Millón y medio de cerezos en flor y 11 pueblos a tu alcance: consejos para escaparse al Valle del Jerte
Hace días que el calendario marca la llegada de la primavera. Pero el Valle del Jerte y sus cerezos en flor son los verdaderos embajadores que dan la bienvenida a la nueva estación.
Quienes se acerquen hasta el norte de Cáceres en las fechas pueden disfrutar de un espectáculo único de la naturaleza, que ocurre cuando el valle se tiñe de blanco. En este momento eclosionan las flores de un millón y medio de cerezos antes de dar sus frutos.
Las montañas muestran al visitante uno de los mayores jardines del mundo cultivados por el hombre, según destaca la Mancomunidad del Jerte, que ofrece información sobre el estado de la floración en tiempo real a través de su web.
“Un fenómeno natural tan bello como impredecible y fugaz que debes contemplar con tus propios ojos al menos una vez en la vida”, destacan.
Es una de las señas de identidad del norte de Cáceres y de Extremadura. En esta Fiesta de Interés Turístico Nacional se vuelcan los 11 municipios del Jerte.
Para disfrutar del cerezo en flor solo hay que adentrarse en el valle. Dejarse llevar y recorrer sus carreteras. De pueblo en pueblo. Siempre acompañados del inmenso manto blanco que se convierte en un perfecto compañero de viaje.
Los bancales van surcando las montañas, coloreadas por los cerezos. Majestuosos, con sus copas repletas de flores blancas, sortean la ley de la gravedad.
La floración no se produce simultáneamente en toda la comarca. Primero florece la zona más baja y cálida del valle y va avanzando hasta culminar en las zonas más altas y frías.
-Rutas recomendadas. La Mancomunidad propone a los visitantes una ruta circular de unos 50 kilómetros a lo largo del valle, pasando por Valdastillas, Piornal, Barrado, Cabrero, Casas del Castañar, El Torno y Rebollar. Otra de las opciones es una ruta lineal, de 30 kilómetros de recorrido, que pasa por Navaconcejo, Cabezuela del Valle, Jerte, Tornavacas y Puerto de Tornavacas.
Por encima de los paisajes destaca la hospitalidad que encuentra el viajero en todos los municipios. De la mano de lugareños que “acogen y muestran sus mejores galas y tesoros a todos aquellos que nos visitan, queriéndoles hacer partícipes de la ilusión y la alegría que sienten por la llegada de la primavera”.
-Buses gratuitos para recorrer el valle. Por tercer año consecutivo se ponen en marcha autobuses gratuitos que enlazan los diferentes pueblos del Valle del Jerte, con el objetivo de moverse por la comarca sin necesidad de usar el vehículo particular. Estarán disponibles los días 29, 30 y 31 de marzo y 7 de abril, y son totalmente gratuitos, sin necesidad de hacer reserva previa.
-Actividades en la naturaleza: Senderismo, escalada o barranquismo. Es un momento idóneo para disfrutar de las vistas del valle por senderos que llevan a lugares mágicos, como la Garganta de los Infiernos. Los caminantes están acompañados de las cumbres de las montañas, aún cubiertas de nieve, ríos y gargantas inundadas por el agua del lento deshielo.
Son varias las localidades del Jerte que acogen rutas BTT, gymkanas o y marchas senderistas para todos los públicos. Una de ellas una ruta canina, en la que se puede pasear con las mascotas, en Cabezuela del Valle.
-Áreas de interés ornitológico. Otro de los grandes atractivos es la observación de aves, en un momento en que éstas regresan al valle. A su casa. Existen varias zonas que no debes perderte, como la cola del embalse del Jerte. También la Garganta de San Martín, el Puerto de Honduras, que conecta al Jerte con el Valle del Ambroz; o el Puerto de Tornavacas.
Son espacios singulares, de alto valor ecológico, donde puedes avistar aves forestales, buitres leonados y multitud de rapaces. Destaca nuevamente la Garganta de los Infiernos, uno de los espacios protegidos de la región con mayor diversidad de hábitats y especies, especialmente de flora, con numerosos endemismos evolucionados.
-Cultura, folclore. Teatro, música y danza invitan a dejarse contagiar por el ambiente festivo que desprenden estos días las gentes. Es el momento previo a la recogida de las cerezas y lo celebran con lecturas poéticas en municipios como El Torno, donde también habrá talleres de fotografía en la naturaleza. Otra de las propuestas es apuntarse al Paseo de Judas por las calles de Cabezuela del Valle en burro, a ritmo de charanga.
Hay más opciones, como visitar la exposición etnográfica de usos y costumbres que hay en Navaconcejo, o disfrutar del mercado artesanal instalado en las calles de Cabrero, que este año ha acogido los actos oficiales con los que arrancó la fiesta del cerezo.
-Tradiciones. La Fiesta del Cerezo en Flor es sobre todo una celebración popular que trata de reflejar la vida de toda una comarca, tanto del pasado como del futuro, según destaca la Mancomunidad del Jerte. La gastronomía, tradiciones y forma de vida están muy presentes estos días. “Tienen especial interés las bodegas, fraguas, lagares que durante unos días son mostrados tal y como eran hace 50 o más años cuando tenían un papel principal en nuestras vidas”.
Resulta también muy interesante fijar la vista en las casas que conservan la arquitectura tradicional de la zona, “que abren sus puertas y muestran cómo vivían nuestros antepasados en ellas”.