí, que viven en la ciudad autónoma con la esperanza de cruzar a la Península.
Sin embargo, estos menores se encuentran bloqueados en la ciudad autónoma aunque sus recursos de acogida de menores estén saturados. La Consejería de Bienestar Social de Melilla sostiene que esto se debe a que la ciudad autónoma no forma parte del espacio Schenguen y, según aseguran, “cada comunidad asume los menores de su propio territorio y sólo en casos excepcionales se pueden realizar dichos traslados”. Decenas de niños menores no acompañados acaban abocados a situaciones de marginalidad y pobreza en la ciudad autónoma.
