El comité y la dirección de la empresa alavesa Tubacex alcanzan un principio de acuerdo para poner fin a 231 días de huelga
El comité de empresa y la dirección de Tubacex han alcanzado un principio de acuerdo para desenquistar el conflicto y poner fin a una huelga que han mantenido durante 231 días. Según ha informado 'El Correo' y ha podido confirmar este periódico, la dirección ha aceptado una propuesta que el comité ha remitido después al Departamento de Trabajo y Empleo, dirigido por la vicelehendakari Idoia Mendia.
El comité de empresa ha hecho hincapié, sin embargo, en que el acuerdo todavía no está firmado y apela a la prudencia porque todavía se está trabajando en ello. Esgrimen los despidos forzosos como el principal “escollo” para alcanzar una resolución. Fuentes oficiales confirman que desde el Gobierno vasco se ha emplazado al comité de empresa a una reunión que ponga fin al conflicto, bajo dos condiciones: “mantenimiento del empleo” y “viabilidad económica del proyecto”. Aclaran estas mismas fuentes que, si bien no hay fecha para la reunión de la firma, se llevará a cabo en cuanto se solicite.
Las instituciones ven con buenos ojos el principio de acuerdo. “Si se confirma, es una extraordinaria noticia. Que la solución sea acordada es la única manera de preservar el futuro de la empresa”, ha señalado este miércoles ante los medios de comunicación el diputado general de Álava, Ramiro González. Bingen Zupiria, portavoz del Gobierno vasco, ha remarcado que se trata de una “empresa importante para Euskadi, Álava y la comarca”. La patronal alavesa (SEA), sin embargo, ha pedido prudencia. “Todos los acuerdos son importantes. Después de siete meses, hay que tener prudencia y dejarles trabajar. Estamos contentos, pero, sobre todo, prudencia”, ha reiterado su presidente, Pascal Gómez.
Los sindicatos que forman parte del comité de empresa acordaron el pasado 3 de septiembre trasladar a la dirección una propuesta que exigía la retirada de los despidos forzosos y de los recursos presentados ante el Tribunal Supremo. Sin embargo, la dirección la rechazó en una reunión tras alegar que la negociación del nuevo ERTE no estaba relacionada con el conflicto laboral de fondo en torno a dichos despidos. En su lugar, la empresa propuso complementar el ERTE con las vacaciones que la plantilla no ha disfrutado por llevar en huelga más de 200 días, algo que el comité no aceptó puesto que su “prioridad pasa por resolver el conflicto con medidas temporales como el ERTE, pero acompañada de medidas estructurales no traumáticas”. La dirección aceptó retirar el recurso ante el Supremo si la plantilla asumía más recortes. “No es justo precarizar más los salarios de los compañeros cuando la dirección se los acaba de subir”, protestaron entonces los trabajadores, que no confiaban en la dirección.
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