Cándido Méndez despide 22 años al frente de UGT: “Los sindicatos son como el aire, no se notan hasta que hacen falta”
Entre aplausos y gritos de “¡UGT, UGT!” ha terminado el discurso de Cándido Méndez en el 42º Congreso del sindicato, su última intervención pública como líder de la organización. Méndez ha querido recordar la importancia del sindicalismo, en un momento en el que este vive horas bajas, reinvindicar su papel frente a las políticas de recortes llevadas a cabo durante la crisis y hacer una lectura de cómo ve la organización. “La acción sindical es como el aire que respiramos, prácticamente nadie lo nota hasta que le falta”, ha dicho para después apuntalar la importancia del derecho de huelga, de las pensiones y el papel de los sindicatos en el proceso de diálogo a la hora de implantar las políticas laborales.
“Hay que derogar la reforma laboral”, ha dicho rotundo Méndez en un discurso donde la crisis y el cambio de Gobierno han tenido una presencia importante. “Hay que reponer derechos y a partir de ahí negociar un nuevo Estatuto de Trabajadores”, ha añadido. El hasta ahora líder de UGT ha apuntado que durante esta crisis “se tomaron medidas que no solo no amortiguaron, sino que agravaron la situación económica en nuestro país”.
Al hablar del nuevo escenario político Méndez ha hecho un llamamiento al diálogo. “Ya no existen las mayorías absolutas tras las elecciones del 20D. Viva el cambio y el diálogo. Hablo del cambio sin ningún tipo de matices, para imprimir un cambio de rumbo en la situación”. Méndez también ha matizado que para que haya diálogo hay que hacerlo sin “descalificaciones”.
Las reivindicaciones tradicionales como el derecho de huelga y las pensiones también han estado presentes en la intervención de Méndez. El líder de UGT ha apuntado la importancia que han jugado estas durante la crisis y ha señalado que lo que hay que analizar es “cómo mejorar la financiación de las pensiones”. “Quedan casi 300 personas perseguidas por un derecho fundamental como es el derecho de huelga”, ha recordado también Méndez, que ha apuntado que en España “tenemos una Constitución magnífica, que incorpora la huelga como el ejercicio del derecho fundamental”.
Respecto al propio sindicato, Méndez ha hecho referencia a los últimos casos que han salpicado a la organización. “En UGT ha habido actitudes reprobables, pero no queda ningún imputado en UGT”, haciendo acto seguido mención a casos concetos como el de los ERE o el de la formación. “UGT puede fallar o no acertar en la firma de un convenio colectivo, pero no en el control y gestión de los fondos públicos y de las cuotas de los afiliados y afiliadas. Tenemos confianza en que no ha habido dolo en los ERE o en la formación, ha podido haber errores pero no delito”, ha apuntado.
Méndez ha asegurado que los datos de bajas en la organización se deben al “impacto de la crisis”. El líder de UGT ha apuntado que en esta “situación de restricción económica” es fundamental ver “cómo apoyamos y cómo volcamos los recursos en los trabjadores y trabajadoras”. Méndez se ha referido sobre todo a las pequeñas y medianas empresas y a la forma de acercar las sedes del sindicato a los afiliados.
“Este país en 2016 es mejor que el de 1994 aunque solo sea porque ha habido un cambio hacia la diversidad espectacular”, ha recordado Méndez respecto a la evolución de España. El sindicalista se ha referido a la llegada de cinco millones de trabajadores y trabajadoras de fuera de España y también se ha referido a la primera manifestación del orgullo gay en 2001 o 2002 “que tuvo potencia mundial”.
La sucesión de Méndez
Tras casi 22 años como líder de UGT, Cándido Méndez, deja esta semana el liderazgo del sindicato. El 42º Congreso del sindicato acabará con un nuevo secretario general que se decidirá entre los tres candidatos que se presentan. Los 601 delegados votarán entre Josep Maria Álvarez, de la Federación de Catalunya, Miguel Ángel Cilleros, de transporte, y Gustavo Santana, de Canarias, para decidir quién tomará las riendas del sindicato.
Méndez llegó a la dirección en 1994 sustituyendo a Nicolás Redondo y en medio de la crisis por la cooperativa Promoción Social de Viviendas (conocidas por sus siglas PSV). Un caso que afectó a una cooperativa de viviendas que llegó a contar con 228,385 millones de euros (en la época eran 38.000 millones de pesetas) aportados por 20.000 cooperativistas. En 1992 comenzaron los retrasos que acabaron con la suspensión de pagos de la cooperativa y de la gestora. UGT que tenía un 47% del proyecto, tuvo que hacerse cargo del proyecto lo que hizo que tuviera que hipotecar parte de su patrimonio para hacer frente a los préstamos después de que el gerente se hubiera quedado con fondos de los cooperativistas.
“Tenía una misión: resolver el problema de PSV. La resolución final duró 15 años”, ha dicho Méndez en una entrevista en El País. Se acabó el problema de la cooperativa pero en 2008 llegó la crisis actual y Méndez siguió al mando del sindicato. Las políticas de austeridad y las reivindicaciones laborales en medio de una gran recesión han marcado los últimos años de Méndez al frente del sindicato pero también los últimos casos como los ERE en Andalucía, el de los fondos para la formación o de las tarjetas “black” de Caja Madrid.
Este ingeniero técnico industrial especializado en química que se afilió a UGT en 1970 dejará ahora la dirección de UGT, un sindicato donde comenzó su actividad en la Federación de Construcción en Jaén. A sus 64 años y después de haber revalidado su liderazgo en los congresos de 1995, 1998, 2002 y 2005.
