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Trabajadoras de residencias de Bizkaia exigen con una huelga “un cambio real” en el modelo de los cuidados

Trabajadoras de residencias de Bizkaia se disfrazan de Olentzero y Mari Domingui con caretas de los diputados forales para denunciar las condiciones laborales del sector

Maialen Ferreira

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Las trabajadoras de residencias de Bizkaia en huelga han salido a la calle este martes para denunciar las condiciones laborales que padecen y exigir “un cambio real” en el modelo de los cuidados de personas mayores. A lo largo de la jornada han tenido lugar dos movilizaciones diferentes en Bilbao, una convocada por el sindicato LAB frente a las Juntas Generales de Bizkaia y otra frente a la Diputación de Bizkaia, convocada por el sindicato ELA. Según han destacado ambos sindicatos, la huelga ha tenido un “amplio seguimiento” pese a que se ha impuesto el 100% de los servicios mínimos en las residencias de mayores.

“Hoy han ido a trabajar más personal que durante todo el año, es algo que no tiene sentido. Eso, obviamente reduce el número de participantes en las concentraciones, pero las trabajadoras están acudiendo en sus descansos o cuando finalizan sus turnos para mostrar su apoyo por lo que estamos contentos”, ha explicado Julio Fombellida, representante del sindicato ELA a elDiario.es/Euskadi. Durante la concentración convocada por este sindicato, cientos de trabajadoras se han manifestado con pancartas y algunas de ellas han protagonizado un acto de protesta en el que se han disfrazado de Olentzero y Mari Domingui, pero portando caretas del diputado general de Bizkaia Unai Rementeria y el diputado de Acción Social, Sergio Murillo. Así, han repartido las que han denominado como “cartas de la precariedad” entre las trabajadoras, que incluían los mensajes en los que se leía “menos personal”, “refuerzos insuficientes” o “despidos”.

Las trabajadoras han denunciado que llevan más de un año tratando de mejorar sus condiciones laborales con la renovación de un convenio que tras once mesas negociadoras entre sindicatos, patronales y Diputación de Bizkaia, aún no ve la luz. “Buscamos mejoras en las condiciones laborales de las trabajadoras y acordar en el convenido aspectos tan vitales como la sustitución de las bajas desde el primer día, contratos a tiempo completo o equiparación de condiciones laborales y salariales”, ha explicado la representante de ELA Irune Cerezo durante la concentración.

El convenio que buscan conseguir estas trabajadoras incluye cambios en materia de salarios, con una equiparación salarial al Instituto Foral de Asistencia Social Equiparación salarial (IFAS), con mejoras en la antigüedad, nocturnidad y los domingos trabajados; en materia de empleo en el que se busca conseguir que todas las trabajadoras cuenten con una jornada completa, que el 95% del personal tenga contrato de trabajo fijo e indefinido y que las sustituciones del personal se realicen desde el primer día y en materia de salud laboral con reducciones de jornada voluntaria para personas mayores de 60 años, pero manteniendo su cotización y con la exención del turno de noche de forma también voluntaria para mayores de 55 años. Además de estos puntos, las trabajadoras buscan que el convenio recoja mejoras en descansos, festivos, permisos, ratios y cargas de trabajo e incluye apartados enfocados en el el fomento del euskera y en planes de igualdad.

“No es normal que la Diputación Foral de Bizkaia haya aprobado una partida presupuestaria de 255 millones de aquí hasta 2023 para las patronales GESCA, Lares y Elbe y que las patronales nos sigan diciendo que no hay dinero para mejorar las condiciones de las trabajadoras en una renovación de convenio. No buscamos solo mejoras salariales, queremos que cambie el modelo, que haya más sustituciones y que las condiciones tanto de las trabajadoras como de los pacientes sea la mejor posible”, ha detallado Fombellida.

Dos concentraciones distintas para una misma protesta

El sindicato LAB también ha convocado una concentración para denunciar las condiciones de las trabajadoras de residencias de Bizkaia. “Estamos aquí, nos hemos plantado y vamos a seguir adelante peleando para que el servicio cambie, el modelo residencial cambie y nuestras condiciones de trabajo mejoren de una vez”, ha señalado la delegada de LAB, Idoia Bustintza durante la concentración, que ha tenido lugar en las Juntas Generales de Bizkaia para tratar de “interpelar” a la Diputación que participe en el desbloqueo del conflicto. “La Diputación se mantiene ajena a un conflicto que es su responsabilidad asumir”, ha denunciado.

Desde LAB también han denunciado el hecho del 100% de los servicios mínimos impuestos para la jornada de huelga. “Los servicios mínimos del 100% han vulnerado nuestro derecho a la huelga. Nos roban derechos, nos invisibilizan, no nos reconocen como interlocutoras en la negociación y ahora nos roban el derecho a la huelga imponiéndonos unos servicios mínimos del %100. Nosotras sí que estamos dando ese %100 hoy aquí, denunciando y movilizándonos, por unas condiciones dignas y que se equiparen nuestras condiciones de trabajo con las trabajadoras del sector público”, han lamentado las trabajadoras.

El hecho de que las movilizaciones convocadas se hayan desarrollado en lugares diferentes, para el sindicato ELA, mayoritario en el sector no supone “una mala noticia”. “Es una buena noticia que haya otros sindicatos en este sector que comprendan que la calle es el sitio donde tenemos que estar en apoyo a las demandas de estas trabajadoras”, ha asegurado la representante del sindicato Irune Cerezo.

Otro de los puntos comunes que han criticado en ambas movilizaciones es el hecho de que en Bizkaia se plantee implementar el 'Plan para la transición en los cuidados de larga duración en Bizkaia' de la Diputación Foral, con el que se busca que cara a los próximos dos años al menos un 35% de las residencias que pertenecen a la red foral del territorio cuenten con unidades de un máximo de 25 internos cuyos cuidadores sean siempre los mismos, pero sin una mejora de los ratios ni ampliación de personal. “Unai Rementeria dice que van a implementar un nuevo modelo de residencia en Bizkaia, las llamadas unidades convivenciales. Con ello lo que están haciendo es seguir dándole dinero público a las empresas privadas para renovar sus instalaciones, pero las trabajadoras serán las mismas, y sus condiciones laborales serán las mismas. Financio con dinero público los intereses empresariales que me marcan las patronales, pero a los trabajadores y a los usuarios los mantengo como estaban”, ha denunciado Fombellida.

Este martes ha sido la primera jornada de huelga una larga lista de movilizaciones que no descartan hasta lograr renovar el convenio. Según han confirmado a este periódico, en enero plantearán nuevas protestas y huelgas con el objetivo de desbloquear el conflicto y llegar a un acuerdo para renovar el convenio, que tras año y medio sigue estancado en la mesa de negociación. A pesar de ello, las trabajadoras han asegurado que “no darán su brazo a torcer” y “no se rendirán”, puesto que cuentan con el precedente de una huelga que duró nada más y nada menos que 378 días en 2017, con la que lograron, finalmente, mejorar sus condiciones laborales.

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