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Los partidos vascos y gallegos idean una campaña sin 'selfies', folletos ni grandes mítines pero que no renunciará a la calle

Urkullu, frente a lona de Sabin Etxea, este sábado en Bilbao

Iker Rioja Andueza / María Pampín

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En los cuarteles generales de los partidos políticos ultiman estos días una campaña doblemente anómala en Euskadi y Galicia que se lanzará en la noche del 25 al 26 de junio de cara a los comicios del 12 de julio. Por un lado, por las fechas. Un fin de semana de mediados de julio o son vacaciones o son semivacaciones para muchos. De hecho, en España no se celebraban unas elecciones en julio desde 1839, en la etapa de Isabel II. Y, por otro, los cambios obligados por la pandemia están ya modificando las formas de contacto de las candidaturas con los votantes.

Ni en Euskadi ni en Galicia los mítines de gran formato tendrán cabida y todo será “más ligero” y distante. No se renunciará a la calle, pero no habrá repartos de folletos o regalos. Ni besos ni 'selfies'. A partir de ahí, los partidos —en función también del perfil de sus electores— discrepan sobre el peso de las nuevas tecnologías como alternativa.

En Euskadi no hay agendas cerradas

En Sabin Etxea, la sede del PNV donde ya se ha desplegado un gran cartel con su candidato, Iñigo Urkullu, y un lema nuevo (Euskadi zutik, 'Euskadi en pie', en euskara), explican que en circunstancias normales a estas alturas ya estarían definidos todos los actos de la campaña electoral. Ahora no. “Estamos más pegados al día a día”, explican portavoces del principal partido vasco y favorito en todos los sondeos. Anuncian que “no se van celebrar mítines con el formato que se ha conocido hasta ahora” y adelantan una “infraestructura más ligera”.

El equipo de Urkullu, en todo caso, estará en la calle. “La situación se va normalizando. La campaña va a empezar sin estado de alarma. No podemos renunciar al 'contacto'. Somos un partido muy pegado a la calle”, indican desde el PNV, que entiende que lo telemático no va a poder suplantar a lo físico aunque desde 2016 a 2020 haya crecido la inversión en campañas en redes sociales y sean un partido muy activo en Telegram, Facebook o Instagram. Pero conceden que, aun primando la presencialidad, “todo va a ser distinto”. En la calle pero sin folletos o caramelos. En la calle pero guardando todas las medidas sanitarias. En la calle pero sin ser “invasivos”: “No queremos ser una molestia”.

El PNV asegura además que todos los actos electorales estarán “supeditados” a la gestión de la crisis dada la doble condición de candidato y lehendakari de Urkullu. “Él lo tiene claro y, de hecho, ya ha renunciado a la precampaña [aunque este fin de semana sí hizo un acto en Bilbao]. La prioridad es la gestión. Tenemos responsabilidades de Gobierno”, explican. Además, compartirán protagonismo con el cabeza de cartel los candidatos por Bizkaia —Leixuri Arrizabalaga y Josu Erkoreka— y la terna guipuzcoana —Bakartxo Tejeria, Arantxa Tapia y Joseba Egibar—.

En EH Bildu también han diseñado “actos más comprimidos” pero “en la calle, a poder ser”. “Necesitamos movilizar a nuestra gente, que se sienta parte del proyecto. Pero hay que respetar las medidas”, indican desde la coalición de la izquierda abertzale. Por las mañanas, estarán con pequeños actos de calle. Por las tardes, harán mítines pero en plazas poco concurridas y “guardando muy bien las distancias”.

Serán cuatro los protagonistas principales, Maddalen Iriarte como candidata a lehendakari, Arnaldo Otegi como líder de EH Bildu, y los otros cabezas de lista, Mikel Otero y Jasone Agirre. Con ellos, convivirá un equipo “reducido” que se irá desplazando a su lado. Como ya están haciendo con los actos de precampaña, todo se emitirá por 'streaming' para simpatizantes y medios de comunicación.

En el PSE-EE cuentan que ya han hecho un “ensayo” en la calle en esta precampaña. “Acotamos el espacio con una cinta. En la entrada, colocamos un panel con las medidas, gel en una mesita y, una vez dentro, distancias. Hubo gente que estuvo con mascarillas y los intervinientes se la quitaron solamente para hablar”, indican. No obstante, los socialistas confiesan que esto “se complicará” cuando toque la visita de rigor de Pedro Sánchez, que suele movilizar más a las bases. En el equipo de Idoia Mendia tampoco han cerrado el calendario de actos electorales ni las visitas del presidente, pero sí han tomado ya una medida traumática: “No habrá reparto de rosas”.

La coalición Elkarrekin Podemos-IU, con Miren Gorrotxategi de candidata, ha planteado una campaña más “austera” y “más lejana”. “No hay cabida para los grandes mítines”, explican desde su equipo, que incide en que los dos actos principales aún no están perfilados porque “hay que poner todas las medidas del mundo” y encajarlos “en un formato más reducido”. El objetivo es reconvertir muchos actos en “canutazos” para los medios de comunicación y con muy poca gente de público. Sí se han elaborado paneles informativos con las propuestas y con la posibilidad de que el interesado acceda a toda la comunicación con un código QR.

En Equo-Berdeak ironizan que los “grandes actos” de la formación verde no han pasado de “80 o 100 personas” a lo largo de su trayectoria, por lo que no tendrán que ajustar tanto su campaña. Sí incidirán más en “biciletadas” —con banderas en vez de octavillas— y en que el candidato, José Ramón Becerra, llame por teléfono a los electores para presentarse. “Vamos a ver cómo responde la gente”, indican desde su equipo.

