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Los salarios bajaron un 1,8% en España en 2017, a pesar del crecimiento de la economía

La OIT asegura que España está en condiciones de elevar los salarios.

Economía

Los trabajadores en España siguen perdiendo poder adquisitivo. Según el último informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los salarios reales registraron un retroceso del 1,8% en España en 2017, mientras que la economía creció en el mismo periodo un 3,1%. Aunque los salarios nominales crecieron (apenas dos euros), el efecto de la inflación hizo que en términos reales los sueldos perdieran casi un 2%. Es el segundo peor dato entre los países de la zona del euro, solo por detrás de Grecia, donde los sueldos cayeron un 3,5%.

Desde 2008, los salarios en España han bajado un 4%, “a pesar de que la recuperación económica empezó hace ya unos años”, ha dicho el director de la oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto. Según los datos de la institución, los salarios reales en España registraron una caída del 0,1% en 2016, tras aumentar un 1,6% un año antes y mantenerse estables en 2014 y bajar un 1,4% en 2013.

“Los salarios crecen menos de lo que crece la productividad”, ha señalado Nieto, que ha alertado del retroceso de la participación de los salarios en la renta general, algo que lleva sucediendo desde 1990. Nieto ha apuntado que el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que se prevé para el año 2019 corregiría esa situación de desproporción salarial, permitiendo reducir la brecha y aliviando la situación de muchos hogares. “La recuperación social empieza por la recuperación de los salarios”, ha subrayado.

Nieto ha achacado este “estancamiento” de los salarios a las decisiones normativas de los Gobiernos y a los acuerdos de negociación colectiva, entre patronal y sindicatos, de los últimos años.

La evolución negativa de los salarios reales en España, así como en Italia (-1,2%), frente a las subidas registradas en Alemania (0,9%) y Francia (0,1%) fueron claves en el estancamiento observado en los salarios de Europa Occidental durante el año pasado. Los años anteriores no hubo estancamiento, sino caídas: del 1,3% en 2016 y del 1,6% en 2015.

A nivel mundial, el crecimiento de los salarios en términos reales se moderó el año pasado al 1,8% desde el 2,4% de 2016. Si no se incluye a China, el crecimiento mundial de los salarios se debilitó al 1,1% desde el 1,8% en 2016.

“El crecimiento mundial de los salarios en 2017 no solo fue menor que en 2016, sino que registró la tasa de crecimiento más baja desde 2008, situándose muy por detrás de los niveles alcanzados antes de la crisis financiera mundial”, destacó la OIT.

En los países avanzados del G-20, el crecimiento de los salarios reales se ralentizó desde el 1,7% en 2015 al 0,9% en 2016, y siguió disminuyendo al 0,4% en 2017. En EEUU, los salarios reales aumentaron un 0,7% en 2017, en línea con el incremento registrado un año antes.

La OIT señaló en su informe que, en promedio, la productividad laboral ha aumentado más rápidamente (+17%), que los salarios reales (+13%), aunque la brecha entre ambas tendencias se haya reducido entre 2015 y 2017.

“Las primeras indicaciones sugieren que este lento crecimiento del salario continuará en 2018”, declaró el director general de la OIT, Guy Ryder, señalando lo “desconcertante” de observar en las economías de altos ingresos que el lento crecimiento de los salarios va acompañado de una recuperación del crecimiento del PIB y la disminución del paro.

Por su parte, en los países emergentes y en desarrollo del G-20, el crecimiento de los salarios reales se moderó en 2017 al 4,3% desde el 4,9% del año precedente. “Los trabajadores de Asia y el Pacífico han disfrutado del crecimiento de los salarios reales más alto de todas las regiones entre 2006 y 2017. No obstante, incluso en esta región, el crecimiento de los salarios en 2017 fue menor que en 2016, pasando del 4,8% en 2016 al 3,5% en 2017”, precisó la institución.

De este modo, en los últimos 20 años, los salarios reales casi se han triplicado en los países emergentes y en desarrollo del G20, mientras que en los países avanzados han aumentado solo 9%, señala el informe.

Brecha de género

Por otra parte, el análisis de la OIT constata que, a escala mundial, las mujeres siguen percibiendo un salario aproximadamente 20% inferior al de los hombres, subrayando que en los países más avanzados la diferencia de retribución entre ambos sexos es más elevada en el extremo superior de la escala salarial, mientras que en los países de ingresos bajos y medios, es mayor entre los trabajadores peor remunerados.

“Las disparidades de remuneración por razón de género constituyen una de las mayores manifestaciones de injusticia social de la actualidad, y todos los países deberían esforzarse por comprender mejor qué se esconde detrás de esto y avanzar más rápidamente hacia la igualdad de género”, agregó Guy Ryder.

En el caso de España, la brecha salarial entre hombres y mujeres en cuanto a ingresos por hora se situaba en una media del 14%, por debajo de la diferencia del 15,5% en los países de altos ingresos, mientras que en términos de ingresos mensuales ponderados la brecha desfavorable a las mujeres era del 13,9%, frente a la media del 18,3% de los países de altos ingresos.

Por sectores, la brecha salarial de género en España en empresas privadas alcanzó el 18,1%, en línea con la media del 18,7% para los países de ingresos altos, mientras que en el sector público la diferencia era del 9,1%, por debajo de la media del 14,8% de los países comparables.

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