La oposición eleva la presión política a Darpón: pedirá en el Parlamento que Urkullu lo destituya
Conforme se acerca el 21 de marzo, fecha prevista en el Parlamento para la votación de la reprobación del consejero de Salud, Jon Darpón, por su gestión de la crisis abierta en el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) en torno a las oposiciones médicas del pasado año, la oposición continúa elevando la presión política. En este contexto, EH Bildu ha comunicado este martes que propondrá una enmienda de adición al texto original presentado por Elkarrekin Podemos para reducir los resquicios del Gobierno. Con su propuesta, no sólo se solicitará la dimisión de Darpón sino que, de no producirse, se instará al lehendakari, Iñigo Urkullu, a que le despoje del cargo “de inmediato”.
En todos los foros políticos se da por seguro que los tres partidos de la oposición, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PP, sumarán sus votos (38 frente a 37 de PNV y PSE-EE) para censurar la gestión de Darpón a diferencia de lo ocurrido a finales de 2018, cuando el PP consideró suficiente con la salida de María Jesús Múgica como directora general de Osakidetza. Las nuevas revelaciones recogidas en el informe de la Fiscalía que da inicio a una investigación judicial que liderará en Vitoria la magistrada Yolanda Varona han motivado este mayor celo, aunque el debate sobre la OPE no es ajeno al clima preelectoral imperante.
Según ha señalado en rueda de prensa la portavoz de EH Bildu en asuntos sanitarios, Rebeka Ubera, “hay motivos suficientes” para la reprobación de Darpón, pero es “insuficiente” pedir solamente su dimisión ya que hay que dar “un paso más” y lograr que la Cámara inste formalmente a Urkullu a que lo destituya si él no cesa voluntariamente. “El responsable político máximo de esta estafa a toda la sociedad es Darpón”, ha proclamado Ubera sobre las filtraciones de exámenes para beneficiar a candidatos muy concretos en variadas especialidades médicas de la última OPE. Para EH Bildu, es necesario un “mensaje claro” de “honradez” y de que “las prácticas corruptas pasan factura”.
Desde el Gobierno, el consejero-portavoz, Josu Erkoreka, ha asegurado que “no hay un cambio de criterio” y que, en principio, la postura de Darpón es continuar trabajando con normalidad y “seguir colaborando” con la investigación salvo que el lehendakari decida apartarle del cargo, para el que le nombró en 2012. Se da la circunstancia de que Erkoreka ha hecho gala del elevado grado de cumplimiento de las resoluciones del Parlamento en Euskadi -lo ha comparado con la desidia que él conoció en el Congreso de los Diputados- pero, al mismo tiempo, ha reiterado que la posible reprobación -incluya o no una petición al lehendakari- “no tiene carácter vinculante” y ha dejado abierta la puerta a su incumplimiento. Por otro lado, hasta el próximo 13 de marzo los partidos del Gobierno tienen plazo para presentar, en su caso, la alternativa a esta propuesta de reprobación.
Comisión de investigación y baile de iniciativas
Ese mismo 21 de marzo está prevista la votación de otra propuesta de la propia EH Bildu, que retoma también la idea de constituir una comisión de investigación como la que existió hace tres décadas cuando se detectaron irregularidades en torno a la primera OPE de Osakidetza. Ubera confía en que el PP “cambie de opinión” y que incluso los partidos del Gobierno, PNV y PSE-EE, acepten que “hay que esclarecer todo” más allá de los relevos en los puestos directivos del Departamento de Salud.
Asimismo, el Parlamento debatirá también otras iniciativas de la oposición en torno a la continuidad de los exámenes en las categorías en las que hay sospechas de que se produjeran filtraciones. EH Bildu propone ya “modificar la caracterización de los exámenes que se deben repetir” y, sobre todo, “la reestructuración de los tribunales” y “contar con ayuda exterior para la elaboración de los exámenes”, dos precauciones para evitar nuevas filtraciones en las tres categorías en que Osakidetza ha asumido que se produjeron anomalías (Anestesia, Cardiología y Angiología). Por el contrario, Elkarrekin Podemos subrayó que la Fiscalía no sólo señalaba esas tres especialidades, sino otras ocho, por lo que demanda paralizar la asignación de plazas en esas once categorías hasta que concluya la investigación. Ello ha motivado una segunda propuesta de EH Bildu en esta línea de paralización, con la excepción de las categorías de Pediatría y Medicina Familiar, en principio ajenas a las sospechas.