El Gobierno vuelve a plantear los mismos objetivos de déficit que rechazó el Congreso
La ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha anunciado este viernes que el Consejo de Ministras ha acordado volver a llevar los mismo objetivos de déficit al Congreso pese a que la Cámara Baja los tumbó el pasado julio. La ministra ha explicado que se trata de un trámite necesario para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2019.
El ministerio de Hacienda planteó un objetivo de déficit para el próximo año del 1,8%, frente a la propuesta del Gobierno de Mariano Rajoy que lo estableció en un 1,3%. La nueva senda de estabilidad planteada es hasta 2021 con un déficit del 1,8% del PIB en 2019, del 1,1% en 2020 y del 0,4% en 2021 mientas que la anterior suponía un déficit del 1,3% en 2019, 0,5% en 2020 y un superávit del 0,1% en 2021.
El fiasco de los socialistas en las elecciones andaluzas del pasado domingo ha llevado a Pedro Sánchez a cambiar de nuevo sus planes: el presidente del Gobierno anunció que presentará los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso en enero tras aprobarlos en el Consejo de Ministras ese mismo mes.
La decisión del presidente puede volver a chocar con su minoría parlamentaria. El 26 de julio el Congreso rechazó los objetivos de déficit público y la senda de estabilidad presupuestaria para todas las administraciones públicas el periodo 2019-2021 debido a la negativa de PP y Ciudadanos, y a la abstención de Unidos Podemos, PDeCAT, ERC y Compromís. Tan solo votaron a favor el PSOE y PNV.
La ministra portavoz ha insistido en que “el Gobierno asume el trámite porque está comprometido con aprobar las cuentas públicas” y la Abogacía del Estado le ha instado a mantener este trámite. En caso de que el Congreso vuelva a tumbar los objetivos de déficit, Celaá ha explicado que el Gobierno presentará los objetivos de déficit vigentes, que son los aprobados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
La situación ha cambiado ya que Unidos Podemos ha negociado un acuerdo presupuestario con el Gobierno del PSOE. Aunque está descontado que en el Senado la mayoría absoluta del PP se traduce en que de la Cámara Alta saldrá derrotada la propuesta de los socialistas, la suma de votos de PSOE, más Unidos Podemos y PNV, más un cambio de postura de Compromís y el independentismo catalán podría favorecer su aprobación.