Las recomendaciones de Osakidetza para hacer frente a la segunda ola de la pandemia
Ante la llegada de la segunda ola de coronavirus, el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) hace a la ciudadanía unas recomendaciones para tratar de contener la expansión de la pandemia. Desde la obligatoriedad del uso de la mascarilla hasta los consejos para afrontar un aislamiento domiciliario, ofrece las claves para prevenir la transmisión. elDiario.es/Euskadi recoge las más destacadas en esta breve guía.
Dónde y cómo usar la mascarilla
En los últimos meses, varias campañas a lo largo de la geografía vasca han venido haciendo incidencia en la necesidad del uso de la mascarilla.Ahora, Osakidetza recuerda que es obligatorio en la vía pública, al aire libre, en los espacios cerrados de uso público y también en los medios de transporte. Con independencia de la distancia interpersonal que se pueda guardar, la han de llevar puesta todos aquellos mayores de seis años.
Debe cubrir bien la boca, la nariz y la barbilla, y ha de ajustarse adecuadamente para que no queden espacios entre ella y el rostro. Las autoridades sanitarias recuerdan que es importante el lavado de manos antes y después de su uso. Asimismo, se ha de cambiar cuando esté húmeda o se deteriore. En caso de que sea reutilizable y se vaya a volver a usar, se debe guardar en una bolsa cerrada. También se reitera la importancia de no tocar la parte delantera y de quitársela agarrándola por la sujeción de las orejas.
Los síntomas y el aislamiento
Osakidetza cita como síntomas del virus la tos, el dolor de garganta, temperaturas corporales superiores a los 37 grados, la sensación de falta de aire y la pérdida del sentido del olfato. En caso de percibirlos, se ha de permanecer en casa, desde donde se puede contactar o bien con el centro de salud o bien con el consejo sanitario, cuyo número de teléfono es el 900 20 30 50.
Se especifica que las medidas de aislamiento domiciliario —al que se habrán de someter también aquellos que estén a la espera del resultado de una prueba PCR— se deben llevar a cabo, a poder ser, en una habitación de uso exclusivo para el enfermo o sintomático. Esta habrá de contar con una ventana que dé a la calle, mientras que la puerta se mantendrá cerrada. Para limpiarla, se empleará agua con lejía. También se hacen otras recomendaciones para estos casos: que el aislado disponga de un teléfono operativo y use un baño exclusivo en el que se asee y se lave las manos con agua y jabón durante un minuto; que la ropa y las sábanas usadas se trasladen a la lavadora en una bolsa cerrada, y que la vajilla se lave —en el lavavajillas, preferentemente— a alta temperatura.
El resto de convivientes deberá reducir al máximo el contacto. Será una única persona la que le proporcione atención y cuidados, y esta se lavará las manos tras cada contacto con uno de los utensilios compartidos. También se limpiarán frecuentemente las áreas de contacto, como interruptores y pomos.
Centros de trabajo
Son los centros de trabajo los que reciben mayor atención en la guía de recomendaciones de Osakidetza. En primer lugar, se hace una serie de recomendaciones generales, entre las que se incluyen: ventilar a menudo, reforzar la limpieza, lavarse las manos y evitar los saludos con contacto físico. Además, se pide mantener la distancia de seguridad. Cuando esta se pueda guardar, sin embargo, la mascarilla no será obligatoria. Si deberá usarse, en cambio, cuando se compartan espacios comunes o se circule por los pasillos.
A los empleadores se les pide que provean al personal de los productos de higiene necesarios y que le informen de las medidas de seguridad. También deberán organizar el espacio de tal manera que se puedan garantizar las distancias y apostarán por el teletrabajo y las reuniones telemáticas. Los empleados, por su parte, evitarán compartir material y mantendrán su zona de trabajo ordenada para que la limpieza sea más fácil. Además, no deben, en la medida de lo posible, compartir material con otros colegas.
Quienes noten síntomas no deben ir a trabajar y se lo tendrán que comunicar tanto a su empresa como a su centro de salud. Asimismo, las personas de riesgo, antes de acudir a su puesto de trabajo, deberán contactar con la unidad de prevención y salud de su empresa para evaluar la situación. En caso de que se aconseje no trabajar, la situación será similar a la de un accidente laboral.
El transporte público y la compra
Se vuelve a reiterar la obligatoriedad del uso de mascarilla en el transporte público. Asimismo, es necesario lavarse las manos antes de entrar y al salir y se ha de evitar tocarse la cara y también las superficies comunes como barandillas, pulsadores o pasamanos. Es recomendable, siempre que sea posible hacerlo, no viajar en horas punta. Se viaje cuando se viaje, habrá de mantenerse una distancia de seguridad de mínimo metro y medio.
Muchas de estas recomendaciones se repiten también para la compra. A ellas se añaden la de no tocar los productos que se vayan a comprar, transportarlos en una bolsa cerrada en la que se introducirán una vez se hayan limpiado y pagar siempre que sea posible con tarjeta y no con dinero en metálico. Las personas de riesgo —mayores de 60 años, con enfermedades previas y embarazadas— han de evitar el transporte público y los lugares cerrados.
Al llegar a casa
Se recomienda quitarse los zapatos a la entrada, y, nada más acceder al domicilio, apartar el bolso, las llaves, la cartera y el móvil para después desinfectarlos con un paño con alcohol. Es esencial la higiene de manos y, en caso de haber estado en algún lugar cerrado, se aconseja lavar la ropa. Osakidetza pide, asimismo, dos tomas de temperaturas diarias. En caso de que el termómetro muestre más de 37 grados, se ha de permanecer en casa y contactar con el centro de salud o con el consejo sanitario en el 900 20 30 50.
0