LAB tendrá una doble dirección para afrontar el reto de ser “referencia sindical” de la izquierda independentista
El sindicato LAB ha arrancado ya el proceso hacia el X Congreso Nacional que celebrará los próximos 16 y 17 de junio en Baiona. Con la presentación de la candidatura al comité ejecutivo esta pasada semana, el sindicato que dirige Garbiñe Aranburu inicia el proceso congresual del que saldrá como principal novedad una nueva dirección que tendrá dos personas como coordinadoras generales, en lugar de una como secretaria general. Garbiñe Aranburu, actual secretaria general, e Igor Arroyo, ahora secretario general adjunto, son los candidatos para liderar la central sindical en una clara línea de continuidad. De hecho, en la candidatura al comité ejecutivo, en el que hay 9 mujeres y 5 hombres, solo hay tres caras nuevas, el resto repiten en el órgano de dirección: se estrenan Oihana Lopetegi, (Acción Sindical y Negociación Colectiva), Kris Gete (Federación de Industria) y Argitxu Dufau (Vocal en Ipar Euskal Herria). Esta nueva bicefalia que se someterá al voto del congreso tendrá como condición que uno de los dos coordinadores generales sea siempre una mujer y, aunque no está claro, de momento, cómo será el reparto de funciones, desde el sindicato aseguran que las dos personas estarán al mismo nivel de responsabilidad.
LAB fue el primero entre los principales sindicatos vascos en tener una mujer al frente. Ainoha Etxaide accedió a la secretaría general en 2008, tras ser elegida sustituta de Rafa Díez Usabiaga. Permaneció en el cargo hasta 2017, año en el que otra mujer, Garbiñe Aranburu, cogió las riendas. Aranburu se presenta a la reelección ahora a través de esta nueva fórmula de reparto de responsabilidades, que está por ver si reforzará el papel femenino al frente del sindicato, en el que LAB ha sido pionero, o si por el contrario lo diluirá al dividir los papeles entre dos personas.
“Referencia” de la izquierda independentista y sin ELA
Al margen de la novedad de la bicefalia, algo que no se da en ningún otro sindicato, el congreso bajo el lema ‘Ba gara goaz’, (Ya vamos), servirá de nuevo para reivindicar el carácter independentista de la central y el compromiso de impulsar un estado soberano vasco “haciendo pedagogía” en esa dirección entre los trabajadores. No es casual la elección de la localidad de Baiona para celebrar el congreso. La propia Garbiñe Aranburu aseguraba en la presentación del mismo que LAB quería mostrarse como un “único sindicato nacional y poner en práctica el sindicalismo a ambos lados de la muga”, así como reforzar el papel de la central sindical en esa zona, donde lleva 22 años.
En este impulso hacia una “República Vasca soberana” LAB da por perdida la alianza con ELA, que dice, “ha fracasado”. De hecho, la situación entre ambos sindicatos es cada vez más tensa. Especialmente en unos momentos en los que el sindicato que dirige Mitxel Lakuntza está claramente enfrentado a EH Bildu, -coalición con la que LAB mantiene cercanía- por, entre otras cosas, apoyar los presupuestos vascos, navarros y españoles. Un enfrentamiento que LAB quiere aprovechar para convertirse en la “referencia sindical de la izquierda independentista”.
También es imposible hoy por hoy la alianza con ELA en el plano sindical, más allá de acuerdos puntuales en convenios o sectores. Hace tiempo que es más fácil encontrar a LAB que a ELA en la firma de convenios o acuerdos con otros sindicatos. A este respecto insisten en que quieren ser una “herramienta eficaz”. Por eso quizá se replanteen volver a algunos de los organismos sociolaborales en los que ahora no están -como tampoco está ELA- aunque en esa reflexión no se incluye la posibilidad de entrar en la Mesa de Diálogo Social Vasca en la que se sientan CCOO y UGT con la patronal y el Gobierno vasco.
LAB asegura que llega al Congreso con “buena salud” y un aumento de la afiliación en 5.000 personas desde el anterior congreso, hace cinco años, hasta llegar a los 46.000. Un incremento de un 12% que afirman, no tiene paragón“. En la Comunidad Autónoma Vasca es el segundo sindicato con un 19,85% de representación, muy por detrás de ELA (40,98%) y seguido muy de cerca por CCOO (18,71 %). En Navarra son la cuarta fuerza con el 17,29% de representación, cuatro puntos más de la representación que tenían hace una década.
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