España alcanza la cima del turismo mundial a costa de la precariedad de sus trabajadores
Las cifras sobre turismo conocidas esta semana suman el quinto récord en el que se ha convertido el sector estrella de la recuperación económica. “Somos una potencia mundial en turismo”, destacaba el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, que adelantó las cifras de visitantes extranjeros en una cumbre europea ante sus colegas del sur. España recibió el año pasado 82 millones de turistas, un 9% más que en 2016, lo que sitúa al país como segundo destino mundial. “Tenemos un Gobierno que apuesta fuerte por el turismo, y eso se nota”, alababa también el coordinador de PP, Fernando Martínez-Maillo. Los que siguen sin notarlo son los trabajadores del sector.
Jorge (nombre ficticio) es camarero en el centro histórico de Córdoba y aunque sí ha visto sobrecargadas sus tareas por el aumento del número de turistas que llegan a la ciudad andaluza, su sueldo no ha aumentado en el último año. Aunque trabaja todo el año, encadena contratos temporales, una situación muy común en el sector, según los sindicatos. La temporalidad y parcialidad excesivas, “en la mayoría de casos fraudulentas”, son los principales puntos débiles de la contratación en el sector turístico, advierte Gonzalo Fuentes, responsable de Hostelería de CCOO Servicios.
Una portavoz de las Kellys Madrid, el colectivo organizado de camareras de piso de hotel (que trabajan limpiando las habitaciones), tampoco ha notado ninguna mejora en su salario gracias al auge del turismo. “No tenemos subidas salariales desde 2014”, denuncia la empleada, que prefiere no dar su nombre. Pero el salario no es el único problema: “Lo que nos está machacando es la externalización. Somos trabajo estructural de los hoteles, pero la mayoría externaliza a empresas multiservicios que nos pagan por producción”. Según la portavoz, la rebaja salarial que padecen las limpiadoras por las externalizaciones son “del 40%”, a lo que hay que sumar la merma de otros derechos, como “si te pertenecían días u horas por ir al médico, si se te pone el niño malo...”, añade.
Del otro lado, la patronal del turismo habla de una mejora de los resultados de sus empresas del 6,3% y una lluvia de millones en el sector hotelero con casi 4.000 millones en inversión nueva. En los centros de las ciudades los edificios vacíos cobran vida como hoteles de cinco estrellas. Pero la palanca para este crecimiento se soporta en la competitividad que provocan los bajos salarios.
Del total de 3.928.074 contratos firmados en hostelería hasta noviembre de 2017 (el último dato facilitado por Empleo), 1.776.880 duraron menos de una semana, lo que supone el 45,2% del total. Los que duraron menos de dos semanas ascienden al 48%.
Los sindicatos UGT y CCOO denunciaron en septiembre que el 97% de los contratos de hostelería creados hasta ese mes en 2017 son precarios. Es un problema más amplio que afecta a muchos sectores: en total, a lo largo del pasado año se registraron 21,5 millones de contratos de los que más de un 90% son temporales.
Los representantes sindicales advierten de que las deslumbrantes cifras globales que presenta el Gobierno y la patronal turística son solo una cara del mercado. “Son espectaculares, por cuarto año consecutivo los datos de contratación han mejorado, pero los problemas endémicos siguen siendo los mismos”, lamenta César Galiano, responsable Hostelería UGT en referencia a la temporalidad y los contratos a tiempo parcial. “No van en la senda que tienen los beneficios de las empresas”.
El 'boom' turístico llega desde el exterior
La cara A es, en especial, la empresarial. La Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), que reúne a 23 de las empresas más relevantes del sector, ha presentado esta semana su balance de 2017 y las previsiones para este año. En ellas, además de celebrar las cifras récord de visitantes extranjeros, aportan algunos números sobre las mejoras económicas que han experimentado las empresas turísticas este pasado año. El sector ha alcanzado un aumento de la actividad turística del 4,4%, encadenando ocho años consecutivos de crecimiento, que han permitido elevar su contribución a la economía española hasta el 11,5% del PIB, según sus cálculos. El lobby turístico precisa que “la gran protagonista del crecimiento de la actividad en 2017” es la demanda turística extranjera “en máximos históricos”.
