Mecaner, en la cuenta atrás hacia el cierre, aferrada a la única esperanza: la nulidad del ERE o la aparición de un inversor
Mecaner, la primera matricería vasca especializada en la automoción que lleva a sus espaldas 63 años de historia desde su fundación en 1961, ha iniciado la cuenta atrás hacia su desaparición. Una carrera contrarreloj en la que los sindicatos quieren agotar todas las posibilidades antes de asumir el cierre al que les aboca su propietario, Stellantis, la gran multinacional de la automoción, propietaria de marcas como Fiat, Chrysler, Peugeot y Citroën, que ahora quiere desprenderse de la planta de Urduliz y poner fin así a una dilatada trayectoria industrial. El próximo martes día 12 se celebrará la primera reunión del periodo de consultas del ERE de extinción que la dirección anunció el 1 de septiembre y que dejará sin empleo a 148 trabajadores -144 de la plantilla de la factoría y cuatro subcontratados de limpieza- . Una reunión a la que los sindicatos que conforman el comité -ESK, LAB, ELA y CCOO- acuden con un planteamiento claro: Mecaner es viable y el ERE es nulo.
Desde que se anunció el cierre, los intentos del comité por mantener un encuentro con la dirección han sido infructuosos. “Se han negado a darnos ningún tipo de explicación tras el anuncio del ERE”, señala Unai Mirasolain, delegado de LAB en la empresa. La dirección tiene tomada una decisión y no quiere atender a las razones que desde el comité argumentan para defender su continuidad, dice. De hecho, la producción en la planta de Urduliz está “prácticamente parada” desde hace meses. “La están dejando morir”.
Los trabajadores, que han intentado movilizar al Gobierno vasco en su apoyo, bien mediando ante Stellantis para que retire el ERE, o buscando un inversor industrial que pueda sacar a flote la empresa al margen de la multinacional, cuentan con un plan de reconversión que ha realizado un experto de la empresa Garua con la financiación del Ayuntamiento de Urduliz, que avala que la planta está condiciones de diversificar la producción sin realizar demasiadas inversiones y con las capacidades y conocimientos que tiene la plantilla de Mecaner. Es decir, ampliar su gama de fabricación más allá del sector de la automoción, con productos que tienen demanda actual y que seguirán teniéndola de cara al futuro, por estar relacionados con el tema de la energía verde, o la electrificación. En cualquier caso, ese plan pasa, o bien porque lo asuma la multinacional que ahora tiene como plan el cierre, es decir que no se ponga en marcha el ERE, o porque aparezca un inversor -para lo que necesitan de la colaboración del Gobierno vasco- que asuma dicho plan y esté dispuesto a reflotar la empresa. “Este plan se lo hemos presentado al Gobierno vasco también, pero como les obligaría a mover ficha, pues no les gusta” asegura el representante sindical. Desde el comité afirman que el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente les han confirmado que han mantenido alguna conversación con la multinacional, pero consideran que desde la consejería que dirige Arantxa Tapia se está produciendo una “falta de transparencia absoluta” sobre las conversaciones con la dirección. Fuentes del Gobierno vasco confirman los contactos, pero reconocen que la multinacional “tiene la decisión tomada”.
Respecto a la posibilidad de que “aparezca un inversor”, el Gobierno vasco se muestra dispuesto “a acompañar”. Eso supondría llevar a cabo un proceso en el que habría que negociar “el tema de la propiedad, de la maquinaria, de las instalaciones, que habría que llegar a un acuerdo con Stellantis para que pueda facilitar esa esa transición”, dicen desde el comité. Pero para eso se necesita un inversor que “a día de hoy no lo hay”, recuerda Mirasolain. En este sentido considera que la implicación del Gobierno está siendo nula. “Insisten en que se limitan al acompañamiento, cuando lo que les pedimos es que sean parte activa en la búsqueda de soluciones, que inviertan dinero público, faciliten ayudas y busquen inversores”. Fuentes de área de industria del Gobierno vasco ratifican los contactos con la multinacional, aunque reconocen que También se han dirigido al departamento de Trabajo y Empleo para pedirles que su informe sobre el ERE tras el periodo de consultas que se inicia el martes sea “favorable a los trabajadores”.
En estos momentos la mayoría del comité la tienen ESK y LAB, que se sientan en el órgano laboral junto a ELA y CCOO. ELA está manteniendo una huelga indefinida desde el GGG mientras que el resto realiza dos paros de 24 horas cada semana desde el mes de diciembre, aunque están valorando “incrementar los días de huelga en función de cómo se desarrollo el periodo de consultas, sin descartar la huelga indefinida”.
Para los sindicatos el cierre de Mecaner es una “deslocalización de libro”. No se trata de que se cierre la planta porque tenga pérdidas o no sea rentable, sino porque la empresa quiere “llevarse la producción que realizan ahora en Urduliz a China, donde la mano de obra es más barata para ganar más”. “No se trata de una situación de crisis”, aseguran, sino que responde a la “avaricia de una empresa que sólo mira los números de su cuenta de explotación”. Recuerdan que la planta “ha dado beneficios durante los últimos años y no le ha faltado carga de trabajo hasta que el grupo Stellantis ha decidido preparar el terreno para facilitar su cierre”, aludiendo a que en los últimos meses no les están dando pedidos. Además señalan que el grupo Stellantis obtuvo el año pasado un beneficio récord, ganado más de 18.000 millones de euros“.
Desde el comité denuncian que mientras quiere cerrar Mecaner, “el año 2023 la multinacional Stellantis recibió más de 68 millones de euros de manos del Gobierno español en concepto de ayudas PERTE. Nos parece una obscenidad que se dé dinero público a una empresa que se dedica a cerrar empresas y a destruir empleo”.
Por ello, que exigen a las instituciones una intervención que evite este cierre, ya que “se trata de una deslocalización que sólo pretende llevarse la producción a otro punto del planeta en busca de mayores beneficios”.
En este sentido, exigen al Gobierno vasco que utilice todas las herramientas que tenga a su disposición para garantizar el futuro de Mecaner. “De poco sirve exigir el control de las transferencias, si luego no se ponen de manera activa al servicio de la ciudadanía, si solo se utilizan para favorecer a las empresas”. “Exigimos al Gobierno vasco una política industrial activa que permita afrontar los retos de sostenibilidad del futuro con otras alternativas que no sea el lento pero continuo cierre de empresas”. Por otro lado, también exigen al Gobierno español “la paralización de la entrega de ayudas a la multinacional Stellantis mientras continué con sus intenciones de cierre de Mecaner”, dicen desde el comité, aunque consideran que hoy por hoy, lo único que hacen es pasarse la pelota unos a otros.
Precisamente, las responsabilidades sobre el ERE de Mecaner ocasionó un rifirrafe entre la vicepresidenta Yolanda Díaz y la diputada del PNV Idoia Sagastizabal, a principios del mes de febrero en Congreso de los Diputados. La portavoz nacionalista reprochó a la ministra que el Gobierno central hubiera dado dinero a la multinacional a través del PERTE, a lo que Díaz replicó que las competencias en materia industrial y laboral son del Gobierno vasco, incluida la aceptación o no del ERE.
Tras la primera reunión de este martes, el periodo de consultas del ERE tiene un plazo establecido de 30 días naturales. Es decir, en el entorno de mediados de abril finalizará, ya que está por el medio la Semana Santa. A partir de ahí, hay un plazo de 15 días para alegaciones, por lo que a finales de abril o principios de mayo se conocerá el desenlace del que están pendientes, sobre todo, 148 familias cuyo salario depende de la continuidad de Mecaner.
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