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Mujeres, rurales y concienciadas con el medio ambiente

Mujer y niña recogiendo basura del campo

Azahara García

Eva González, Lucía Sánchez y Yolanda Sevilla podrían, a simple vista, no tener mucho en común. Sin embargo, estas tres mujeres de diferentes edades, profesiones y lugares de origen se parecen en algo: han decidido dejar a un lado las excusas y ponerse manos a la obra ayudando a cuidar el medio ambiente —cada una dentro de su ámbito de actuación—. Por ello este 15 de octubre, Día de la mujer rural, pone en valor a todas esas mujeres que quieren implicarse en el cuidado de la naturaleza, conscientes de que desde los sitios pequeños también es posible actuar.

Es el caso de Lucía Sánchez, profesora del Colegio Rural Agrupado Cabanillas de la Sierra. Este pueblo de la madrileña sierra de Guadarrama cuenta con algo más de 900 habitantes y, precisamente por su ubicación, los alumnos de Sánchez saben ya desde muy pequeños qué es conocer y cuidar el medio ambiente. “Están muy acostumbrados a estar en la naturaleza y la cuidan y cualquier proyecto que les proponemos al respecto, les entusiasma”, asegura. Esa fue una de las razones por las que ella se apuntó a Naturaliza, un proyecto de educación ambiental de Ecoembes que busca formar a los docentes para aportar a sus clases una mirada ambiental con el máximo respeto y sensibilidad hacia el medioambiente y poder así inculcarlo a sus alumnos a través del contacto con la naturaleza y con pedagogías activas. 

“Una vez que ya eres docente Naturaliza hay un montón de recursos en la web de temáticas relacionadas con el medioambiente y la naturaleza, luego tienen una asesoría muy buena que resuelve cualquier duda o te orienta si quieres hacer algún proyecto”, señala Sánchez. En su caso, los niños estaban interesados en aprender y llevar a cabo un proyecto relacionado con las hormigas. “Tuvimos un hormiguero y justo Naturaliza ofertó unos talleres con un chico que nos estuvo explicando sobre los insectos”, agrega. También se unieron a un proyecto llamado El bosque en el que la protagonista era una hormiga que bautizaron como Filomena y cuyas noticias y encargos esperan expectantes.

La lucha contra la ‘basuraleza’ 

Los alumnos de Sánchez acostumbraban, cada vez que salían de excursión, a llevar una bolsa para recoger la basura que encontraban. Lo mismo hacía Eva González cada vez que iba a la playa en Ibiza, su lugar de residencia. “Todos los días que vamos a la playa, yo llevo una bolsa, voy paseando y recogiendo tapones, bolitas de plástico, trozos de redes y todo lo que veo que sean plásticos”, explica. 

Así que después de varios años de seguir los proyectos de ‘LIBERA, unidos contra la basuraleza’, creados por la ONG SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, decidió unirse a ellos como voluntaria en Llanes, donde pasaba el verano. “Es un proyecto ideal, es una cuestión de concienciación, de lo que vamos a dejar a nuestros hijos y a nuestros descendientes. Si todo el mundo hace un poquito, lo que es recoger unos tapones cuando vas paseando, aunque no parezca gran cosa, podemos hacer algo porque entre todos somos mucha gente”, señala González que, aunque se queja de la falta de apoyo de la alcaldía, tiene claro que repetiría. 

El reciclaje en el medio rural 

Yolanda Sevilla es alcaldesa de Linares de Mora (Aragón) y vicepresidenta primera de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP). Con sus algo más de 230 habitantes, este municipio hace un esfuerzo con el reciclaje que la propia Sevilla califica de “positivo pero con margen de mejora”. Para Sevilla, “el reciclaje no es solo una tarea de gestión, sino un compromiso que debe ser asumido tanto por la Administración como por todos sus vecinos”.

De entre los más de 650.000 contenedores amarillos y azules repartidos en toda España, en Linares de Mora cuentan con un número cada vez mayor que, además, han intentado integrar en el entorno con paredes de piedra. También han colaborado en el proyecto piloto de compostaje comunitario de la Comarca Gudar-Javalambre. “Fomentar alianzas entre pueblos para compartir recursos y conocimientos puede ser clave para mejorar la eficiencia en la gestión de residuos”, asegura Sevilla, haciendo también mención al trabajo conjunto de ayuntamientos y Ecoembes para acercar el reciclaje a los ciudadanos. Para ella, aún hay margen de mejora y busca continuar avanzando en este sentido. “Queremos dar un paso más allá con iniciativas que profundicen en la separación de residuos orgánicos y también en la correcta gestión de residuos voluminosos”, apunta.

Sevilla explica que su objetivo es mejorar la separación y evitar la mezcla de materiales más allá de los residuos orgánicos ya que en el medio rural muchos vecinos ya reciclan en sus casas dando esos residuos alimentarios a los animales.Además, tiene muy claro que ser un lugar pequeño ofrece ventajas en materia de protección del medio ambiente. “Los municipios pequeños, como Linares de Mora, tienen una ventaja clave frente a las grandes ciudades: la cercanía y la capacidad de respuesta rápida de sus vecinos. Es más fácil coordinar y hacer partícipe a una comunidad pequeña, donde los vecinos se conocen y el sentimiento de pertenencia al pueblo es más fuerte”. 

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