Entre los datos que muestra la Encuesta de Confianza de Exceltur, las empresas turísticas españolas afirman que elevaron sus ventas un 6,9% de media el pasado año y sus resultados en un 6,3% de media. El grupo de empresas destaca el impulso de los hoteles urbanos, con un aumento en sus ventas del 8,1%. La inversión hotelera también ha batido resultados históricos este año. Según el informe anual Radiografía del Mercado de Inversión Hotelera en España en 2017, esta inversión alcanzó los 3.907 millones de euros en 2017, lo que supuso un incremento del 79% respecto a 2016. Más del 60% de la inversión fue internacional.
En Madrid, en la actualidad, hay varios proyectos de hoteles de lujo en marcha. La portavoz de las Kellys pide a los hoteleros que no se escondan tras las empresas multiservicios para precarizar al personal que mantiene sus instalaciones. “Si vas por la Gran Vía de Madrid, por ejemplo, solo hay dos o tres hoteles que no tienen externalizadas a las camareras de pisos”, sostiene. Este medio ha preguntado a Exceltur por los resultados sobre personal en 2017, si las compañías turísticas han aumentado el número de trabajadores y sus salarios y cuánto, pero hasta el momento no ha recibido respuesta.
El INE, a través de su Encuesta de Coyuntura Turística Hotelera, también nos ofrece otra muestra de esa mejora en el sector hotelero: el ingreso medio diario por habitación disponible (conocido en el sector como RevPar y condicionado por la ocupación registrada) alcanzó en noviembre los 47,76 euros, lo que supuso un incremento del 7,3% respecto al año anterior.
La cara B la sufren sus trabajadores
Hasta aquí las grandes subidas. En el otro lado de la fotografía del sector se encuentran sus trabajadores, que no se han visto beneficiados de estas subidas, denuncian los sindicatos. “En el sector hay salarios muy bajos, no solo los de las llamadas Kellys, que este año han estado un poco de moda. Hay sueldos bajos también en el sector de las agencias de viajes, por debajo aún de los niveles anteriores de la crisis”, explica también Ignacio Vasallo, experto en el sector turístico. La portavoz de las Kellys Madrid recuerda que las camareras externalizadas “tienen que hacer 400 habitaciones en un mes para cobrar 800 euros”.
Los últimos datos disponibles, correspondientes al tercer trimestre de 2017, apuntan que había 2.660.915 personas ocupadas en el sector de la industria turística (un aumento del 3,3% respecto al mismo periodo del año anterior). De ellos, los ocupados en la hostelería eran 1.749.255 personas, un 2,8% más que el mismo periodo del año anterior, según las cifras de Turespaña con datos de la EPA.
En cuanto a la temporalidad, de las 1.433.325 personas asalariadas en la hostelería en el tercer trimestre de 2017, el 42% tenía contratos temporales. La tasa
de temporalidad media en España, ya de por sí alarmante según los sindicatos, es del 27,38%.
Los salarios renegociados este pasado año han subido mucho menos que los resultados de las empresas. En el sector de la Hostelería, el aumento salarial pactado en convenios en 2017 fue de un 1,39%, según los datos provisionales que recoge la Estadística de Convenios Colectivos, publicada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Este dato, se sitúa por debajo del total de convenios, que asciende al 1,43%.
“Cada vez más se externaliza, como ha pasado con las limpiadoras de pisos, pasa también con más servicios, y los contratos son basura, de muy poca duración”, explica Ignacio Vasallo. El fundador y primer director general de Turespaña sostiene que “la competitividad del sector turístico español ha estado en gran parte basada en el control salarial, por eso ha podido ofrecer precios muy competitivos”. El sector hotelero, explica, depende mucho del sector trabajo, comparado de otros sectores industriales: “Cualquier desviación de los sueldos, afecta a los resultados finales”.