Los inspectores de trabajo se oponen con “preocupación” a la división del Ministerio de Trabajo y la Seguridad Social
Las negociaciones para la formación del próximo Gobierno de PSOE y Unidas Podemos avanzan con discreción, pero varios detalles han trascendido a los medios de comunicación. Uno de ellos es la posible separación de la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, para que la primera quede bajo un ministerio en manos del PSOE y Trabajo sea una de las carteras que gestione Unidas Podemos. Los principales sindicatos de inspectores de trabajo, UPIT y SITSS, muestran su “preocupación” y total rechazo a que ambas materias se separen, con la esperanza de que el cambio no se produzca finalmente.
La Unión Progresista de Inspectores de Trabajo (UPIT) va a lanzar un comunicado, al que ha tenido acceso eldiario.es, en el que critica la división. “La Unión Progresista de Inspectores/as de Trabajo desea manifestar su preocupación y rotunda oposición frente a esa medida, que supondría romper con una concepción única e integral del marco jurídico de las personas trabajadoras en nuestro país”, recoge el escrito, que aún no se ha difundido públicamente.
La Inspección de Trabajo y Seguridad Social, también conocida como la autoridad laboral, está dirigida por un Organismo Autónomo dependiente del Ministerio de Trabajo. Sus actuaciones están vinculadas en multitud de ocasiones a abusos laborales que afectan a la Seguridad Social, como por ejemplo las investigaciones que afloran falsos autónomos y aquellas que detectan contratos parciales fraudulentos, con solo parte de la jornada declarada y el resto bajo la economía sumergida y sin cotizar a la Seguridad Social.
El sindicato progresista de inspectores considera un “error separar los derechos laborales de las personas trabajadoras de los derechos económicos fruto de su inserción en el Sistema de Seguridad Social” y denuncian su “tratamiento como moneda de cambio en el juego partidista”. De la Seguridad Social dependen el pago de las pensiones, como competencia clave, y las bajas de los trabajadores por enfermedad y de maternidad y paternidad, entre otras materias.
El Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social (SITSS) también se opone a la separación, como explica su presidenta Ana Ercoreca, preguntada por este medio: “Nuestro propio nombre lo indica: somos 'inspectores de Trabajo y de la Seguridad Social'. No se entiende la Inspección de Trabajo separada de la Seguridad Social, que es el origen de toda relación laboral cuando se produce el alta”.
Los sindicatos muestran su temor a que esta desvinculación orgánica en la composición del Gobierno tenga una repercusión en la labor efectiva de los funcionarios que ejercen de autoridad laboral. “Nosotros utilizamos las bases de datos de la Seguridad Social en nuestro trabajo diario, su información es clave para numerosas actuaciones”, resalta Ercoreca, que sí cree que una posible separación de ambas competencias tendría como consecuencia “un retroceso, un fracaso respecto al trabajo actual”.
La reticencias de UPIT apuntan en su comunicado a la pérdida de coordinación: “La separación en dos Ministerios diferentes conllevaría problemas de coordinación entre los distintos organismos cuyas competencias repercuten en los derechos laborales y de Seguridad Social”, entre los que mencionan la propia Inspección de Trabajo y Seguridad Social, la Tesorería General de la Seguridad Social y FOGASA, entre otros.
El modelo de Seguridad Social
El riesgo para UPIT, además de la expectativa de “problemas de coordinación”, se centra en un posible cambio en la propia concepción de la Seguridad Social, que solo ha estado separada de Trabajo al inicio de la democracia, cuando estuvo integrada en el Ministerio de Sanidad.
Mercedes Martínez Aso, portavoz de la unión progresista, explica a eldiario.es que el Ministerio del que dependa la Seguridad Social influye “en el plano de las políticas”. “Pongamos que se va a un ministerio asistencial, la concepción que se puede tener de la Seguridad Social es que es algo asistencial, no un tema de distribución, de justicia”, subraya, más ligada a la contribución que hace el trabajador a través de sus cotizaciones sociales y que, posteriormente, le da derecho a prestaciones, como a la jubilación.
Pero también inquieta en UPIT que la Seguridad Social pase a depender de ministerios más 'duros', como el de Economía, “donde pueden preocupar más temas de sostenibilidad y que las políticas que se hagan sen de limitación de prestaciones; o como se hizo durante el mandato de la ministra Fátima Báñez, muy focalizadas en la economía irregular del fraude en prestaciones, pero siempre centrada en el más débil”, afirma Martínez Aso.
Desde los dos sindicatos sostienen que tienen constancia de esta posible separación de competencias solo por “los rumores” sobre las negociaciones de Gobierno y la información que van anticipando los medios de comunicación, pero no han recibido ninguna información oficial al respecto.
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, también advirtió la semana pasada en una entrevista en RNE de que por el momento solo se trata de “especulizaciones”, aunque señaló que “a priori” no es una medida “particularmente adecuada” ni “demasiado funcional”. No obstante, Sordo precisó que, “en todo caso, creo que la prioridad del país es contar con un Gobierno”.
Los dos principales sindicatos de inspectores piden al próximo Gobierno que, si aún hay margen de evitar la separación de ambas competencias, se reconsidere la medida. La presidenta de SITSS afirma que, en caso de división, “la Inspección de Trabajo vaya con la Seguridad Social, no se puede separar bajo ningún concepto”, apunta Ana Ercoreca. En UPIT prefieren no ponerse en esa tesitura: “Nosotros creemos que no es cuestión de elegir de quién dependemos, es que no deben separarse Trabajo y Seguridad Social”.