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Euskadi sanciona a la misma empresa que sirvió “gusanos” en colegios de La Rioja tras denuncias por “lombrices”

Ikastola Ikasbidea en Durana, a las afueras de Vitoria

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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El mismo día en el que en al menos cinco colegios de La Rioja aparecieron larvas de gusanos en los menús escolares, el 22 de septiembre, la misma empresa responsable de ese servicio de 'catering', Serunion, recibió quejas por la presencia de “lombrices” en platos de pasta en la ikastola pública Ikasbidea de Durana, a las afueras de Vitoria pero en el término municipal de Arrazua-Ubarrundia. Los análisis posteriores de la comida en laboratorio hallaron “indicios de microorganismos en la pasta”, según ha comunicado la dirección de Ikasbidea a las familias de los estudiantes en una carta y ha confirmado el Departamento de Educación.

Esta misma comunicación indica que la adjudicataria del servicio, Serunion, tiene ya abierto un expediente por “infracción grave”. Serunion es una gran empresa de comidas preparadas y es una de las nuevas contratistas del servicio de comedores de la escuela pública para el curso 2023/2024. El cambio de contrata ya generó quejas en el inicio de curso (111 en Ikasbidea y también en otros centros de Vitoria, igualmente en los atendidos por otras empresas) que se sumaron a las incidencias por la falta de autobuses en Bizkaia y Álava a causa del litigio entre la Administración educativa y las empresas del sector, ahora ya resuelto.

El relato de Ikasbidea insiste en que el 22 de septiembre la pasta “no era comestible” y que así lo verbalizaron los menores. Las familias, según han explicado en la Cadena Ser, dieron credibilidad a las quejas porque fueron muy numerosas. “Algunos habían visto lombrices”, explica el centro. Tres días después, se avisó a Educación y el 26 de septiembre se recogieron muestras para hacer las comprobaciones pertinentes. Las hizo Osakidetza. La Administración pidió a Serunion información sobre los “proveedores” de la comida y la compañía, siempre según la versión del centro, suspendió sus contratos con ellos por lo ocurrido.

Sin embargo, fuentes de Educación indican no hay posibilidad de rescindir el contrato de prestación del servicio de comedor, que sigue en manos de Serunion. Las faltas “graves” solamente comportan, en la primera ocasión, una sanción económica. “Les pedimos que mejorasen la calidad, evidentemente”, añaden desde la Administración vasca.

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