El Banco de España constata el fraude del emprendimiento entre los jóvenes: el 60% se hace emprendedor “por necesidad”
Emprendedores porque no queda más remedio. El Banco de España señala que el 60% de los jóvenes que declaran iniciar un negocio lo hacen “por no disponer de otras opciones”, la cifra más alta de toda Europa, según el informe Caracterización del empleo no asalariado en España desde una perspectiva europea que el organismo supervisor ha hecho público este martes.
El emprendimiento como necesidad coloca a España por encima de la media de la eurozona, con un 26% de los no asalariados que declaran iniciar un negocio ante la imposibilidad de que una empresa los contrate, “dato solo superado por Letonia, Portugal y Austria”. Un dato que crece con “los trabajadores con un menor nivel de estudios: en torno al 30% de los no asalariados con estudios bajos lo son por necesidad”.
El informe del Banco de España también se hace eco de la aparición del fenómeno del “empleo no asalariado económicamente dependiente”, es decir trabajadores que dependen de un único cliente, —que “en ocasiones fue su anterior empleador”, resalta el informe—, y que están en “una situación muy próxima a la de un asalariado convencional en términos de dependencia económica y de autonomía en el desarrollo de su trabajo, pero con menos acceso a los derechos y beneficios que típicamente se asocian al trabajo asalariado”.
Se trata de trabajadores como los riders, cuya situación laboral está teniendo diferentes puntos de vista según los tribunales: como falsos autónomos o por una relación mercantil. El informe del Banco de España no hace una deliberación sobre la naturaleza contractual de estos trabajadores pero sí pone el acento en “su posible impacto en las relaciones laborales tradicionales y por las implicaciones para el diseño de políticas sociales, aunque su identificación no es sencilla”. Además contrapone a los emprendedores que utilizan las nuevas tecnologías para desarrollar “nuevos negocios, que, a pesar de tener un tamaño pequeño, pueden ser competitivos” y que “aportan un gran valor a la economía” que coexisten con figuras con un perfil distinto: los trabajadores que dependen de un único cliente.
En cuanto a género, mientras que existe “una práctica paridad entre hombres y mujeres en los asalariados en España (52,2% de hombres)”, el informe del Banco de España apunta que “la brecha se dispara” dentro del empleo no asalariado, y en especial entre los empleadores, donde el 70% son hombres, debido a que “las mujeres se enfrentan a barreras mayores” para convertirse en emprendedoras.
Los jóvenes también se enfrentan a mayores barreras como empleadores o como autónomos independientes, mientras que los mayores de 50 años, con mayor experiencia y, en general, mejor acceso a la financiación, representan una mayor proporción entre los no asalariados que entre los asalariados tanto en España como en la eurozona.
Agricultura, comercio, transporte y hostelería
En cuanto a su distribución sectorial, el empleo no asalariado en España tiene un peso mayor respecto a la eurozona en las actividades de agricultura, comercio, transporte y hostelería. Por el contrario, en el colectivo de trabajadores no asalariados, el porcentaje que representan los servicios de cualificación más elevada, como, por ejemplo, los profesionales independientes, es menor que el que se observa en Europa, algo que no ocurre en el empleo asalariado.
Finalmente, el Banco de España puntualiza que debido a la crisis iniciada en 2008 que produjo elevadas tasas de desempleo alcanzadas, “se reactivó el interés en la promoción del trabajo por cuenta propia” mediante medidas públicas como el Real Decreto-ley de medidas de apoyo al emprendedor y de estímulo del crecimiento y de la creación de empleo, con la introducción de la denominada tarifa plana para autónomos: reducciones y bonificaciones en las contribuciones a la Seguridad Social de los nuevos autónomos menores de 30 años, que no tuviesen asalariados a su cargo. Según el informe del regulador, solo se ha hecho una investigación de los efectos de esta medida “a pesar de sus sucesivas ampliaciones” que “no encuentra un efecto significativo de esta ayuda sobre la supervivencia de los acogidos a esos beneficios como trabajadores no asalariados”.