“Casero” es el adjetivo que utilizan PP y Ciudadanos para su propuesta electoral. “Vendrá Pablo Casado y a la gente le gustará estar con él. Pero todo estará dentro de los límites”, indican desde la candidatura de Carlos Iturgaiz, que hará actos en “rotación” por las tres circunscripciones, Álava, Bizkaia y Gipuzkoa. Fuentes de la coalición no ocultan, además, que tendrán que incidir más en los medios de comunicación tradicionales que en las redes sociales por su tipo de electorado.

En cuanto a los debates, los diferentes partidos han explicado a este periódico que se manejan seis propuestas. ETB ha planteado una doble cita en euskara y castellano —por vez primera los seis principales candidatos son vascoparlantes— y también la radio pública —Euskadi Irratia y Radio Euskadi—, a los que se sumaría la Cadena Ser y el diario 'El Correo'. Fuentes de Equo indican que participarán como uno más ya que harán valer su cuota en la coalición Elkarrekin Podemos de 2016 aunque ahora Podemos e IU se presenten por un lado y los verdes por otro.

En Galicia, fórmulas “más originales”

La prudencia es un factor más de la campaña electoral. Los partidos que participan en las elecciones gallegas definen con cautela los actos de sus campañas, en las que tirarán de encuentros en pequeño formato y nuevas tecnologías. Será una campaña diferente pero en la que no faltarán las visitas de cargos del Gobierno central y miembros del PP.

A pesar de que Galicia está ya fuera del estado de alarma y falta menos de un mes para ir a votar, los equipos de campaña trabajan aún en la definición de la campaña y en cómo adaptarse a condicionantes básicos como son los aforos y a las medidas de higiene y seguridad. En cómo mantener la proximidad de los candidatos sin saltarse la distancia social. Ahí entran los nuevos formatos, la capacidad de introducir la innovación saltando por encima de la brecha digital y los planes B.

“No va a ser una campaña de selfies y abrazos”, indican desde el PP gallego, que tirará de actos “infinitamente más pequeños” a los habituales en los que “no se va a agotar el aforo permitido” y de nuevas vías “más originales” para facilitar el seguimiento de su candidato. Alberto Núñez Feijóo ya avanzó que contará con Pablo Casado y con la presencia de Mariano Rajoy, que se esperan ya para la campaña porque la retomará en el mismo punto donde se quedó la anterior. Es decir, sin hacer precampaña.

La visita de miembros del Gobierno central para apoyar al PSdeG y a Galicia en Común está prevista, aunque la diferente situación epidemiológica de Madrid y las agendas de ministros y ministras hace que el cierre de un calendario se mantenga, por el momento, al ralentí. El fin del estado de alarma precipitará la organización de la campaña. La de Gonzalo Caballero, candidato socialista a la Xunta, será “en positivo” y sin renunciar a los 15 días que establece la ley. A pesar de que todas las formaciones mencionaron una posible reducción de la campaña oficial, nada se ha concretado, y todas las formaciones excepto el PP han intensificado las agendas de sus candidatos. Algo similar ha ocurrido en Euskadi.

La coalición Galicia en Común-Anova Mareas diseña una campaña “muy dinámica”, que supere el formato del mitin tradicional, y que se surta de mensajes “explícitos” dirigidos a públicos concretos. También será crucial, consideran, la capacidad de improvisación y adaptación a diversas situaciones, desde la sanitaria a la climática. A su candidato, Antón Gómez-Reino, le acompañarán “ministras y ministros”.

Las citas diarias de la candidata del BNG, Ana Pontón, llevan días aumentando a buen ritmo. La estrategia de la formación pasa por realizar encuentros de muy pequeño formato pero que le permitan abordar temas “pegados a las problemáticas del día a día de los gallegos y gallegas” y también de reactivación de su militancia. Los refuerzos para la difusión del mensaje llegarán a través de las redes sociales y el 'streaming'.

Uno de los factores que quedan por decidir y al que las formaciones de la oposición le otorgan un especial valor es el papel que tendrá la televisión pública de Galicia y, en especial, los debates entre candidatos. La oposición pide más de un encuentro en prime time entre los aspirantes a la presidencia de la Xunta, algo a lo que Feijóo no parece dispuesto. Evitó responder a la oferta del BNG de reducir el tiempo de campaña a cambio de dos debates en TVG y lo zanjó con un: “Creo que los equipos de campaña siempre aceptaron un debate en CRTVG y el resto de cuestiones las desconozco”.

Más amplia es la petición del PSOE, al que le gustarían cinco encuentros en la televisión pública, sea TVG o TVE. De ellos serían tres entre las fuerzas que se presenten y dos un cara a cara “a ida y vuelta” entre Caballero y Feijóo.

La convocatoria de las elecciones autonómicas el 12 de julio disgustó a la oposición, que ve demasiado próxima la fecha para garantizar la seguridad. Por contra, la Xunta garantiza que los colegios electorales serán espacios completamente seguros, en los que será obligatorio el uso de mascarilla. La Xunta y la Delegación del Gobierno cerraron hoy mismo un acuerdo para reforzar la seguridad con Policía Nacional, Guardia Civil y local y un equipo de 133 personas está siendo formado por la Administración gallega para revisar que se cumplen las medidas preventivas frente al coronavirus.

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