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La llegada de los verificadores alimenta un comunicado de ETA sobre su desarme

La comisión para la paz, dispuesta a hablar con ETA y con las víctimas

Aitor Guenaga

Bilbao —

Los miembros de la Comisión Internacional de Verificación, presidida por su coordinador, Ram Manikkalingam, tienen previsto realizar una visita a Euskadi esta semana para continuar su labor de verificación del desarme de ETA. El anuncio de la organización terrorista, en su comunicado del 8 de febrero, de su disposición a realizar “aportaciones significativas para alimentar el proceso, sin tardar”, unido a la presencia en Euskadi del grupo de verificadores internacionales, es interpretado por diferentes fuentes como una cobertura al movimiento que puede anunciar en un comunicado ETA en relación a su desarme. La cita será el próximo viernes 21 y los verificadores traen un mensaje sobre el compromiso de ETA con su desarme.

Las diversas fuentes consultadas prefieren evitar especular sobre el contenido del anuncio que puede realizar la organización terrorista en las próximas semanas -algunas fuentes indican que el comunicado se producirá en marzo-, dado que ETA ha dado muestras de querer dilatar el momento final de su desarme total y verificable.

ETA ha mostrado su intención de “ponerse en contacto con la Comisión para Impulsar el Proceso de Paz” emanada del Foro Social que viene impulsado por la organización pacifista Lokarri, y “tomar parte en las conversaciones y negociaciones que se puedan utilizar con el objetivo de lograr la resolución y la paz”, según anunció el 8 de febrero. Esta aseveración de la propia organización apuntaría a una hoja de ruta hacia el desarme que incluiría diferentes fases. Hace meses ya se apunta la posibilidad de que ETA esté dispuesta a escenificar algún tipo de sellado de arsenales y zulos, algo que fuentes de la lucha antiterrorista no han descartado, pero fuentes conocedoras del proceso ya indicaron entonces que esa posibilidad “tardaría aun más tiempo”.

Lo que ha disparado de nuevo la posibilidad de un avance en el proceso de entrega de armas por parte de ETA es la presencia de los verificadores comandados por Manikkalingam en Euskadi, grupo que ha mantenido contactos durante este tiempo con algunas fuerzas políticas vascas. Urkullu ha mantenido también contactos con el grupo de Manikkalingam, según han confirmado fuentes de entorno de la Presidencia vasca. Las mismas fuentes precisan que, aunque no hay ningún encuentro cerrado, la voluntad de Urkullu es de reunirse con el grupo.

“Agenda de diálogos”

ETA quiere participar en las conversaciones que se puedan producir tras la puesta en marcha de la citada Comisión para Impulsar el Proceso de Paz, presentada el 23 de diciembre pasado y en la que participan entre otros la magistrada Gabiñe Biurrun. Respecto a esto último, ETA detalla que lo haría “para ofrecer nuestro punto de vista y para introducir en la agenda de diálogos las cuestiones que afectan directamente a nuestra organización, que están entre los ingredientes para una resolución integral”, esto es, todo lo relacionado con los presos y lo que ETA denomina la desmilitarización.

Las fuentes consultadas creen que las posibilidades sobre el desarme pasan por tres caminos: un gesto sobre la voluntad de entregar las armas -el sellado de algún tipo de zulo o la entrega parcial de armamento-, la presentación de una especie de hoja de ruta gradual sobre el desarme o, directamente, el anuncio definitivo de su disolución, posibilidad esta última que se aprecia como más improbable, al menos, tras conocer los últimos pronunciamientos de la banda.

Pero, en todo caso, la presencia de los verificadores de Euskadi alimenta un movimiento inminente de ETA. Junto a este grupo, también se destaca la labor realizada en el logro del “final ordenado” de ETA el que fuera jefe de Gabinete de Tony Blair, Jonathan Powell. Todos los partidos, salvo Sortu, el lehendakari y el presidente Mariano Rajoy ya han advertido a ETA de que el comunicado que espera la sociedad vasca es el de la disolución.

Esta comisión ya supervisó durante 2012 el cese definitivo del terrorismo anunciado por ETA el 20 de octubre de 2011 y fijó como fecha para un eventual desarme septiembre de 2013, algo que no se produjo. Al retomar sus trabajos en Euskadi, con la intención de informar a los partidos y mandatarios de la situación actual, se interpreta que ETA va a dar pasos, aunque se desconoce hasta dónde pueden llegar la organización terrorista.

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